Bienestar
La influencia de las palabras en nuestra vida
La influencia de las palabras en nuestra vida diaria es enorme debido a su fuerza y poder: una palabra al ser expresada actúa como una pequeña semilla que genera vida a lo que estamos diciendo, convirtiéndose en energía pura que atraerá una acción o suceso.
Esto equivaldría a decir que nosotros podemos profetizar el futuro de cosas buenas o malas que pueden sucedernos a través de nuestras palabras.
El poder de la palabra tiene tanta influencia en nuestro diario vivir, que debemos cuidarnos muy bien de lo que hablamos porque a través de nuestras propias palabras podemos maldecir, atrofiar o entorpecer un futuro muy próspero. Es tal el poder de la palabra que una vez hicieron un experimento en una escuela con el fin de demostrar a los niños la poderosa influencia que sus palabras pueden tener sobre las personas, las cosas y los eventos de la vida.
El experimento consistía en colocar en un salón de clase dos frascos tapados llenos hasta la mitad con arroz cocido. Durante aproximadamente dos meses se les pidió a los niños que antes de comenzar sus clases se acercara cada uno y le hablara a ambos frascos. Los niños debían decirle al primero de los frascos, refiriéndose al arroz, lo siguiente:
“Te amo, muchas gracias, te bendigo, me siento muy orgulloso de tí”, mientras que al segundo de ellos debían decirle lo siguiente: “Tu no sirves para nada, te odio, me desagradas, no te quiero".
Durante todos los días del experimento los niños desfilaron hacia cada frasco y cada uno debía repetir siempre las mismas frases, respectivamente, de bondad y bendición para el primero, y de desagrado y maldición para el segundo. Sorprendentemente, terminado el tiempo estipulado para el experimento, se pudo comprobar que el arroz cuyas palabras fueron buenas y agradables permaneció blanco como el primer día, mientras que aquel que recibió palabras fuertes y de desagrado, se puso negro y con muy mala apariencia.
Si las vibraciones que salen de nuestra boca tienen una energía tan poderosa, es importante aprender a hablar cosas positivas, a expresar pensamientos de fe y de victoria, porque de esta manera influirán en nuestras circunstancias, equilibrándolas y alineándolas con cada palabra pronunciada y determinando nuestro futuro, en nuestro momento presente. Nuestros pensamientos y nuestras palabras determinan nuestra actitud y nuestras acciones, y por ende, nuestras experiencias.
Del mismo modo, al hablar podemos construir o destruir, propiciar o tirar al piso los sueños de alguna persona y muchas veces sin querer o sin darnos cuenta. Es por eso que debemos pensar antes de hablar, porque nuestras palabras deben siempre edificar, bendecir, estimular, apoyar, dar consuelo y esperanza, o expresar amor.
Porque cuando aprendemos a expresarnos de este modo es porque nuestro corazón está lleno y pleno de tales pensamientos y deseos, “Porque de la abundancia de corazón habla la boca” dice la Biblia en Mateo 12:34. Evitemos hablar si no vamos a expresar algo positivo, porque las palabras tienen un poder muy significativo de influencia y unidas con nuestros pensamientos son los que crean nuestras circunstancias, y ellas son las que definen nuestra vida.
Juliana Echeverry
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