Artes plásticas

Cosas del arte y cosas de artistas

Redacción

06/05/2014 - 11:20

 

Cosas del arte y cosas de artistas

Inauguración de la Expo El grito en la Casa Luque (Valledupar)La gritería es algo inherente al arte. Algo imprimido en sus genes. Todo artista grita, aunque sea en silencio, desde los rincones más incomunicados de su taller, incluso sin pincel y sin tela, y espera que su obra repita ese grito más allá de los límites del tiempo.

El artista grita para buscarse, para denunciar, defender, criticar, indignarse o ganarse la aprobación de los demás. Grita por gritar, muchas veces por simple impulso. Y ese chillido tiene efectos, o no. Depende de la receptividad y la madurez de una sociedad. No todo el mundo sabe entender un grito, y sobre todo, cuando todo el mundo grita a la vez.

La exposición “El grito”, encabezada por el artista argentino-vallenato Francisco Ruiz, tenía esa particularidad de emitir un grito colectivo: no es fácil afinar una treintena de solistas que habitualmente gritan por su lado.

Los motivos del grito eran fundados. La noche de la inauguración, el 25 de abril del 2014, todos los invitados clamaron el eslogan de “Aviva el arte” para exigir más atención de la clase política. Fue después de sorber algunos tragos del champán que amenizaba la velada. El grito fue corto y liviano, quizás un poco intimidado por la luz blanca del salón.

Hubo tiempo para tomarse fotos, el artista Kajuma lo hizo con una cierta naturalidad antes de refugiarse en un bar cercano, Pisciotti iba y venía constantemente entre las dos salas de la casa, y Jacqueline Celedón no perdía una ocasión de presentar su escultura “El abrazo”. Jacobo Solano explicaba los avances del arte digital en Estados Unidos y El Turri cómo debía mirarse su Tótem en recuerdo a Diomedes Díaz. Todos eran gritos entrecortados de personalidad artística. Firmas fugaces de espontaneidad estética.

Un grito artístico siempre suele tener una buena intención, o, por lo menos, una buena justificación, y Pacho Ruiz defendió perfectamente las razones de esta iniciativa. El fin era exponer una postura común para reclamar la atención de las instancias de poder y, para eso, era necesario una unidad y cohesión. Algo difícil de conseguir cuando, en muchas ocasiones, el arte nace de una percepción personal. El grito de la exposición debía ser una voz unánime, homogénea y sólida, y, efectivamente, así fue durante la primera hora, mientras la bebida y las fotos permitían mantener callado el grito individual. El grito que nace de las vísceras.

Después del discurso de Francisco Ruiz, el artista Celso Castro aprovechó un instante de dispersión para preguntar al máximo organizador por qué su obra había sido expuesta en un lugar tan retirado, y sobre todo, desconectada del resto de obras que había aportado. Su tríptico debía presentarse completo, o no presentarse. Eso me explicó saliendo de la sala con el cuadro en las manos. Otro artista le había ayudado a descolgarlo en plena recepción. Su respiración era agitada y su grito angustioso.

A esta inquietud artística –que denota orgullo por una obra y un cierto sentido de la curaduría–, Francisco Ruiz respondió que la colectividad debía prevalecer sobre las individualidades. La falta de espacio impedía llegar a un acuerdo inmediato y, finalmente, chocaron dos conceptos del arte. Dos formas de pensar. El arte como idea de grupo y el arte como idea de persona.

Celso Castro se fue con su obra y durante un tiempo se impuso ese grito insospechado en las conversaciones. Algunos vieron el resultado de una difícil coordinación, y otros un grito inevitable. Joner Rojano definió ese desplante como un maravilloso “Performance” que dio vida al evento. Un grito de carácter.

 

Johari Gautier Carmona

@JohariGautier

0 Comentarios


Escriba aquí su comentario Autorizo el tratamiento de mis datos según el siguiente Aviso de Privacidad.

Le puede interesar

Los casinos comienzan a invertir en arte

Los casinos comienzan a invertir en arte

  Los casinos han sido lugares que han ofrecido un poco de todo en los últimos años. En Las Vegas o Monte Carlo, por ejemplo, los c...

79 obras inscritas en el concurso de afiche del Festival Vallenato

79 obras inscritas en el concurso de afiche del Festival Vallenato

Un total de 79 obras se inscribieron en la convocatoria para escoger el afiche promocional del 46 Festival de la Leyenda Vallenata que,...

La exposición Empoderarte II en Valledupar, en homenaje a Sara Maestre de Acosta

La exposición Empoderarte II en Valledupar, en homenaje a Sara Maestre de Acosta

  La Biblioteca Departamental Rafael Carrillo Lúquez, la Secretaría de Cultura y Turismo del Cesar y el Colectivo de Mujeres de la ...

El insólito duelo del pintor Édouard Manet

El insólito duelo del pintor Édouard Manet

No importa a qué época echemos la vista atrás: la Historia del Arte está repleta de ejemplos de la excéntrica personalidad de la q...

De Salta a Valledupar: el viaje místico de los espejos de América

De Salta a Valledupar: el viaje místico de los espejos de América

A pocas horas de uno de los pueblos más auténticos del continente americano, el artista Francisco Ruiz reflexiona sobre los pilares...

Lo más leído

Síguenos

facebook twitter youtube

Enlaces recomendados