Opinión

Boyacá y Santander son nuevas potencias en el Folclor Vallenato

Jorge Nain Ruiz

11/05/2018 - 07:10

 

Julián Mojica Galvis y Ronald Torres Salamanca / Foto: Fundación Festival de la Leyenda Vallenata

 

En los albores de los años 80, recién graduado de bachiller, llegué a Bogotá con una mano adelante y la otra atrás. Mi compañero musical en Valledupar, y con quien acababa de grabar un LP, ‘Miguelito’ Ahumada, me había facilitado dos números telefónicos de acordeoneros residentes en Bogotá: el santandereano Henry Sanmiguel Sanabria y el boyacense Alfonso Cortes Marroquín, a quienes contacté de inmediato. Inicié una relación musical con estos acordeoneros no costeños, con los cuales tengo mucho agradecimiento y conservo una gran amistad.

Desde entonces, he observado la progresiva afición y apasionamiento de la gente de Boyacá y Santander por la música vallenata, a tal punto que la población de Nobsa, situada a más de dos mil quinientos metros sobre el nivel del mar, completa ya 34 años realizando un hermoso festival vallenato que se ha constituido en ejemplo para muchos eventos costeños; mientras que en Barrancabermeja se realiza año tras año uno de los más importantes festivales de este género musical en Colombia.

En el presente año, dos boyacenses se quedaron con los títulos más apetecidos en la máxima fiesta del folclor vallenato en el mundo: el Festival de la Leyenda Vallenata. Julián Mojica Galvis, nacido en Paz del Río, se alzó con la apreciada corona de Rey Profesional, y Ronald Torres Salamanca, nacido en Duitama, se coronó Rey Aficionado.

Pero, los santandereanos no se quedaron atrás. La primera corona de Rey Infantil de la Piqueria se la llevó para Barrancabermeja Julio Andrés Gil Barros, y el Rey Juvenil en la modalidad de acordeoneros fue otro barramejo: Yerson Robles Peña, un joven que pisa fuerte y a quien le deparan muchas otras coronas en las demás categorías.

Este fenómeno folclórico que viene ocurriendo para bien de la música vallenata, de que en otros departamentos distintos a los del Caribe Colombiano, no solo bailen, canten y les guste el vallenato, sino que se compenetren de tal manera que hoy compositores e intérpretes provengan de otras regiones del país, e incluso, participantes extranjeros ya se atrevan a enfrentarse en franca lid a los nuestros, es una muestra más de que avanzamos en el camino correcto.

Pero esto se viene gestando hace mucho rato, desde que Hernando Cely Cristancho (QEPD) inició la tarea a mediados de los años 80, cuando dio el primer campanazo de alerta en Villanueva, Valledupar y Fonseca. Después le siguieron otros boyacenses como Sergio ‘Checheo’ Suárez, Weimar Rojas Gamba y Jairo Alexander Pizza, acordeoneros que le abrieron el camino a los actuales reyes vallenatos boyacenses. Barrancabermeja, como todo Santander, tiene grandes acordeoneros como Samuel Alberto Ariza, Víctor Reyes Leuro, Jairo Andrés De la Ossa, entre otros, sin olvidarnos del Rey Profesional de la Piqueria en dos oportunidades, Andrés Barros Méndez.

 

Jorge Nain Ruiz

@jorgenainruiz

Sobre el autor

Jorge Nain Ruiz

Jorge Nain Ruiz

Vallenateando

Jorge Nain Ruíz. Abogado. Especializado en derecho Administrativo, enamorado del folclor Vallenato, cantautor del mismo. Esta columna busca acercarnos a una visión didáctica sobre la cultura, el folclore y especialmente la música vallenata. Ponemos un granito de arena para que la música más hermosa del mundo pueda ser analizada, estudiada y comprendida.

@jorgenainruiz

1 Comentarios


Jairo Tapia Tietjen 11-05-2018 01:42 PM

Cuando estaban los Zuletas en Tunja, surge "E Negro" Rojas, uno de sus alumnos más aventajados. Terminó agronomía, pero fue gran animador de los encuentros vallenatos en Boyacá. Affmo. Jairo Tapia Tietjen

Escriba aquí su comentario Autorizo el tratamiento de mis datos según el siguiente Aviso de Privacidad.

Le puede interesar

Manipulación mediática y opinión

Manipulación mediática y opinión

  Llama poderosamente la atención la forma tan fuerte de cómo los medios de comunicación y las redes manipulan la atención de la ...

Viviendo en un mundo de muertos

Viviendo en un mundo de muertos

  En mi última visita a Bucaramanga, ciudad de jardines y de parques, llegué donde mi amigo de infancia Jorge que, al verme con una...

Carnaval, más que una temporada

Carnaval, más que una temporada

  “Papaya puesta, papaya partida". Tal y como lo presenta este dicho, nos resulta atractiva la licencia para parrandear sin límite...

Aplausos para los hombres

Aplausos para los hombres

Aplausos para aquellos hombres que se atreven a salvarse de la opresión de ser replicadores del machismo, a los que asumen roles de ...

Intimidad de los cuerpos hambrientos

Intimidad de los cuerpos hambrientos

A veces, cuando la noche y la soledad irrumpen mis sentidos, introduciéndome en un estado de alucinación, me trasporto a Londres, ciu...

Lo más leído

¿Cuál es la función del arte?

Gemma E. Ajenjo Rodríguez | Artes plásticas

El Bogotazo, 9 de abril de 1948: el relato de la muerte de Jorge Eliécer Gaitán en la prensa

Yeison Yamir Martínez Mejía y Peter Henry Ortiz Garzón | Historia

La política, el bogotazo y la muerte de la esperanza

Carlos Alberto Salinas Sastre | Historia

Aproximación a la definición del Arte

Eduardo Vásquez | Artes plásticas

Tres poemas de Luiz Mizar

Donaldo Mendoza | Literatura

Rosa jardinera

Álvaro Yaguna Nuñez | Música y folclor

Gitanos: érase una vez América

Ricardo Hernández | Pueblos

Síguenos

facebook twitter youtube

Enlaces recomendados