Medio ambiente

Conversaciones con Rodolfo Quintero: “Me gustaría ver un Cesar pacífico”

En su paso por la ciudad de Valledupar, coincidiendo con los últimos días del Festival Vallenato, el presidente del consejo directivo de la Fundación Carboandes, Rodolfo Quintero,  nos ofreció un espacio para entrevistarle y valorar los asuntos más destacados del desarrollo Cesarense.

Interrumpiéndole en la lectura del último ensayo de Mario Vargas Llosa “La civilización del espectáculo”, del cual destacó la pertinencia de ciertos artículos, el entrevistado nos habló con mucho detalle de la trayectoria de su fundación y su percepción del Festival Vallenato.

 

Panorama Cultural: ¿Nos podría explicar cómo nació la Fundación Carboandes?

La Fundación carboandes nació hace 6 años como un desarrollo de la política y responsabilidad social de la empresa Carbones de los Andes SA. Esta empresa empezó a funcionar inicialmente con un programa de inmigración circular con la OIM (Organización Internacional de migraciones) para llevar personas a España (Cataluña) y que participaran en la recolección de cosechas. El simple hecho de estar en contacto con otra cultura es algo que le abre la mente a la gente.

En total, han ido alrededor de 300-350 personas a España. Lo que puede considerarse un éxito, pero hoy en día el foco estratégico de la fundación es el desarrollo humano y la sostenibilidad ambiental. Tenemos una visión integral de lo que se considera el desarrollo, pero sin reemplazar el Estado, sin entrar en falsos altruismos.

Pensamos mucho en alianzas, nunca actuamos solos y queremos aliarnos con otros para hacer sinergia.

 

PC: ¿Cuáles son sus propuestas con respecto al medio ambiente?

El desarrollo de la sostenibilidad ambiental es todavía incipiente, pero una de las cosas que hemos hecho es crear una reserva natural en La Jagua de Ibirico. Allí se logró recuperar un terreno y hacer un parque ecológico. Tenemos allá un espacio para el intercambio del saber entre la naturaleza y los estudiantes (para identificar nuevas especies y realizar estudios).

En la parte ambiental también hemos desarrollado un proyecto de estufas eficientes. Unas estufas artesanales que buscan un consumo más eficiente de leña, mejorar el proceso de combustión y evitar la contaminación intra-vecinaria. Estas estufas contribuyen también a mitigar el cambio climático.

Hemos impulsado también la red de reservas de la sociedad civil y lo primero que hemos hecho es estudiar las acciones que puedan tener un efecto multiplicador en la mitigación del cambio climático y preservación de la diversidad.

Está comprobado que la actividad agrícola es la que más daño le hace a la naturaleza. Para desarrollar una actividad agrícola uno necesita primero deforestar, segundo destruir estructura física de suelo, tercero sembrar monocultivos que acaban con la diversidad. También se contaminan las aguas con fertilizantes. Nada hace más daño al medio ambiente aquí que la agricultura, lo que pasa es que hoy estamos acostumbrados a verla.

Lo que se busca con la Red de reservas es que en cada finca, en cada hacienda, los ganaderos o agricultores dejen un área de su finca donde la vegetación nativa se recupere. La idea es que la piel del departamento se parezca a la piel de un dálmata, con manchas verdes y manchas negras.

A raíz de la violencia en nuestra región, hubo un abandono de muchas tierras y ahí se recuperó bosque seco tropical. Ahora lo ideal es que, si la situación de violencia merma, no vayamos a destruir ese bosque tropical que se recuperó. No vayamos a reproducir los viejos errores.

 

PC: ¿Ya se están notando los efectos del cambio climático?

El debate de si hay cambio climático o no hay cambio climático ya no se da. El debate es si ese cambio climático es de origen humano o procede del ciclo natural de la tierra. En cualquier caso, el cambio climático nos va a afectar y ya nos está afectando.

