Cine
Asesino del futuro: una película de acción con mucha reflexión
Debo reconocer que, cada vez que una película de Bruce Willis ve la luz, siento de repente la necesidad de verla y evaluar si el actor americano sigue siendo uno de las leyendas del género de acción.
Con filmes como Die Hard (Duro de matar) o Pulp Fiction, el hombre supo hacerse un hueco en la historia del cine y marcar a generaciones enteras de espectadores en los años 90.
La recién estrenada Asesinos del futuro es una pretenciosa película de ciencia ficción que, tras un prometedor comienzo con mucha acción en un mundo futurista, se torna existencialista en su segunda mitad, sin llegar a balancear correctamente dichos cambios de tono.
Bruce Williis es una figura esencial de la cartelera por su fama, y sin embargo, hay que aclarar que no es el gran protagonista que anuncia el afiche y eso puede ser motivo de frustración para sus grandes seguidores. En todo caso, la película crece con su presencia en escena y se ve teñida de un acento irónico y entretenido como siempre suele ocurrir cuando aparece la estrella americana.
En la película, Joe (Joseph Gordon-Levitt) es un “looper”, es decir un asesino a sueldo que mata personas enviadas del futuro en campo abierto y a quemarropa. El problema surge cuando la víctima que tiene que liquidar es él mismo, pero interpretado por Bruce Willis. Entonces, decide perdonarle la vida (o sé perdona la vida) y, como consecuencia, deberá escapar para que su jefe capo mafia (Jeff Daniels) no lo elimine.
En realidad, clasificar este tipo de película no resultad nada fácil. Asesinos del futuro es una combinación de varios géneros en un futuro apocalíptico. La historia comienza con mucha acción, pero luego vira hacia el existencialismo filosófico. Incluso logra convertirse en un melodrama con la aparición del personaje de Emily Blunt y su hijo en la ficción, provocando una caída del ritmo del relato involuntariamente.
Es cierto que la película no se enmarca dentro de los parámetros hollywoodenses, algo que puede considerarse una buena noticia para las convencionales historias saturadas de efectos especiales, pero tampoco logra convencer el espectador.
El film dirigido por Rian Johnson se salva en muchas ocasiones gracias a un evidente comodín: Bruce Willis. El famoso actor le otorga frescura a la densidad del relato, pero, a la vez, su personaje dista del que nos tiene acostumbrados. Quien vea el afiche con Bruce Willis empuñando un arma y entre al cine, saldrá decepcionado.
Ahora, quien busque una historia seria, con vueltas de tuerca y un futuro oscuro pero posible, saldrá más satisfecho. El relato no es del todo original, pues recurre a varias ideas de clásicos de la ciencia ficción, pero en la piel de un Joseph Gordon-Levitt en ascenso, tiene aires de novedoso y hasta resulta atractivo.
Sobre el autor
Alberto Campos
Cinescrúpulos
Alberto Campos, Valledupar (1976). Sociólogo y Abogado de la Universidad Popular del Cesar. En Cinescrúpulos expone su faceta de crítico y amante del Cine, pero con total independencia. Su fin es alabar las buenas películas y señalar las malas producciones.
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