Opinión

Qué alegría, nunca nos roban un Grammy

Edgardo Mendoza

20/11/2017 - 06:30

 

 

Terminamos esta semana empatados por todas partes. No acabamos de comprender si los goles chinos de la selección Colombia de futbol son originales, cuando aparecen nuevas notas para divertirnos, preocuparnos, sorprendernos, alegrarnos, inclusive asustarnos.

Precisamente quienes más sonríen son nuestros políticos, ya que están a punto de cambiarse de partido, como cambiar de zapatos, según las alianzas convenientes que  el congreso aprueba sin discusiones, porque les conviene a ellos, es decir primero la familia. La sagrada familia política, por supuesto. No  olviden que la esposa de Noño Elías será candidata y senadora con alta votación, se llama Stephanie Morris, parece que el primer gran requisito para ser congresista en Córdoba, Sucre y alrededores es tener nombre raro. Musa Besaile, Fayat, Burgos, Arleh, Yasmina, Lyon y mil etcéteras más.

Pensábamos que la preocupación de esta semana sería la eterna África, cuyos niños raquíticos aumentaron, y Mugabe que quiere seguir de presidente hasta los cien años, ¡pero qué va! Con el partido ganado a Nueva Zelanda para el mundial, amanecimos diciendo: Todos somos Perú.

Algunas preocupaciones como una caterva de fiscales presos en Aguachica, el banco de maquinarias amarillas de la gobernación que comienzan a aparecer, los atracos bancarios en pleno centros comerciales y los legendarios atracos y muertes por el robo celular por delincuentes en moto no se detienen, al menos dicen que impondrán un día sin moto en la ciudad, cosa que no eliminará el peligro. Porque alguien no dice y lo cumple, ¿pr0ohibido el mototaxismo en la ciudad? Eso sí sería serio, pero nadie firma decretos serios.

Esas son cositas que duelen, como dice una canción vallenata, de lo bueno no dan tanto, es la frase que conocemos. ¿Que la minga indígena se acabó? Sí, claro, pero llegó la minga Arhuaca, poderosa, mayoritaria y vino para quedarse un buen rato. Ahora quieren un negociador de alto turmequé, alguno que tenga peso, posiblemente Simón Bolívar, López Michelsen, no se sabe, alguien con peso, exista o no, pero que pese tanto como Luchito Peñaloza, el alcalde de Codazzi, que a propósito no deja posesionar a la gerente del hospital de su pueblo. ¡Cómo cuesta no entregar los juguetes a tiempo, carajo!

Pero tampoco es para preocuparnos. Los médicos  se están yendo de la ciudad, porqué los dueños de todas las clínicas, les pagan lo que ellos digan y cuando ellos quieran, esta tarea es silenciosa como cualquier medicamento adulterado. No hay que preocuparse porque en “Los Venados”, corregimiento de Valledupar las pruebas saber nadie sabe porque fueron las peores. Si no hay agua potable con 11 mil millones invertidos en acueductos en la región, qué importan unas pruebas escolares; es más fácil despegar del aeropuerto “Hacaritama” en Aguachica, inaugurado con bandas,  y platillos voladores, pero sin cumplir su principal misión, llevar y traer pasajeros.

Todo eso pasará porque con los premios Grammy latinos, se olvidará todo  lo malo sucedido en la semana. Jorgito Celedón celebra su cuarto premio, tan desabrido como siempre. El Villanuevero tiene musical sentimental, pero nunca he visto en parrandas vallenatas de verdad que amanezcan con su música, incluso que repitan un solo disco de Jorgito. A mí por ejemplo me gusta su canto, pero con audífonos. Shakira, Juanes, Carlos Vives tienen tantos Grammy, como derrotas consecutivas del Valledupar Futbol club, tu equipo ganador.

Hoy todos amanecimos preguntando, quién diablos es “Diamante eléctrico” y la gran oscilación. Algunos piensan que son empleados de Electricaribe, y es un grupo de rock nacional. Pero eso no es nada, la chilena Mon Laferte, ganó con “Amárrame”, Shakira ganó con “El Dorado”, al parecer dedicado al páramo de San Turban en Santander. Una mejicana, Lila Dows ganó con “Salón de lágrimas y deseos”, dedicado a Valledupar  y otro grupo norteño “Los Palominos”, del mismo país, ganaron y algunos miembros de La Policía nacional de nuestro país celebran.

Dejemos las cosas quietas.  El Cesar está que cumple 50 años y celebraremos nosotros con todo, el domingo gastaremos 40 mil millones por una consulta, ahora entendemos por qué la salud sigue siendo tan cara y las muertes tan baratas. Repitamos en coro, que nos  roben la esperanza, ahora con arzobispo vallenato en la tierra del carnaval.

 

Edgardo Mendoza

#TiroDeChorro 

Sobre el autor

Edgardo Mendoza

Edgardo Mendoza

Tiro de chorro

Edgardo Mendoza Guerra es Guajiro-Vallenato. Locutor de radio, comunicador social y abogado. Escritor de cuentos y poesías, profesor universitario, autor del libro Crónicas Vallenatas y tiene en impresión "50 Tiros de Chorro y siguen vivos", una selección de sus columnas en distintos medios. Trata de ser buena gente. Soltero. Creador de Alejo, una caricatura que apenas nace. Optimista, sentimental, poco iglesiero. Conversador vinícola.

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