Música y folclor

Jesús Manuel Estrada y el Vallenato en Cali

Hablar de la música vallenata en la ciudad de Cali, sin mencionar a una de las grandes voces que ha dado este folclor, resulta imperdonable. Me estoy refiriendo a Jesús Manuel Estrada (q.e.p.d) quien allí vivió algunos años y dejó una huella grande como artista y como todo un señor. Pero antes de entrar de lleno en el tema, déjenme hacer un preámbulo, para comentar los hechos que antecedieron a la llegada a Cali de este gran cantor. 

Corría el año de 1973, cuando viajé a la Sultana del Valle para laborar allí como funcionario del ICBF, y siendo un seguidor desde temprana edad de la música vallenata, sentía allí un gran vacío, porque este género poca cabida tenía en esta ciudad. Tan solo un programa en La Voz de Cali (Todelar) se escuchaba diariamente de 5 a 6 de la tarde, dirigido por dos locutores costeños (ambos de Cartagena): Narciso De la Hoz y Miguel Polo Sarabia, y los días sábados, en horas de la tarde, había presentaciones en vivo de conjuntos aficionados en el Radio Teatro de la Emisora (de boga en esa época), que, para sorpresa mía, la gran mayoría de ellos no eran de la región caribe.

Allí acudía un grupo de estudiantes del Instituto Técnico Agrícola (ITA), ubicado en la ciudad de Buga, que ejecutaban vallenatos en acordeón, pero tambien guarachas, paseaitos, porros y cumbias. Había músicos de Cartagena, Tamalameque, Atánquez, Fonseca, La Paz y Becerril. Pero también tuvieron cabida artistas de otras regiones como León Octavio Osorno (antioqueño), Héctor Rúa (antioqueño), Moscoso (tolimense), también llegaban pastusos y huilenses. Para mí era una sorpresa ver gente de diversas regiones enamoradas de ese folclor, incluso había un conjunto que se llamaba "El Vallenato Loco", cuyo cantante-guacharaquero, Edgar Mañozca, alegraba a la gente con su forma de interpretación.

Infortunadamente, los locutores ya mencionados, se vincularon a otras cadenas radiales y se radicaron en otras ciudades, razón por la cual, el vallenato poco se volvió a escuchar en Cali, ciudad donde había un gran auge por el género de la Salsa, aunque ya existía de tiempo atrás en los sectores populares, una fuerte corriente anclada en los aires tropicales y caribeños, que poco espacio dejaban para que otros ritmos entraran a ocupar también un lugar privilegiado.

Estando en estas circunstancias, hacía el año 1978, había llegado a Cali a laborar como locutor una de las mejores voces de la radio que he conocido hasta hoy: Jesús Alfonso López Vera, un ocañero que había sido cantante, actor de teatro y con una gran experiencia en la radio nacional. Estando él al servicio de la Cadena RCN como Locutor de Radio El Sol, le propuse que hiciésemos un programa para divulgar el folclor vallenato y sabanero, en el occidente colombiano, pues éramos conscientes, por conocimiento directo, cómo gustaba esta música en muchos barrios de Cali, pero estaba siendo "estrangulada" en la programación de todas las emisoras, que poco crédito le daban.

Fue así como logramos con el apoyo del Director artístico de RCN, Gonzalo Londoño Pineda, dar inicio a un Programa diario llamado "Festival costeño del Acordeón", donde no solo se escuchaba vallenato, sino también temas del folclor sabanero con sus mejores intérpretes. El programa empezó a tener una gran acogida; López Vera se encargaba de la animación y los comerciales, y yo (Alejandro) de todos los comentarios y entrevistas (debo aclarar que lo hacía a título gratuito, solo por divulgar el folclor, pues dependía económicamente de mi trabajo como funcionario de la Alcaldía de Cali). Fue así como arrancó un nuevo ciclo para este género musical en la sultana del Valle y el occidente colombiano.

