Bienestar

Aprender a amar y no depender

 

"El amor es lo que somos. Si eres irresponsable, tu relación afectiva será irresponsable. Si eres deshonesto, te unirás a otra persona con mentiras. Si eres inseguro, tu vínculo afectivo será ansioso. Pero si eres libre y mentalmente sano, tu vida afectiva será llena, saludable y trascendente. Amar sin apegos es amar sin miedos”. Walter Riso (2007).

Hay muchos tipos de amor. El amor a un hijo, el amor de madre, el amor a los hermanos, el amor a los amigos, el amor a los hobbies y el amor a la pareja. Hoy vamos a enfocarnos en este último, cuando elegimos a una persona para compartir experiencias y construir un futuro juntos.

El fundamento del amor es la libertad pero la independencia total no existe, porque siempre vamos a depender de alguien. Si fuéramos totalmente independientes, tendríamos que cultivar el algodón y fabricar nosotros mismos nuestra propia ropa.

Cuando amamos con sinceridad deseamos que nuestra pareja se desarrolle, que crezca, que logre sus sueños. No tenemos miedo de ver crecer a esta persona, porque creemos en la pareja. La confianza es fundamental en las relaciones, si dudo de mi pareja, permanentemente estaré dudando de si me dice la verdad o no.

Esta semana tuve dos pacientes que dudaban si amaban a sus parejas o era solo dependencia emocional. Estas dos personas son mujeres, sin embargo en los hombres también se presenta dependencia emocional.

Ana* de 25 años llevaba 5 años con su novio, durante su relación lo había celado, siempre intentaba controlarlo y con mucha frecuencia le revisaba el teléfono, computador y agenda. No podía soportar que él no la visitara un día, porque sentía que su vida no tenía sentido. Ana siempre prefirió atenderlo a él, que fijarse en su vida y sus proyectos.

Bertha* de 46 años, casada y con 3 hijos, es una señora que, desde que se casó hace más de 20 años, ha vivido totalmente dependiente. Permanentemente se ocupada de las cosas de él, su vida giraba entorno a él y a las cosas que él disfrutaba hacer. Por ningún motivo ella elegía algo, siempre su esposo decidía lo que se debía hacer. Antes ella pensaba “soy feliz”, “tengo una familia realizada”, sin embargo, al pasar el tiempo se dio cuenta que se estaba engañando, que no podía seguir viviendo la vida de su esposo y que cada día lo asfixiaba más, porque era como si los dos estuvieran viviendo una propia vida. Ella empezó a enfermarse, se deprimía con frecuencia y cada día se sentía muy impotente al revisar su vida y creer que no había hecho nada para ella.

Dentro de las relaciones de pareja, cada persona es única. Cada persona tiene un proyecto de vida y una razón para estar aquí. Construyamos nuestros propios proyectos de vida. Aunque tengamos proyectos en común, es importante que cada uno tenga sus propios proyectos, sus propias ilusiones, sus propias metas. Observa las cosas a tu alrededor, reconoce que tu pareja no es lo único que te rodea y que la vida tiene muchas cosas que también son importantes para ti.

Cuando la atención está solamente sobre tu pareja, te olvidas de ti, sientes que no eres importante. Debemos amarnos a nosotros primero para poder amar a las otras personas. Y tal como empezamos este articulo, si me respeto y valoro a mí mismo, voy a estar en apertura para reconocer las cosas buenas de la persona que me acompaña.

Aceptar a las personas tal como son, es una de las principales características de un amor sano. Cuando intentamos que nuestra pareja sea como nosotros queremos que sea, empiezan las mayores dificultades. En muchas ocasiones, cuando no aceptamos la forma de ser del otro, es porque no nos hemos aceptado a nosotros mismos. Por ejemplo, Julia* de 26 años era una mujer que tenía dos años de casada, desde que conoció a su actual esposo, todos sus familiares le decían “es un vago, nunca va a trabajar”, sin embargo ella lo aceptaba como era y se criticaba el hecho de pagar siempre las facturas. Si no me acepto como soy, no puedo aceptar a las otras personas. En el caso de Julia, ella siempre quiso que su marido tomara otro rol dentro de casa, pero nunca le permitió que lo hiciera, ella estuvo resolviendo y solucionando todas las situaciones de su marido. No puedo pedir que la otra persona cambie, cuando yo no acepto mi manera de enfrentar las situaciones.

Cuando realmente amamos, logramos ver cosas positivas en la pareja, nos sentimos orgullosos por lo que hace, por lo que dice, por cómo piensa, por cómo siente. Si se pierde la admiración, se pierde el amor. Hoy ¿qué tanto estás reconociendo las cosas positivas que tiene tu pareja? Hoy ¿qué tanto estás reconociendo las cosas positivas que tienes tú? Recuerda: si no puedes ver cosas positivas en ti, es muy difícil reconocer en el otro y sentir admiración por tu pareja. El trabajo empieza mirando hacia adentro para tener claridad y poder mirar hacia afuera. Metafóricamente, es como si tus ojos estuvieran empañados y no pudieran ver ni hacia adentro ni hacia afuera. Empieza limpiando los vidrios por dentro y sigue con los vidrios de afuera. Eso cambia totalmente tu manera de mirar y de relacionarte.

Aprende a perdonar y a perdonarte a ti mismo. Aprende a expresar de manera tranquila y asertiva lo que te gusta y lo que no te gusta. Si hoy decides cambiar, toma nota de este párrafo: las relaciones son de dos y se construyen entre los dos. No esperes a que la otra persona cambie, empieza por ti, recuerda que somos espejos y eso que reflejamos es lo que vamos a recibir.

Buen viento y buena mar.

*Los nombres fueron cambiados para mantener el anonimato de cada paciente. 

 

Maira Ropero

@MairaRopero