Cine
El maestro luchador o cómo combinar puños y escuela
Kevin James es, junto a Adam Sandler, Vince Vaughan, Will Ferrer y otros cuyos nombres ni queremos recordar, el grupo de “intérpretes” más desastroso que haya pisado los escenarios de Hollywood.
Este gordito buena gente que actuaba de marido estúpido en una serie de TV de los 90, “The King of Queens”, ha sido el protagonista de varias de las peores películas que hemos tenido la mala suerte de ver en estos últimos años, siendo “El guardián del zoológico” un ejemplo de record, muy en especial por lo destartalado de la historia que cuenta.
Se puede decir, sin temor a mentir, que el guión de la presente, “Here comes the Boom” (El maestro luchador), no es tan malo como el antes mencionado. Sin embargo, es tan convencional y desabrido como los de varias docenas de comedias de los pasados años.
Como siempre, Scott Voos, que es maestro de un colegio privado, es un perfecto inútil, llega tarde a su clase, que no pone interés alguno en enseñar a sus alumnos y que es desaliñado y necio. Pero, cuando al profesor de música del colegio lo va a hechar porque el colegio debe hacer ahorros, entonces, de buenas a primeras, ya Scott se dedica en cuerpo y alma a recolectar dinero para impedir la cancelación del anciano Marty y, de buenas a primeras, se convierte en luchador y, además, en abnegado profesor de biología y enamorado de la hermosa Salma Hayek (que, pura casualidad, se llama Bella como la vampira) a la cual habrá de levantarse porque, de tarado, pasa a ser héroe y galán y todo lo maravilloso que usted pueda imaginar, aunque, por supuesto, ningún infeliz espectador tendrá (y eso nos incluye a nosotros) tan formidable imaginación como para inventarse tantas tonterías repletas de incongruencias y necedades.
Naturalmente, con el cine de Hollywood, con ese cine pensado estrictamente para los muchachos norteamericanos y sin otra pretensión que no sea invertir unos millones para ganar más millones, nunca tenemos muchas expectativas. Puede que, alguna vez, nos sorprendan, pero eso es como ganarse el baloto.
En lo que se refiere a histrionismo, no vayan a la espera de nada que sobresalga. Kevin James es como los cómicos nuestros de la TV: siempre habrá de hacer lo mismo aunque el personaje parezca diferente.
Salma Hayek debe estar pasando un mal momento porque queda claro con este guión que su personaje de Bella no va a ser recordado no por la crítica más de tres semanas (Y si la recuerdan es por su liviandad). Y al casi olvidado Henry Winkler le han hecho un favor dándole unos miles de pesos por ese papelito inocuo de Marty Streb. Y el resto es tan o más olvidable que los ya mencionados.
No hay más que decir. Esta es una película divertida pero pobre en contenido y originalidad. A la comedia americana le cuesta renovarse, ésa es la principal conclusión.
Sobre el autor
Alberto Campos
Cinescrúpulos
Alberto Campos, Valledupar (1976). Sociólogo y Abogado de la Universidad Popular del Cesar. En Cinescrúpulos expone su faceta de crítico y amante del Cine, pero con total independencia. Su fin es alabar las buenas películas y señalar las malas producciones.
0 Comentarios
Le puede interesar
Abierta convocatoria del séptimo Festival de Cine Verde de Barichara
El Festival de Cine Verde de Barichara (Festiver) es un evento único en Colombia que desde hace 7 años ha realizado una ardu...
Luis Ospina, primer director colombiano homenajeado en el Festival de Cine de Cartagena
Por primera vez el Festival Internacional de Cine de Cartagena de Indias, FICCI, -que se llevará a cabo del 2 al 7 de marzo de 2016-...
#Chef: cuando la cocina cautiva el mundo del cine
El arte culinario vive sus mejores momentos. Los chefs están de moda. Los reality shows «internacionales» hacen del chef un astro me...
Lo imposible, un Tsunamí visual y emocional
Detrás de un título enigmático y poco sugestivo “Lo imposible” (2012) se esconde el más reciente filme de Juan Antonio Bayona, ...
180 segundos: una película con final imprevisible
Los planes siempre están ahí para cambiarlos. Es una ley de vida. Por mucho que nos empeñemos en organizarlo todo, en anticipar cada...