Opinión

El Rey del Valle I

Alberto Muñoz Peñaloza

15/02/2018 - 04:00

 

Carlos Vives limpiando una orilla del río Guatapuri en Valledupar / Foto: El Heraldo

 

Con la vehemencia que lo caracteriza, y con el incontrolable acento zapatosino que estimula su permanente invocación de la verdad, el caracterizado periodista y líder de opinión, Carlos Cadena Beleño, se refirió sin vacilaciones a las razones por las cuales admira tanto al prestigioso artista Carlos Vives y como, desde hace algún tiempo, prefiere llamarlo el canciller del vallenato.

Fue una introducción, tierna e incitante, en su programa radial La verdad y punto e hizo énfasis en los triunfos repetidos del cantante samario. Hecho esto, explicó y sustentó su desacuerdo con atribuirle a Vives, la consecución de una mirada institucional y de algunos medios a la problemática del río, a la altura del balneario Hurtado, de manera especial al posible cierre de las mismas para proceder a su limpieza y todo porque “Carlos Vives, llamó la atención sobre el estado deplorable de las mismas y la necesidad de optimizarlas cuanto antes...”.

Entonces, el tocayo de Vives, insistió en que no sólo en su programa sino en otros de opinión: Libardo Fonseca Cotes, en Antena Cívica, entre otros y medios como Radio Guatapuri, La Voz del Cañaguate y más, desde hace muchos años se insiste, se solicita, se reclama, sobre la importancia de nuestra fuente hídrica y la priorización de su protección, por parte de la Alcaldia de Valledupar, la Gobernacion del Cesar, la Corporación Autónoma Regional del Cesar y otras entidades, públicas y privadas, que tienen mucho que ver en lo que concierne al accionamiento de propósitos conducentes a su normalización y a su aprovechamiento debido por parte de las comunidades.

Cadena Beleño, considera y así lo expresó, que el editorial del diario El Pilon y todo lo que se ha planteado, en este caso, no pasa de ser “una injusta aceptación de incapacidad, de falta de iniciativa y de ineptitud de los vallenatos”, cuando lo cierto es que ha sido todo lo contrario: periodistas caracterizados insisten con frecuencia, desde siempre, en la conveniencia de hacer lo que ahora dicen que se hará como resultado de lo visto, dicho y hecho por Carlos Vives, en su reciente viaje a esta ciudad en compañía de su bella esposa Claudia Elena. La molestia fue compartida por personas que llamaron al programa y se pronunciaron y por muchas más que lo comentan a diario.

Para nuestros hermanos mayores el río Guatapuri es expresión auténtica y parte integrante, de la naturaleza: es un lugar sagrado para ellos, en algunos puntos forma parte del ámbito de la línea negra, “denominada zona teológica de las comunidades indígenas de la Sierra Nevada de Santa Marta” (Resolución 02 de 1973 del Ministerio de Gobierno).

El río Guatapuri ha sido epicentro de leyendas como la de la sirena Vallenatay el misterio reinante en la zona del puente sobre el mismo y, por la turbulencia de sus crecientes y la calma aparente, en tiempos normales, numerosas vidas encontraron la muerte en “Hurtado” como en distintos puntos de su recorrido.

La vegetación ribereña, en el caso del Guatapuri, está ligada a los viejos tiempos y algunos de los árboles más emblemáticos, como el pereguetano, algarroba, ceibote, poco están o desaparecieron de manera definitiva. En ese sentido, es alentador el anuncio del ambientalista e investigador, Tomas Dario Gutierrez, en cuanto a que desde Besotes, serán sembrados en Valledupar muchos pereguetanos y guaimaros, y es de suponer que, a lado y lado, del Guatapuri, coquetearán de nuevo.

El rio, inseparable de los vallenatos, contiene la huella ictiologica de bocachicos, comelones, besotes y más, que con el paso de los años desaparecen y quedan en escaso número, de manera parecida a lo que ocurre con, la fauna y la flora, característica en su zona de influencia.

En su amoroso recorrido, casi en caída libre, el Guatapuri irriga territorios ancestrales y parte del valle del Cacique Upar, como medida determinante de las bondades de la naturaleza y regalo eterno a Valledupar. Lo de eterno, ya no es garantizado, por cuenta de los abusos, el descuido institucional y la acción indebida  de indiferencia y de afectación de su cauce y de los protectores naturales, sin dejar de lado los efectos nocivos de la corrupcion. No obstante, se mantiene erguido en la precisión de su viaje diario hasta la entrega de sus aguas, de sus restos, al clamoroso rio Cesar, ensimismados en la espera de mejores tiempos para todos, de nuevos albores como acto responsable ante las generaciones venideras.

El cañaguaterisimo compositor e incansable gestor cultural, Nicolás Maestre, le cantó con sus mejores versos, en gracia sublime del esplendor de Los Playoneros del Cesar y el canto raíz al de Rafael “Wicho” Sánchez:

Ritmo: Paseo

Bajando desde lo alto de la sierra Majestuoso viene deslizándose hasta aquí; y cruzando montes, llanos y veredas y regando arroceras nos baña el Guatapurí.

El viene desde la Sierra nevada y todas sus aguas arhuacas se las dona al Río Cesar; y rugiendo contra sus orillas choca y sus aguas que van locas se ríen de Valledupar.

Ese es el rey del valle el que ruge dicen los vallenatos cuando cruje. Y si arriba le cae un aguacero Tiemblan los pereguetanos  de miedo.

Más adelante, el gran compositor Freddy Molina, lo hizo destinatario de versos inscritos en la eternidad, a partir de la hermosa canción que es amor sensible:

Fredy Molina te quiere,

eres mi luz de esperanza, (bis)

Cuando el Guatapurí se crece,

al sentir mi pasión se calma. (bis)

 

Es un río que nace en la Nevada,

que en todo el Cesar fuerte se siente

pero mi gran pasión la iguala

el ímpetu de su torrente.(bis)

En la modernidad, Ivan Ovalle, le cantó en “Caminitos Del Valle”:

Yo recuerdo ahora, cuando me escapaba,

con tantos amigos, a juga' en Hurtado

De alla me bajaba, flotando en las aguas,

sobre un caucho inflado, hasta el Sicarare

Pobre Jhon Urbina, pobre Victor Julio

que un dia se salieron, y se dieron duro

 

Y esos viejos cuentos del Valle

son testigos de mis cantares

Y esos amiguitos del Valle

son testigos de mis pesares

Pasan los rumores, pasan los tiempos, regresa la moda y el Guatapuri se mantiene incolume mientras los dirigentes, gobernantes y los vendedores de ilusiones tardías, dicen, repiten y prometen lo que les conviene...

 

Continuará...

 

Alberto Muñoz Peñaloza

@albertomunozpen

Sobre el autor

Alberto Muñoz Peñaloza

Alberto Muñoz Peñaloza

Cosas del Valle

Alberto Muñoz Peñaloza (Valledupar). Es periodista y abogado. Desempeñó el cargo de director de la Casa de la Cultura de Valledupar y su columna “Cosas del Valle” nos abre una ventana sobre todas esas anécdotas que hacen de Valledupar una ciudad única.

@albertomunozpen

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