Algunas agrupaciones empezaron a hacerse presentes en la sede de la Emisora, y comenzaron las llamadas de los seguidores de este género, para expresar su alegría porque al fin tenían cabida de nuevo las canciones que gustaban a un gran sector de la población. Para sorpresa nuestra, una mañana del sábado llegó a la cabina un grupo musical integrado por puros caleños. Era un joven estudiante de música en el Conservatorio de Cali, que estaba incursionando en el género vallenato. Cuán grande fue mi sorpresa, cuando le solicité a este joven llamado Héctor González, que tocase una canción. Y aunque todavía le faltaba, se veía que tenía madera, y le abrí los micrófonos de la Emisora, y de verdad que tuvo aceptación.

Por esos mismos días, llegó a la ciudad de Cali un conjunto procedente de Tierralta (Córdoba), liderado por Heliodoro Martínez y su padre Vicente Martínez, un varón que tocaba y cantaba al estilo de los viejos juglares (Alejo Durán, Abel Antonio Villa, Luis Enrique Martínez). El vocalista del grupo era Jesús Manuel Estrada, un adolescente con una voz impresionante y una disciplina muy grande, pues nunca bebía ni fumaba (algo raro en la farándula), y además muy trabajador. Se me presentaron y me dijeron que estaban de paso por la ciudad, pero después de escucharlos, les hice una propuesta: que se radicaran en Cali y yo me encargaría de representarlos y conseguirles contratos, procurando con ello, fomentar esta música no solo a través de la radio, sino con agrupaciones en vivo (representé más de diez durante un largo período). Lo primero que hice, fue conseguir una casa en arrendamiento para que allí viviesen todos los integrantes del grupo. Jesús Manuel no se limitaba a vivir exclusivamente de la música, sino que trabajaba en una panadería llamada Liberty, de propiedad de Sofanor Pimienta, un barranquillero ubicado al frente del Estadio Pascual Guerrero, donde se concentraba la colonia costeña. 

Contando con los músicos provenientes de Tierralta, unos siete en total, nos dimos a la tarea de organizar una agrupación con un mayor número de instrumentos. Fue así como se le anexaron bajo eléctrico, timbales, saxofón y coristas, para integrar la agrupación denominada "Raza Tropical", con Jesús Manuel Estrada como voz líder que interpretaba no solo la música vallenata, sino diversidad de géneros, especialmente del caribe colombiano, aprovechando esa magnífica voz polífacética, versátil, alegre y de timbres muy hermosos que poseía Jesús Manuel, tanto así que Lisandro Mesa, tras haberlo escuchado manifestó que ese joven tenía un futuro promisorio en el campo de la música costeña. Fue así como durante tres años "Raza Tropical" con Heliodoro Martínez al Acordeón (de Tierralta) y Jesús Manuel Estrada (de Ayapel decía él), se fueron abriendo paso en muchos lugares, anteriormente negados. Con un variado repertorio, tuvieron oportunidad de presentarse en tarimas en los barrios durante varias Ferias de Cali; alternando con la Billos Caracas Boys en el Hotel Intercontinental; con la Fania de Willy Colon y Ruben Blades en el Hotel Petecuy, con Chocolate Armenteros en Las Vallas, y en múltiples lugares donde la acogida era muy amplia. 

Comenzaba el año de 1981, y entonces le propuse a Heliodoro y a Jesús Manuel que participasen en el Festival Vallenato: Heliodoro en la categoría profesional tocando el acordeón y cantando él mismo; Jesús Manuel como aficionado, acompañando como vocalista al acordeonero caleño Héctor González. Tras haber inscrito los dos conjuntos en sus respectivas categorías, desarrollamos ingentes esfuerzos para conseguir los recursos necesarios, y poder viajar por avión (ida y regreso de 7 personas: los 6 músicos y yo), y para el alojamiento contamos con el respaldo de familias vallenatas amigas (las Palmera, los Peña). Discos Corredor de Cali, apoyó este esfuerzo y por primera vez todos los músicos que viajaron iban uniformados, y llamaron la atención porque en sus camisetas portaban el logo de dicha empresa.

Para resumir: Heliodoro Martínez llegó a la final, y aunque ganó Raul "Chiche" Martínez, la gente comentó que el chico de Cali hizo un gran papel, especialmente por su digitación, en el Son (Fidelina), y la Puya (La Vieja Gabriela). 

