Bienestar

La obesidad: enfermedad del siglo XXI

Eber Patiño Ruiz

30/03/2017 - 08:52

 

 

Mucho se ha hablado sobre el tema de la obesidad, no solo en Colombia, sino en el mundo, por eso la Organización Mundial de la Salud (OMS) ha dado su voz de alerta sobre el particular y llevado la obesidad al nivel de pandemia, entendiéndose pandemia como un problema global de gran riesgo para la humanidad, así como declaró en su momento al virus del H1N1, o la peste de las vacas locas y la fiebre aviar, o la viruela y la conspiración de las grandes multinacionales farmacéuticas al inventarse enfermedades potencialmente peligrosas para la especie humana.

En este sentido, las estadísticas del estudio realizado por OMS, muestra un preocupante aumento del 23 por ciento de la obesidad, con un desafortunado primer lugar ocupado por la población infantil de 5 a 13 años, y quien lidera esta lista es precisamente EEUU, el mayor promotor de la conocida comida chatarra (perros calientes, hamburguesas, patatas fritas etc) y sus insignes multinacionales McDonald’s, Pizza Hut, Burger King, KFC, Taco Bell, Subway, son las empresas que han propagado por el mundo el negocio de las comidas rápidas, logrando cambiar los hábitos alimenticios de los países donde tienen sus filiales y de paso generando el mismo mal que hoy padece el país más enfermo del mundo. Le sigue México con sus famosos tacos mexicanos, compuestos de harina y jamón; Chile con un tercer lugar en la lista. España es el país más obeso de Europa.

Colombia no es ajena a esta problemática de salud, y el resultado lo arrojó la más reciente Encuesta Nacional de la Situación Nutricional en el país, elaborada cada cinco años por el Instituto Nacional de Bienestar Familiar, siendo la última publicada en el mes de noviembre de 2016 en la que se indica que el 51% de los colombianos padecen de obesidad o sobrepeso, el panorama no es muy alentador.

La obesidad es considerada como el factor de riesgo más común que desencadena una serie de enfermedades cardiovasculares, accidentes cerebrovasculares, hipertensión, y la diabetes. Adicionalmente, las personas con sobrepeso u obesidad tienen más riesgo de lesiones osteomusculares y de la piel. Otra de las dificultades son problemas de hígado graso y de la vesícula. Triglicéridos altos, mareos constantes, agotamiento físico, apnea del sueño y problemas respiratorios, entre una larga lista de complicaciones en los diferentes órganos internos.

El problema de salud pública dado por la obesidad, se refleja en el aumento de muertes por deficiencia coronaria, sumado al ausentismo laboral, las incapacidades y todo lo que conlleva tener un cuerpo pesado y mofo, que dificulta realizar ciertas actividades normales para el resto de la población como: subirse al bus por la puerta de atrás porque no cabe por la registradora, evitar subir escaleras, dificultad para conseguir un empleo y ser discriminado por su condición de obeso, sentarse en una silla y cuidar de no caerse y si así fuere, la dificultad para levantarse de nuevo.

La obesidad también provoca unos efectos psicológicos y emocionales muy negativos. Estos aspectos incluyen sentirse menospreciado, poco atractivo para el sexo opuesto o discriminado y puede provocar que aquella persona que tiene un exceso de sobrepeso sufra graves trastornos depresivos.

Muchas personas que padecen obesidad mórbida o severa terminan aislándose por completo y recluyéndose en su casa o en su dormitorio, evitando levantarse de la cama o del sillón ya que cada movimiento les resulta un gran esfuerzo físico. Esto no hace más que empeorar su situación hasta llevarla a un punto en el que cada vez será más complicado dar la vuelta e esta situación.

Cuanto mayor sea el grado de obesidad que se padece, mayor será el impacto sobre la salud y la calidad de vida y mayor serán los riesgos de sufrir otras enfermedades. También existen casos en los que un hombre o mujer con un grado de obesidad leve o que incluso no alcanza el grado de obesidad, se sienta obesa, tenga una baja autoestima y caiga en una depresión.

Hemos de mencionar dos puntos de reflexión:

1-. Hoy más que nunca tenemos a la mano cualquier cantidad de información sobre la obesidad y sus consecuencias, sin embargo, la cifra va en aumento, y no tiene razón o justificación una condición de obeso, cuando vivimos saturados de batidos, comidas orgánicas, la publicidad que nos vende siempre el cuerpo perfecto, el aumento de los gimnasios y estilos de vida saludables, etc.

2-. Todos estos elementos deberían servir de motivación para cambiar los malos hábitos alimenticios, pero parece que están haciendo el efecto contrario, la razón, o la explicación a este raro fenómeno se desconoce.

El otro punto para reflexionar es la pobreza, como bien lo indica el estudio de la OMS, la falta de dinero para comprar alimento, se traduce en comprar y comer lo más barato, con tal de tener el estómago lleno un par de horas, y en esa dualidad de comer bien o no comer, se opta por comer cualquier cosa, que por lo general son harinas y gaseosas, siendo justamente estos los causantes del problema de salud.

Hoy, en el mundo, la obesidad es una pandemia que va a desatar una crisis de salud de proporciones dantescas, y lo peor es que ningún gobierno o sistema de salud, está preparado para lo que se avecina

En nuestro país, con la crisis generada por las EPS, y con la mitad de su población obesa, es necesaria hacer ajustes desde ya, para que no acabe de colapsar el sistema, atendiendo solo por tutelas, mientras el resto de los pacientes se mueren en la puerta de los hospitales.

 

Eber Patiño Ruiz

@Eber01 

Sobre el autor

Eber Patiño Ruiz

Eber Patiño Ruiz

Hablemos de…

Eber Alonso Patiño Ruiz es comunicador social, periodista de la Universidad Católica del Norte Sede Medellin, Antioquia. Su gran pasión es la radio y la escritura. Tiene dos novelas terminadas y una en camino, un libro de cuentos y otro de historias fantásticas; tres libros de poesía: Huellas, Tiempos y Expresión del alma.

@Eber01

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