Literatura
Décimas de vida, de José Atuesta Mindiola
Uno de los poetas más conocidos de la ciudad de Valledupar, José Atuesta Mindiola, comparte con nosotros sus últimas décimas, tituladas: "Décimas de vida". Una creación literaria que retrata los ciclos de la existencia y destaca sus enigmas y su belleza.
Es un misterio la vida, no la muerte. [José Atuesta Mindiola]
I
Así es el ciclo de vida:
Aurora, fuego de albor,
la inocencia en esplendor
con esperanza prendida;
cual águila detenida
sobre la celeste altura,
el cenit con su armadura
de experiencias y deberes,
llena el alma de saberes
y el corazón de ternura.
II
Comienza el atardecer;
el cenit se apaga lento,
una humarada en el viento
nos impide detener,
y menos retroceder
porque el tiempo es como el río
que alejado del estío
fluye veloz en presente,
el futuro ya se siente
y el pasado es sombrío.
III
Cuando el crepúsculo canta
en la orilla de la sombra,
temblorosa está la alfombra
cuando el hombre se levanta;
afligida la garganta
por sus cuerdas destempladas
y las voces apagadas
entre suspiro de malva,
evoca rayos del alba
de lejanas madrugadas.
IV
La muerte no es un misterio,
es opaca realidad,
es el fin sin vanidad
en la entrada al cementerio.
Bien lo dice en el salterio
el filósofo pastor:
en las olas en candor
la vida inicia su ruta
y Dios bendice la gruta
donde florece el amor.
V
Celebra y canta a ti mismo,
respetando a los demás;
no te detenga jamás
en el fondo del abismo;
piensa y vive en optimismo.
Disfruta, la vida es bella,
es la fascinante estrella
del amor y de la suerte;
y si piensas en la muerte
ella te busca querella.
Valledupar, 14 de marzo de 2012
0 Comentarios
Le puede interesar
Néstor Madrid Malo: otro olvidado por la crítica literaria en Colombia
Cuando en 1982 Hermann Saunock publicó su olvidada “Lámpara de los Locos”, declaró a la prensa que el eje fundamental de su ...
Un homenaje a Carlos Fuentes: el testimonio de los escritores
Esta semana moría uno de los escritores más influyentes de la lengua hispana. Mexicano de adopción, Carlos Fuentes se dedicó desde ...
Los diez de Mendoza
Estamos en tiempos caseros, redescubriéndonos como seres de nuevo, sin la bulla urbana, sin los gritos callejeros, sin ruido y hum...
Y a usted, ¿ya le regalaron una poesía?
El papel está enrollado y atado con cinta, su contenido ha extasiado a cientos y muchos son declamados con el acompañamiento de una...
Julio, el impotente
Para Julio era el peor día al que se enfrentaba y así lo denotaban sus ojos enrojecidos y sus grandes patas de gallina demarcad...