Cine
“Nuestro video prohibido” o cómo reavivar la pasión en una pareja
Tras diez años de matrimonio y dos hijos en común, Jay (Jason Segel) y Annie (Cameron Díaz) siguen muy enamorados, pero la pasión se ha enfriado un poco.
Para recuperarla, nada mejor que volver a lo que les unió en un principio de manera pasional: el sexo. Así es cómo deciden grabarse en un video probando todas las posturas indicadas por un conocido manual de sexo en una sesión maratoniana de tres horas de duración.
A la mañana siguiente, la felicidad ha vuelto. Están de lo más contentos… hasta que descubren que su vídeo más íntimo ha pasado a dominio público. Esto da lugar a una noche de locura en la que procurarán por todos los medios recuperar su vídeo y reputación.
Buen inicio para una comedia. Pero no se equivoquen: Nuestro Video Prohibido tiene mucho corazón y a veces pocas sorpresas. Cameron Díaz y Jason Segel hacen un buen equipo, interpretando sus papeles con calidez y accesibilidad. Díaz es especialmente buena en esta película; su ritmo y sincronización son increíbles, y ella es tan agradable, incluso cuando su personaje tiende a caer en los extremos. Es notable, también, cómo Annie y Jay son plasmados como iguales en lugar de la típica pareja con opiniones diferentes que Hollywood suele arrojar en cada comedia romántica.
Sin embargo, cuando ya han pasado dos tercios de la película, uno siente como si el mismo chiste se estuviera repitiendo infinitas veces. Una nueva complicación se presenta hacia el final de la película innecesariamente, y el final no es sorprendente, por decir lo menos. Y sin embargo -y esto es el mayor atractivo de la película- uno se siente bien al final por Annie y Jay.
Los padres necesitan saber que Nuestro Video Prohibido -una comedia lasciva pero divertida sobre una pareja tratando de reavivar la pasión en su matrimonio- es definitivamente demasiado madura para adolescentes y preadolescentes. En primer lugar, está el tema central: el sexo, y la creación de un video sexual y los problemas y la hilaridad que se derivan de esa decisión. También está la exploración de las fallas de un matrimonio, que puede pasar por encima de los espectadores más jóvenes. Dada la parcela, hay mucha desnudez (no se muestran los genitales) y el lenguaje sube de tono.
El consumismo es rampante: Casi todo el mundo tiene un iPhone o un ordenador portátil Mac o algún otro producto de Apple. Se utilizan drogas y el alcohol, hay algo de violencia jugado para provocar risas (un hombre golpea a un perro vicioso, lo empuja hacia arriba contra una pared y se cae de un balcón con el).
Por lo demás, una película entretenida pero que no quedará en las memorias.
Alberto Campos
Sobre el autor
Alberto Campos
Cinescrúpulos
Alberto Campos, Valledupar (1976). Sociólogo y Abogado de la Universidad Popular del Cesar. En Cinescrúpulos expone su faceta de crítico y amante del Cine, pero con total independencia. Su fin es alabar las buenas películas y señalar las malas producciones.
0 Comentarios
Le puede interesar
El Sorprendente hombre araña o el reinicio de una saga
Ante el éxito obtenido con “Los Cuatro Fantásticos”, “Iron man” y “Hulk”, Marvel Comics se dio a la tarea de crear un nue...
Hotel Transylvania o el mundo de los monstruos sensibles
En estas fechas de Halloween, el tema de los monstruos, fantasmas y otros delirios de la mente surge con fuerza. Los mitos y leyendas m...
La teoría del todo: un vivo retrato del matrimonio de Stephen Hawking
Ciertos medios dicen que el científico Stephen Hawking lloró de emoción al verse en la película “La teoría del Todo” (The th...
Turbo o cómo vivir los sueños de manera intensa
Un caracol con sueños locos que insiste en perseguirlos. Así podríamos resumir la historia de Turbo. Una formula muy conocida por lo...
La historia oficial: la primera película latinoamericana en ganar un Oscar
La historia oficial (1985), de Luis Puenzo, es una obra cinematográfica que se adentra en los últimos meses de la dictadura mili...