Literatura
Un recital de poesía en la Casa de Bahareque de Valledupar
En las noches de Luna llena, la casa de bahareque de Valledupar se transforma en un lugar asombroso donde prima la palabra en forma de poesía.
Este pasado viernes 6 de julio la magia volvió a producirse en el patio trasero. Mientras el público adulador y respetuoso escuchaba silenciosamente, los autores reunidos por el poeta Álvaro Maestre se sentaban detrás de una mesita para leer algunos de sus poemas.
La oscuridad solemnizaba cada instante y la brisa refrescaba a los presentes. Cada lectura imponía su silencio y su lluvia de aplausos. Alternancia de atmósferas que se repetían con una frecuencia mesurable.
Los autores de la noche se desnudaron metafóricamente. Usando las palabras para exponer el fruto de sus contemplaciones. Los sentimientos y reflexiones: esos que nada puede borrar, que andan pegados al alma o a la piel.
Esperanza Ramos Yañez (la invitada especial), Leonor Dangond, Nina Marin, María Ketty Figueroa, Yadira Vega, Félix Molina y William Jiménez fueron los primeros en intervenir (después de una bella interpretación de vallenatos en francés por el grupo de Alex Baquero).
Luego, el espacio se abrió a los declamadores que con espontaneidad dieron vida a los textos más insólitos. Norma Arenas, Fabio Ramírez, Mery Luz Zalabata, Alex Baquero, Fabiola Vanstralem y el escritor Ricardo Arias Ortiz. Ellos son los que hicieron que esta velada terminara con una dulce nota.
En una comunicación posterior al evento, la presidenta de la Fundación AVIVA, Alba Luz Luque-Lommel, expuso su satisfacción al ver que estos eventos que dan vida al centro histórico se repiten con la mayor asistencia y que la idea de la artista y abogada Jenny Uhía se instaló sólidamente en el calendario de Valledupar.
Este ciclo de recitales empezó durante el año 2011, tras la restauración de la casita de bahareque. La primera velada tuvo lugar en pleno mes del patrimonio en Septiembre y, a partir de entonces, fue celebrándose de manera bimensual con el nombre sugerido por la poetisa Leonor Dangond: “Recitales de luna llena”.
La casita de bahareque es un lugar idóneo para recobrar la memoria del Viejo Valle de Upar. Hace poco más de 150 años, el barrio Cañaguate se conformaba esencialmente de casitas de bahareque y, con pocas excepciones como la Casa Verde, la Casa de la Purrututú, y otras 3 edificaciones coloniales en el mismo Callejón, una de las cuales es la casa de Cecilia Zubiría, todas las otras casas eran de puro bahareque y techo de palma y caña brava.
0 Comentarios
Le puede interesar
Acerca de Tomás Carrasquilla y el costumbrismo colombiano
Ya desde el libro de Roberto Cortázar, La novela en Colombia (1908), la novela escrita por autores antioqueños tuvo su lugar prop...
José María Vargas Vila: exilio y obra escrita de un autor en fuga
Con la excepción de un par de escritos mínimos y muy menores, la totalidad de la producción textual de Vargas Vila (1860-1933), ...
El lenguaje de James Joyce: exilio de la palabra
Hay algo superficialmente ingenuo en los personajes que pueblan Exiles, la única obra teatral de Joyce. Pero es sólo mera superficia...
Consejos para jóvenes escritores
Desde mi experiencia personal, no existe una escuela para ser escritor. Uno aprende con la vida y las lecturas, afilando a diario s...
El amor en los tiempos del cólera
Algunos libros son para releerlos en el tiempo, descubrir nuevas miradas cuando nuestros ojos ven otras aristas y realidades con el p...