¿Qué es lo que hay que hacer? Hay que dejar de hablar de esto como un tema esotérico y traducirlo en hechos concretos. Ver cómo nos puede afectar, por inundaciones, cosechas arruinadas, etc…  Nos encontramos ahora con periodos de verano de 5-6 meses cuando antes duraban 1 mes.

 

PC: ¿Cuál es el modo de acción de la Fundación Carboandes?

Nosotros no somos autoridad ambiental. Somos un actor social más. Estamos planteando a Corpocesar una alianza de gobierno y sociedad civil. La ley ambiental habla de que la responsabilidad con el desarrollo sostenible corresponde al sector público.

Estamos aportando nuestro granito de arena a la sostenibilidad pero la idea es no suplantar a la autoridad ambiental. Estoy de acuerdo en que hay que capacitar, pero no sólo eso. Hay que hacer proyectos ambientales y organizaciones. La sociedad civil tiene que apoderarse de los temas ambientales.

 

PC: ¿Cómo ve la actitud de la gobernación y la alcaldía frente a la situación medio ambiental?

Le he escuchado al gobernador que va a organizar la Secretaría de medio ambiente.  Eso sería muy importante. Entiendo que hace parte de unos acuerdos políticos entre el Partido verde y el partido de la U, pero tengamos claro que hay, y debe haber, una autoridad ambiental: Corpocesar.

Si los alcaldes de la región y el gobernador se ponen de acuerdo para hacer una buena corporación autónoma regional, o sea fortalecer a Corpocesar, estaríamos ganando mucho. Esa corporación aportaría para la sostenibilidad ambiental del departamento.

En el caso de la minería, mientras el ministerio de medio ambiente no haga un registro diario de la explotación minera del Cesar, y siga haciendo visitas trimestrales, eso no sirve.

A las empresas mineras hay que decirles que pueden seguir sacando el carbón, no hay ningún problema. La única cosa es que tienen que cumplir con la legislación ambiental. Para eso se necesita autoridades robustas. Si no hay autoridades robustas, la misma filosofía del sector privado de maximización de riquezas le va a impedir asumir una actitud más responsable.

El Gobernador debería, a través del concejo directivo, fortalecer Corpocesar, hacer alianza con Corpocesar, jalonar recursos de la cooperación internacional, y al mismo tiempo, capacitar a la población del Cesar para que sean los ojos y oídos de la autoridad ambiental.

Debe haber una Secretaría medioambiental en la gobernación como existe un secretario de minas o un secretario de agricultura, para hacer un mapa de la contaminación auditiva y visual, recuperar los espacios públicos, incrementar las áreas verdes en la ciudad, y hacer mucha educación sobre el tema del reciclaje, el uso racional del agua y de la electricidad, hacer un inventario de lo que tenemos.

 

PC: ¿El Ecoturismo es una vía factible de desarrollo?

Pienso que El Cesar tiene todas las condiciones para desarrollar ecoturismo. No solamente en los sitios como la Sierran Nevada, sino que también las fincas ganaderas podrían convertirse en zonas de ecoturismo.

Las reservas de la Red de reservas podrían formar parte del sector eco-turístico de la ciudad. Si uno se imagina estas reservas unidas por un corredor ecológico, el turista podría hacer caminatas para observar la fauna y la flora. Sería un tipo de turismo bastante ecológico que podría ser muy interesante, sobre todo en un ecosistema de bosque tropical semi-seco en extinción.

¿Qué tal que digamos que el Cesar en 20 años es el departamento de la Costa con más areas de reserva? Yo creo que es posible con voluntad política. Incluso las explotaciones mineras se pueden rediseñar de tal manera que la cobertura vegetal no se vea tan afectada. También planteo que se mire la posibilidad de hacer minería subterránea en el Cesar.

 

PC: ¿Cómo le gustaría ver el Cesar en 5 años?

Nosotros, los ambientalistas, ya no hablamos del ambientalismo aislado de los problemas sociales, económicos y políticos. Nosotros hablamos de la sostenibilidad. Incluso el desarrollo sostenible hay que enriquecerlo con las nuevas teorías de desarrollo humano.

