Artes plásticas

El auge del Performance en Valledupar

Redacción

27/09/2012 - 11:10

 

Ze Carlos y Ricardo González / Foto: José Luis RoperoDurante gran parte de la historia de la humanidad, el arte fluyó únicamente desde el artista hacia el observador, pero con la aparición de movimientos vanguardistas como el happening y el performance la dinámica artística cambió, convirtiendo al espectador en creador y en objeto mismo de la obra.

En los últimos meses el arte de acción ha ido abriéndose un campo respetable dentro de las manifestaciones culturales de Valledupar, principalmente a través de las presentaciones realizadas por colectivos como Arte Upar 21, Big Bang Art, Cultura Ciega y Dibujo Valledupar.

Con el protagonismo de los artistas Ricardo González Payares y Ze Carlos Molina, el parque de Las Madres de Valledupar se convirtió en un espectáculo abierto en el que el público se untó de pintura, asumió un rol creativo y se convirtió en contenido mismo de la obra.

Con rostro rígido y pintado totalmente de negro, Ricardo recorrió paso a paso el escenario mientras la gente le daba color utilizando sus manos; entonces un ser oscuro y anodino tomó vida y empezó a sonreír. Paralelamente, Ze Carlos posaba para los 40 dibujantes que se dieron cita en el lugar, de pronto se puso de pie y expulsando fuego como un dragón sorprendió a todos.

A la pregunta de por qué tantos artistas se han unido para trabajar simultáneamente en un mismo espacio, Ze Carlos explicó: “El objetivo es recuperar los parques y lugares comunes de la ciudad, que la gente pueda reunirse nuevamente, en familia, con amigos y que tenga sentido de pertenencia por su ciudad. Esta es la segunda actividad de este estilo que realizamos en el Parque Las Madres y esperamos poder continuar llevándolas a cabo, tal como lo dice nuestro manifiesto”.

Y es que estos artistas tienen como compromiso resaltar las expresiones del arte y aplicarlas al entorno a través de la pintura, el teatro, la música, la danza, la literatura, el cine y toda actividad que exalte el valor de lo estético con sentido social, en una ciudad que conservando las tradiciones se reinventa y en la que una nueva generación de artistas hace méritos para que su época sea recordada como un referente de la vida vallenata.

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