Música y folclor

Fiebre de acordeón en las nuevas generaciones

Natalia Gnecco

03/05/2013 - 12:30

 

Pablo Samir Morales, un joven acordeonero con mucho futuroContrario a lo que pensaba, los jóvenes nacidos entre 1981 y 2000 o más conocidos como  generación "Y",  no solo  viven enchufados a sus  iphones, ipads, ipods, X-Box  o   Play Station.

Ahora, además de ser unos duros con sus juegos videos, la música tiene un lugar privilegiado en sus habitaciones, donde muchos guardan con orgullo un  acordeón marca Hohner.

Uno de ellos es mi sobrino Jorge Felipe Gnecco, su amor por la música vallenata, sus deseos de tocar bien el acordeón e incluso de interpretar ese género, me animaron a conocer un poco más sobre esta afición que existe en  los adolescentes, que cada día invade más las aulas de colegios en Colombia.

Atrás quedó la idea de los papás de antaño quienes consideraban que sus  hijos sólo podían tener éxito siendo doctores. Los progenitores de la generación Y apoyan el talento de sus hijos, y por eso ser un artista ya no se ve como un “bicho raro”.

La imagen de los acordeoneros también ha cambiado mucho. Ya no son esos señores algo ermitaños, con una enorme barriga. Ahora los virtuosos del acordeón son extrovertidos, tienen un manejo del escenario increíble y se visten a la última moda. En otras palabras, ser acordeonero se volvió muy  “in”.

Jorge Felipe estudia en el Bureche School, toma clases con el profesor Carmelo Gutiérrez, quien interpreta la caja, el  acordeón, la guacharaca y  los timbales. Sus estudios comenzaron desde que tenía seis años de edad.

“En mi colegio tenemos varias clases electivas de música, hay de batería, bajo, guitarra, piano pero yo preferí el acordeón, quizás porque siempre oía a mi papá  escuchando vallenatos, entonces me gustó esa música y mis acordeoneros preferidos son Juancho Rois, Rolando Ochoa y Sergio Luis Rodríguez”, asegura Jorge Felipe.

Si bien al principio Jorge consideraba que el vallenato era para los adultos,   con el boom de  la nueva ola vallenata, compuesta por jóvenes talentosos como Kalet Morales (qepd), Luis Fernando Cuello, Silvestre Dangond, Peter Manjarres, Felipe Pelaez, entre otros, su percepción cambió y fue así como se sumó a la fiebre del vallenato junto a muchos compañeros de su edad.

Jorge asegura que, por ahora, sus presentaciones se limitan más a eventos familiares, como el día de las madres. Una vez, en el cumpleaños de una de sus tías, le quitó el turno al hijo  Diomedes, el gran Martin Elías, y cantó con el  acordeonero Rolando Ochoa.

Cuando hablamos del Festival de la Leyenda Vallenata comenta: “He ido a dos  festivales vallenatos, pero a mí no me llama la atención competir así, porque no  es lo mismo, a veces creo que gana el que menos debe ganar, no sé. Un amigo compitió por el Magdalena y era obvio que ganaba pero al final tuvimos una derrota y no me pareció que el jurado fuera justo. Además, es mucho estrés”.


El acordeón hace parte de nuestra cultura

Para Lolita Acosta,  jefe de prensa de Los Niños del Vallenato y  reconocida pionera del periodismo en el Cesar, la afición de los jóvenes de la generación Y es obvia. Según ella, el hecho que el acordeón sea ahora un instrumento musical apetecido en los colegios es un reajuste en los programas académicos de cada institución, para asumir una pertenencia cultural en torno al acordeón.

Lolita explica que, aunque el acordeón no sea un instrumento autóctono, se ha integrado totalmente en nuestra cultura y ahora también existe un  marcado interés por interpretar instrumentos propios de los  indígenas como la flauta de carrizo

Cuando le pregunto a qué se debe este redoblado interés de las nuevas generaciones, Lolita Acosta responde: “Principalmente a la gran difusión y apoyo en medios de comunicación. Existe una  gran cantidad de conjuntos, se habla de ellos en la prensa, hemos ganado Grammys y, básicamente, hay un reconocimiento a nuestra música. Asimismo, Valledupar es el epicentro de la música vallenata, eso influye en la juventud enormemente, es algo que  experimenta, cada generación. Recuerdo que en mi juventud, yo cantaba Rock and Roll en el Club del Clan, en radio teatro Guatapuri, bailábamos esa música pero nunca le perdimos el amor a lo nuestro, el gusto continua y se actualiza,  el gran valor de los clásicos permanece de generación en generación”.

A pesar de que el regeton haya invadido el horizonte musical de los jóvenes, Lolita constata que muchos siguen optando por escuchar música vallenata. No sienten que sea música para viejos, les gusta y prefieren tocar acordeón en sus clases de música.

Ella cuenta que cuando habla con los padres de los niños que acuden a la Academia del Turco Gil, ellos explican que son sus hijos quienes piden espontáneamente el acordeón sin que se lo sugieran. Es como un sentido que se desarrolla, así como el gusto por la comida, los paisajes, etc. La edad media son los cinco años, pero eventualmente hay casos de niños de tres años, que no pueden siquiera con el peso del instrumento, pero palmotean, llevan el ritmo.

La incursión de las mujeres en el vallenato también sigue siendo significativa,  si tenemos en cuenta que las parrandas vallenatas eran solo para los varones, la  mujer era mal vista, sólo se limitaban a atender a los hombres y se ocupaban de la comida.

“Hoy vemos niñas que tocan no solamente acordeón sino  instrumentos como caja o guacharaca. Recuerdo que, cuando Jenny Cabello participó en el Festival, era algo muy esporádico. En 40 años de existencia de la categoría de Reyes Infantiles apenas una niña ha resultado ganadora: Hortensia Granado, quien fue la ganadora de la canción inédita,  de resto muy pocas niñas han figurado”, asegura mi entrevistada.

Finalmente  Lolita explica que en Valledupar hay varias academias y cada una más especializada que la otra, con pentagramas, solfeos de música vallenatam que ayudan a mantener este interés. “Yo me propongo crear un teatro en Valledupar, así como los que hay para cuando se presenta la sinfónica, vivo en campaña permanente para que podamos presentar nuestra música y tener nuestra propia alfombra roja, como se ve en los Grammy. Y, aunque  lamentablemente la parte folclórica siempre carece de recursos, yo no  desisto de mi  idea”.

 

Natalia Gnecco

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Sobre el autor

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Natalia Gnecco Blog

Natalia Gnecco es una periodista y comunicadora social independiente. Ganadora del Premio Literario y Periodístico Cesar Vallejo 2011 (Caracas, Venezuela). Su columna “Natalia Gnecco Blog” contiene su trabajo periodístico producido en Canadá y en Colombia sobre personajes interesantes, temas culturales, sociales y turísticos.

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