Artes escénicas
Los secretos de la danza del Pilón vallenato
El desfile de piloneras que abre cada Festival Vallenato, y su danza del pilón ya son parte del paisaje folclórico en el Cesar. El vallenato los ha puesto en primera línea y, sin embargo, su raíz no está especialmente ligada al Vallenato.
Ambos se inspiran en el Pilón, un canto popular que se ha transmitido por muchas generaciones a través de una de las tareas domésticas tradicionales en la región: la pilada (molida) del maíz y que hoy parece perpetuarse a través del verso: “A quién se le canta aquí, a quién se le dan las gracias. A los que vienen de afuera o a los dueños de la casa…”
En 1984, Consuelo Araújo Noguera, embajadora por excelencia del vallenato en Colombia, propuso que el Festival de la Leyenda Vallenata tuviera un baile representativo y que sirviera como puerta de entrada al evento. Entonces, en ese momento, la Danza del Pilón asume un vínculo escénico con la música vallenata (sin haberlo tenido antes).
En 1981, casualmente, Cecilia "La Polla" Monsalvo organizó el primer desfile de piloneras con el objetivo de recuperar la tradición. Y a partir de 1994 el desfile de piloneras se convirtió en concurso del Festival Vallenato.
Desde entonces, cientos de hombres y mujeres invaden las calles de Valledupar el primer día del Festival y llenan de colorido y música este evento y preparan a los asistentes para los días de fiesta que vienen y en los que se coronará al Rey Vallenato.
Sin embargo, para los investigadores y folcloristas, la danza del pilón empieza a adoptar su forma moderna con las fiestas del Carnaval en Valledupar a principios del siglo XX. Sus principales impulsores fueron Óscar Pupo Martínez, Evaristo Gutiérrez, Florentino González, Fidel Mejía, Rosa García, Isabel Rojas, Sebastiana Villero y Ana Francisca Guerra, quienes la crearon especialmente para el carnaval, inspirados en las labores del hogar relacionadas con el consumo de productos de maíz, las cuales se acompañan con versos y coplas.
La danza del pilón -como hoy la conocemos- empezó primero a ejecutarse en salones en los barrios Cerezo, Cañaguate, La Garita, Centro y Altagracia de Valledupar. Luego, se popularizó.
“Yo quiero que esta tradición se mantenga. Por eso mis hijos y mis nietos participan en la danza, porque esta danza no se puede morir”, dice Maritza Viña, directora de El Pilón del Cañaguate, una de las agrupaciones más antiguas del festival vallenato. En las oportunidades en las que ha hecho parte del concurso de piloneras, su grupo ha recibido 15 trofeos grupo ha sido declarado fuera de concurso en dos oportunidades.
PanoramaCultural.com.co
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