Literatura

Liliana Martes: “La lectura no se enseña, se contagia”

Redacción

28/08/2013 - 11:40

 

Liliana Martes en el Banco de la República de ValleduparPromover la lectura no se improvisa. Fomentar el interés por la literatura, por descubrir nuevas historias, no se limita a recomendar un libro –por muy bueno que sea– o compartir simples anécdotas sobre una historia.

La promoción de la lectura es una actividad que requiere pedagogía, paciencia y mucha creatividad. Hay que saber ponerse a la altura de los jóvenes, escucharlos, entender cuáles son sus intereses, elaborar estrategias, para así mostrar paulatinamente que con la literatura uno puede divertirse igual –o mucho más– que con un Iphone.

En un foro dedicado especialmente a la promoción de lectura en el Banco de la República, la psicopedagoga Liliana Martes confirmó estas ideas y expuso su experiencia personal dentro de la institución en la que trabaja en la costa Caribe.

“Mi entraña ha sido crear clubes de promotores de lectura”, expresó la ponente con la satisfacción de haber implementado unos círculos que han crecido favorablemente en Barranquilla.

Desde hace diez años se dedica a ello, y en ese tiempo ha tenido la posibilidad de aplicar todo tipo de tácticas. Obviamente, Liliana comprobó de primera mano lo difícil que es llamar y retener la atención de los jóvenes, cambió mil veces su forma de invitarlos, hasta que terminó teniendo resultados palpables.

La experiencia fue tan productiva que Liliana elaboró un listado de las cosas que No deben hacerse porque desmotivan inmediatamente al niño. No hay que decirle abiertamente que se le invita a un grupo de lectura, NO se le puede sugerir o exigir inmediatamente un libro, ni tampoco pedirle que haga un resumen, porque esto es contraproducente.

El arte de promover la lectura está en transmitir el amor por los libros y las historias, en crear imágenes de felicidad, en adaptar el discurso y tono de voz en cada situación,  en relacionar la literatura con otras actividades como el cine, en generar entusiasmo.

“La lectura no se enseña, se contagia”, subrayó Liliana y, en esa misma dirección, aconsejó a los promotores que se animaran con cada uno de sus logros. “Que un muchachito hojee un libro, ¡ya es todo un éxito!”.

De su experiencia personal con los adolescentes, Liliana Martes resaltó varios puntos claves. El primero de todos es que a los adolescentes les gusta la irreverencia y expresarse a su modo. Por eso, hay que tener una cierta flexibilidad y no imponer un formato en los ciclos de lectura.

Luego, es necesario entender la psicología del adolescente y de afirmar su personalidad. “Les encanta encontrar libros que les ayudan a descifrarse  –explicó Liliana–. Además, sienten una fascinación por lo no permitido”.

0 Comentarios


Escriba aquí su comentario Autorizo el tratamiento de mis datos según el siguiente Aviso de Privacidad.

Le puede interesar

El ocaso de la paloma

El ocaso de la paloma

  Cuando la paloma sintió en sus huesos el peso de los años acumulados y el cansancio producido por el trajín de una vida envuelta...

El Archivo de Gabo en Texas abre con un gran simposio sobre su vida y obra

El Archivo de Gabo en Texas abre con un gran simposio sobre su vida y obra

La Ministra de Cultura, Mariana Garcés Córdoba, académicos, periodistas, cineastas y colegas de distintas partes del mundo del Nob...

Ese intruso gato azul

Ese intruso gato azul

Desde mi niñez juré que más nunca tendría un animal doméstico en mi casa. La decisión fue tomada encima del hueco donde había en...

La víctima del paseo (remake)

La víctima del paseo (remake)

¿Qué pasaría si el paseo millonario que describe Alberto Salcedo en su crónica “La víctima del paseo” sucediera en Valledupa...

Un artista del trapecio, el cuento breve de Franz Kafka

Un artista del trapecio, el cuento breve de Franz Kafka

  Un artista del trapecio —como todos sabemos, este arte que se practica en lo más alto de las cúpulas de los grandes circos, es ...

Lo más leído

Síguenos

facebook twitter youtube

Enlaces recomendados