En la rama aficionada, Jesús Manuel llamaba la atención con los diferentes matices sonoros de su voz, y con el Acordeón de Héctor González. Participaron en esta categoría cerca de 45 conjuntos, y Héctor con Jesús Manuel alcanzaron a clasificar entre los 15 semifinalistas. Infortunadamente en la ronda que le correspondió después, les tocó enfrentar al conjunto que en esa ocasión se proclamó vencedor: el de Álvaro Mesa Reales e Iván Villazón. 

El Festival se constituyó en la oportunidad para que Jesús Manuel se empezara a hacer conocer. Fue allí donde me encontré con Ismael Rudas y Daniel Celedón, pues al primero de ellos le conocía desde que vivió en la ciudad de Ocaña (Norte de Santander) cuando dirigía el Combo Nuevo, una agrupación de mucho éxito. A Rudas le llamó la atención lo que le dije respecto a los muchachos que habían ido desde Cali. Terminado el Festival de ese año, Jesús Manuel y Heliodoro, viajaron en compañía de Ricardo Cárdenas (de Colosó-Sucre), a la ciudad de Barranquilla para grabar un Long Play en Felito Records.

A Jesús Manuel solo se le dio la oportunidad de grabar un solo tema: "Dices" de la autoría de un abogado de Cañaverales (Guajira) llamado Elix Molina que vivía en Cali, y que fue el mejor de los temas de ese disco. Los demás estuvieron a cargo de Ricardo Cárdenas. Luego de este suceso, Jesús Manuel fue a pagar servicio militar, y allí se convirtió en la estrella de un conjunto vallenato en la tercera brigada, cuando estaba el General Bonet Locarno como Comandante. Terminada esta misión, se junta con Víctor "Rey" Reyes de Barrancabermeja y graba su primer LP. Más tarde se encuentra con Ismael Rudas y sacan a luz temas muy lindos como "Directo al corazón". En ese instante me ofrece que sea su representante para el occidente colombiano. Luego, se vincula con Omar Geles y su agrupación "Los Diablitos" (rey vallenato), y posteriormente con Juan David "el pollito" Herrera (rey vallenato); a continuación, crea su propia agrupación la cual denomina "Sagitario" acompañado de Víctor Naím al acordeón.

Estando en la cumbre de su carrera, es invitado por Alfredo Gutiérrez, el mejor acordeonero de Colombia, a participar en la grabación de un CD con los mejores vocalistas del momento, y a quienes se denominó como La Fania Vallenata. Allí interpretó al lado de Alfredo el tema (éxito) titulado "Cabellos cortos", donde hizo gala de su excelente voz. 

Quiero resaltar que debido a la comercialización de la música vallenata, a Jesús Manuel -que era un cantante que interpretaba con propiedad cantidad de ritmos-, prácticamente se le obligó a encuadrarse dentro de los parámetros impuestos por las disqueras, que pusieron a todos los conjuntos a cantar y vender lo que ellos llamaron "el vallenato romántico", muchas veces cursi y llorón, que le ha restado peso al folclor y a ese cantar espontáneo y hermoso, brotado del corazón y no por simple encargo.

En noviembre del 2003 me encontré con Jesús Manuel en Cali, y aún conservaba esa humildad, ese profesionalismo y seriedad que siempre le caracterizó, y me dijo: "Doctor, en estos días viajo a Medellín a grabar mi nuevo CD y allí va a ir un saludo para usted". En esas estaba cuando encontró la muerte en carreteras de Santander.

Después de Heliodoro Martínez y Jesús manuel Estrada que aportaron mucho para divulgar el vallenato vivo en Cali, comenzaron a llegar otras agrupaciones muy buenas, como la Orlando Díaz Daza (un médico guajiro) con Silvio Velásquez, los Hermanos Villegas, Jorge Eliécer Vergel (el cocha le decían), los hermanos Sarmiento, y muchos más. A partir de allí, Cali no solo es el imperio de la Salsa, porque en esta ciudad tienen cabida todas las expresiones musicales, incluido el vallenato, pues allí se han radicado más de treinta (30) conjuntos profesionales, procedentes de todos los departamentos del caribe colombiano, y pululan las discotecas y se dan parrandas por doquier.

Nota: Los invito a escuchar el siguiente vídeo de Jesús Manuel Estrada en Internet junto con Alfredo Gutiérrez.

Alejandro Gutiérrez De Piñeres y Grimaldi