Opinión

Festival de la cultura en el Cesar

Diógenes Armando Pino Ávila

20/05/2016 - 06:20

 

Plaza de la Gobernación en Valledupar con las banderas de los municipios cesarenses

Desde hace algunos años hemos insistido en la necesidad de impulsar todas las manifestaciones culturales del departamento del Cesar, hemos manifestado en nuestros escritos que es nociva la posición vallenatocéntrica de promocionar, financiar y auspiciar solo la música de acordeón.

Hemos insistido en que el Cesar es pluriétnico y multicultural y que en esa variedad está la riqueza espiritual de nuestras gentes. Hemos sostenido que cuando los gobernadores y la dirigencia política se dé cuenta de esto, y la impulsen y financien, se abrirá, también, un mundo de posibilidades para esa cultura que tradicionalmente ha sido ignorada, pues se generarán procesos de gestión cultural que harán posible, empresas de este sector y finalmente saldrá también beneficiado el vallenato mismo.

Ante la negativa renuente de los gobernantes, ante la sordera de la Asamblea departamental y ante la tozudez de los alcaldes de promover la multiculturalidad en que somos ricos, se me ocurre, que los municipios que posean o no elementos culturales dancísticos, artesanales, poéticos, narrativos, leyendas tradicionales, cuenta cuenteros, declamadores, decimeros, dúos, tríos de guitarra, compositores y demás, podrían unirse para impulsar su propia cultura. Los unos aportarían lo mejor de sus exponentes y los otros serían sus receptores, patrocinadores e impulsores.

La propuesta básica sería, en primer lugar, analizar los municipios sedes, ya que estos necesitarían presentar condiciones de disponibilidad presupuestal, infraestructura hotelera básica, escenarios propicios para eventos grandes, personal capacitado en gestión cultural y manejo de eventos culturales, amén de otras consideraciones logística de más detalles.

Por su cercanía a la capital del departamento, el municipio de San Diego tendría una enorme posibilidad, ya que es un pueblo hermoso y limpio y que tiene la experiencia del Taller Literario Vargas Vila en el manejo de eventos. En este pueblo se podría hacer un Festival de la cultura cesarense, los mismos días en que se realice el Festival Vallenato, con ello se le brindaría al turista colombiano e internacional que llega al festival de Valledupar una alternativa amena, variada y de una riqueza cultural sin par, rompiendo con la monotonía en que ha caído el festival de música de acordeones y llenaría los baches y vacíos de programación que presenta Valledupar.

Otra de las localidades que podría asumir la hospitalidad de nuestra cultura, puede ser el municipio de La Jagua de Ibiríco, en este pueblo tienen una inmensa posibilidad económica y financiera que podría hacer posible este proyecto, pues La Jagua presenta un abultado presupuesto, y la presencia de multinacionales que bien pueden financiar estos eventos, como una manera de resarcir los daños que ocasionan a estas comunidades.

Aguachica presenta grandes posibilidades, por su tamaño, por su infraestructura hotelera, por su presupuesto, por la cercanía a los santaderes y al sur de Bolívar, además involucraría al centro y sur del Cesar.

El municipio de Curumaní, sería el punto equidistante entre los diferentes municipios del departamento y cuenta con una buena cantidad de hoteles y escenarios donde realizar las presentaciones, y bien podría ser el sitio escogido para el convite cultural.

Una vez el alcalde decida que su municipio quiere ser la sede del Festival de la cultura, habría que decidir las disciplinas a participar:

Indiscutiblemente las danzas ocuparían horarios estelares por las noches, se programarían exposiciones artesanales, con ello se le abrirían expectativas de mercado a estas personas que practican artes ancestrales, como los trabajos en palma de estera, fabricación de instrumentos musicales, bisutería, etc.

Los pintores tendrían la oportunidad de exponer y comercializar sus obras y los poetas y narradores harían su aporte con recitales, aprovechando el Festival para promocionar sus libros a través de la feria del libro que se realizaría en el municipio sede de este evento cultural.

Esta sería una forma de salvar de la extinción la cultura de nuestros municipios y la posibilidad de mostrar a propios y extraños que los cesarences somos más que acordeoneros. Que en el Cesar hay poetas, narradores, ensayistas, novelistas, pintores. Folcloristas, artesanos, cineastas y entusiastas aficionados y profesionales en diferentes disciplinas del arte y el saber.

 

Diógenes Armando Pino Ávila

@Tagoto

Sobre el autor

Diógenes Armando Pino Ávila

Diógenes Armando Pino Ávila

Caletreando

Diógenes Armando Pino Ávila (San Miguel de las Palmas de Tamalameque, Colombia. 1953). Lic. Comercio y contaduría U. Mariana de Pasto convenio con Universidad San Buenaventura de Medellín. Especialista en Administración del Sistema escolar Universidad de Santander orgullosamente egresado de la Normal Piloto de Bolívar de Cartagena. Publicaciones: La Tambora, Universo mágico (folclor), Agua de tinaja (cuentos), Tamalameque Historia y leyenda (Historia, oralidad y tradición).

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1 Comentarios


Paola Vergara 11-06-2020 08:01 PM

Buenas noches, mi nombre es Paola Vergara, soy del Cesar, nací en Pailitas. Actualmente resido en Bogotá, estudio Licenciatura en Artes Escénicas en la Universidad Pedagógica Nacional, e intento a través de mi investigación aportar a los procesos identitario y de fortalecimiento cultural en mi pueblo, Palestina. Tengo interés sobre su artículo, puntualmente, quisiera saber si usted tiene conocimiento de esos lugares donde la manifestaciones culturales se han perdido o están desapareciendo. Le agradecería infinitamente. Bonita Noche.

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