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La restauración de la casa de bahareque y el mes del patrimonio

Un buen día de comienzos del 2009, me llamó mi prima Lolita Acosta, para que habláramos algo "importante".

El diálogo comenzó hablando en vallenato: "Ve Alba, ¿Sabei una cosa? Que a mí me da pena pasá a mis amigos que vienen de otra parte por la calle 14, porque ¿Habei visto como está esa casa ahora? Eso da vergüenza mostrarla. Yo llevaba antes a toa la gente a que la miraran y la fotografiaran, pero ahora no puedo: ¡Me dá pena!

Le dije: “Mira Loli a mí también me dá mucha tristeza vé eso, porque ya no quedan sino dos. Vamos a restaurarla”. “Vamos”, dijo ella.

“Ajá, ¿y cómo hacemos pa´ conseguí la plata?” Y dijo ella: “Bueno, hacemos un evento e invitamos a que concursen cantando la canción del Veje Bolaño y la gente que quiera ir, paga la entrada”.

En el 2009 resolvimos dar inicio a la celebración del Día del Patrimonio, que por Decreto 853 de 1998 se debe celebrar el segundo domingo del Mes del Septiembre, pero que nunca se había celebrado en Valledupar.

Las actividades de la Fundación AVIVA habían comenzado en enero del 2008, de manera que, para nosotros, como institución, era un reto introducir las palabras PATRIMONIO CULTURAL en la ciudadanía.

Trabajamos todos intensamente, porque no teníamos experiencia con nada de esto y con un atrevimiento total nos dijimos que celebraríamos no sólo un DIA sino un MES entero porque necesitábamos darle divulgación a estos temas patrimoniales.

Hicimos 6 eventos ese primer año, nos ayudó la Alianza Francesa con un evento, Carboandes con un millón y limosneamos a los amigos para que nos donaran 80 mil  pesos para colocar pendones alusivos al Patrimonio y engalanar así el Centro.

Nos ayudaron mucho el Centro Comercial Guatapurí Plaza y otros buenos amigos que creen en nuestra labor. De la Alcaldía recibimos un pequeño apoyo logístico, de la Gobernación nada.

En el II Mes del Patrimonio 2010, recibimos ayuda de la Gobernación del Cesar, lo mismo en el 2011. Esperamos que en el 2012 nos ayude la Gobernación y la Alcaldía y nos patrocinen el proyecto de los lienzos de Vivian Saad, pero no nos han contestado nada concreto.

Desde el principio, yo propuse que el I Mes del Patrimonio se hiciera para darle visibilidad a los Callejones y, por lo tanto, todos los eventos se iban a hacer en esa zona y no en la Plaza Alfonso López que ha tenido siempre visibilidad.

En cambio, los Callejones han sido ignorados y, en mi opinión son ellos, uno de los sitios con mayores posibilidades turísticas que tiene la ciudad si se restauran sus casas y se embellece el espacio público.

Además, propuse que engrandeciéramos a los personajes humildes  y nos lanzamos por las redes sociales a divulgar todo lo del patrimonio. Mi hija Patricia Bowen, nos había creado una página en FB en Julio 2008, de manera que utilizamos ese medio para divulgar patrimonio.

En todo ese tiempo entre el 2009 y el 2010 continuamos con Lolita pensando en la idea de la restauración de la Casita de bahareque, una casa que es ajena, de Mercedes Vega, arrendada a unos sastres y teníamos que conseguir que la dueña aprobara la idea y que los sastres desocuparan ese inmueble que tenían muchos años de estar ocupando, pero que la casa estaba en tan mal estado que en cualquier momento podía colapsar. Eso fue difícil.

Pasaron los meses y, por fin, en el 2010, dijimos: “Bueno vamos a hacé La NOCHE DE CANTAUTORES". Lolita y yo comenzamos a buscar a los cantautores para contarles el proyecto de restauración y solicitarles ayuda.

Gracias a los contactos de Lolita no hubo ni uno sólo que se negase a participar y con los contactos de ella y sus RRPP lo logramos. Se escogió hacerlo en el mes de Septiembre 2010 que sería la celebración del II MES DEL PATRIMONIO en Valledupar.

Yo tuve que regresar a Alemania la última semana de Agosto y los miembros de la Junta Directiva, Annie, Jenny, Lolita, Pedro y unos jóvenes que reclutamos y nos ayudaron mucho con la logística, se realizó la Primera NOCHE DE CANTAUTORES dentro de las celebraciones del II MES DEL PATRIMONIO.

Fue un éxito total y decidimos institucionalizarlo para utilizar los recursos en restauración y divulgación del Patrimonio cultural de la ciudad.

Con los 5 millones recolectados, porque nos quedaron debiendo 1.2 millones, iniciamos a comienzos del año 2010 los trabajos de restauración bajo la dirección de la arquitecta Annie Marshall, quien sin cobrar un centavo se dedicó a la obra y se quedó aterrada cuando quitaron el techo, porque jamás imaginamos el estado de deterioro en que se encontraba.

De manera que lo que presupuestamos para arreglarla, no alcanzó para mucho y terminamos gastando en el arreglo de la casa y del patio 16 millones. Ese descuadre del presupuesto fue también duro.

Aparte de eso entró un invierno terrible y la palma que se había cortado para el techo, se pudrió toda, a pesar de estar resguardada, porque la humedad del medio ambiente, fue suficiente para dañarla. Nos robaron todas las varillas de hierro que teníamos compradas para la restauración y perdimos bastante dinero con estos inconvenientes.

Así comenzó esa historia de la Casita. Este año vamos a celebrar el IV Mes del Patrimonio y la III Noche de Cantautores. El año pasado fue un éxito total. Siempre lo celebramos en el Callejón de la Purrututú, pero, por primera vez, la entrada fue por la casita de bahareque ya restaurada y se nos llenó el Callejón.

500 personas pagaron $ 20.000 pesos por la entrada. Logramos recolectar 10 millones y nos quedaron libres 7 millones porque teníamos que gastar en el evento, a pesar de que obtuvimos ayuda de BAVARIA.

Consecuentemente, la Casita de Bahareque aparte de que es una muestra de la arquitectura vernácula de ese barrio tradicional y de las pocas que se conservan, ha sido también para nuestra institución una lucha para restaurarla.

Por eso es tan importante para nosotros como Vigías de Patrimonio, conservar esa memoria intacta y hacer allí un Centro de memoria del viejo valle, porque no lo podemos nombrar museo, para eso no llena las características, pero sí un Centro en donde, poco a poco, estamos logrando recopilar mobiliario, fotos y objetos de esa época.

Necesitamos ayuda para poder tenerlo abierto, por lo menos tres días a la semana. Hemos pasado un proyecto a la Gobernación para obtener el patrocinio y tener ese lugar mágico al servicio de la comunidad y de los turistas. Esperamos que la Gobernación, dentro del rubro de Patrimonio, nos pueda apoyar ese proyecto de Vigías del Patrimonio.

Los poetas nos donaron libros para poder tener material de lectura, para  que los ciudadanos puedan disfrutarlo por la tarde en el patio, eso es parte del Centro de Memoria, tener posibilidades de compartir, de tener eventos, conversatorios, conciertos, tertulias y continuar avivando ese sector.

Consideramos que es un sitio mágico para encuentros porque es un ícono de nuestra cultura y es parte de la identidad del barrio Cañaguate: uno de los más tradicionales de Valledupar.

Alba Luz Luque-Lommel