Yo sueño con una reducción de la pobreza en el departamento del Cesar que está por encima del 50%. Tenemos que trabajar a reducirla y, en ese sentido, la preservación del medio ambiente y la reducción de la pobreza no son antagónicos. Lo uno y lo otro están ligados.

Otro tema que me gustaría ver erradicado es el tema del analfabetismo. No podemos aspirar a mejorar la calidad de vida de nuestros ciudadanos si aquí no nos volvemos más competitivos en temas de educación. Hay que trabajar muy duro en la infancia de 0 a 5 años.

También me gustaría ver un Cesar Pacífico. Un Cesar menos intolerante. Un Cesar no excluyente, donde las mujeres no sean agredidas. Un Cesar que tome trago y se divierta pero que sepa tomar trago y no lo ligue a la conducción, porque esto nos está generando muchas pérdidas de vidas humanas. Más que un Valle de Old Parr, yo desearía un Valle Empresarial, pero también alegre con música Vallenata.

 

PC: ¿Cómo vivió este Festival?

Tenía 25 años de no disfrutar del Festival Vallenato. Vine con mi esposa y mis niños. Hemos disfrutado bastante. Estoy impactado de la fuerza del folclor vallenato, es increíble la cantidad de niñas y de niños tocando el acordeón y la guacharaca con una calidad asombrosa.

Este Festival es una maratón de fiesta. Es como una catarsis. Una cosa que me llamó mucho la atención es el carácter popular masivo que tiene el Festival Vallenato en los barrios populares. Había fiestas en las esquinas, en las calles, puestos de venta de sancochos. No solamente en el Parque de la Leyenda Vallenata y los clubes sociales.

 

PC: ¿Apoyaba a alguno de los concursantes del Festival?

En realidad, estoy muy poco familiarizado por los nuevos acordeoneros, pero en profesionales tenía mucha simpatía por Wilber Mendoza, hijo de Colacho Mendoza. Su papá fue un gran músico y mi infancia transcurrió viéndolo tocar. Su hijo es un gran músico pero ganó otro y, el que ganó, ganó bien. Fernando Rangel es un gran acordeonero que está en el conjunto de Jorge Oñate. Me gustó mucho también que el triunfo infantil fuera una niña. Eso es muy simbólico.

 

PC: ¿Qué es lo que más le ha impactado en el Festival Vallenato?

El parque de la Leyenda, sin duda. Es algo impactante y majestuoso que tengamos algo de esas características y en estas condiciones. Me hubiera gustado que los precios de las boletas fueran más económicos para que la gente pudiera asistir con menos esfuerzos, pero entiendo que también hay unos costos muy altos.

Pero más allá de eso, lo que más me ha impresionado es ver la alegría en las calles. Incluso la procesión de la Virgen del Rosario se ve mucho más organizada. Hay mucha más gente. ¡Se siente muy fuerte el folclor!

 

PC: ¿Cree que con el desarrollo se puede perder esta alegría?

Depende del tipo de desarrollo. Si entendemos solamente desarrollo económico y competitividad, sí. Pero creo que podemos lograr un equilibrio. En la medida en que estas culturas regionales se preserven, pienso que no hay peligro que desaparezcan.

Lo que hay que combatir es la globalización en el sentido de homogeneización de la gente, de que todos seamos iguales en nuestras formas de caminar, bailar y relacionarnos.

Colombia – y no sólo la Costa– es uno de los pocos países donde las hamburguesas y la comida rápida de estilo americano no han logrado implantarse. Eso denota un cierto carácter y unos gustos particulares.

Ahora, lo que hay que ver es cómo en gustos alimenticios aprendamos a comer verdura, aprendamos a comer más frutas y a comer más sano.

 

PC: ¿El año que viene volverá al Festival Vallenato?

Como dice la canción, el año que viene vuelvo. Si Dios me tiene con vida (risas).