Literatura

Un templo del saber para Manuel

Álvaro Morales Aguilar

22/12/2020 - 05:00

 

Un templo del saber para Manuel
El escritor Manuel Zapata Olivella y la biblioteca bautizada con su nombre en Bogotá

 

Con un justo y merecidísimo reconocimiento, este año de 2020 fue elegido por el Ministerio de Cultura como fecha dedicada a uno de nuestros notables escritores a nivel nacional latinoamericano y universal, Manuel Zapata Olivella. Y no sólo, pienso yo, porque a estas alturas del calendario de la vida ya se hayan cumplido cien años de su nacimiento (1920, Lorica, Córdoba- 2004, Bogotá), como por la significación de su extraordinaria valía humana y su polifacética obra intelectual y artística.

Por lo dicho, no es posible que en estos infelices momentos de la humanidad, nos conduzcamos sobrecogidos por una especie de silencio e insensibilidad letales que, excretados de la malignidad del virus que nos acosa y asedia en todas las esquinas e intersticios del aire y de la vida, lleguen a obnubilarnos, esto es a producirnos una ofuscación de la conciencia y del entendimiento, como para posar de indiferentes ante el propósito del Ministerio de Cultura, al respecto del homenaje al escritor Manuel Zapata Olivella.  

Y fiel a este trazo discursivo, quisiera referirme no a su obra, que ha sido referenciada por muchos analistas de la misma con mucha sabiduría y acierto, sino al plausible gesto del gobierno distrital de reconocer los valores espirituales e intelectuales de nuestro escritor colombocaribe, al dedicarle una hermosa biblioteca, la tercera más grande de la capital del país, rubricada con su nombre, ejemplares bofetada y lección a los gobiernos de nuestra esquina Caribe, muy ajenos y displicentes, en su mayoría, a la valoración de nuestros destacados exponentes del arte y de la cultura en general.

Así las cosas, hablemos entonces un poco de la biblioteca Manuel Zapata Olivella, en especial para los desaprensivos lectores del Caribe colombiano. El hermoso edificio diseñado y construido por el joven arquitecto Daniel Bermúdez Samper, de la Universidad de Los Andes, a quien también le adeudamos el del Teatro Julio Mario Santodomingo y otros de gran valor estético, ocupa un área de 6.550 metros cuadrados, surto al noroccidente de Bogotá, en la Avenida Cali (calle 86) con carrera 6aC-09, en el barrio El Tintal, en un sector antes deprimido socialmente (estrato poblacional 1 y 2), antes del 2001, cuando empezó a funcionar con el simple nombre de Biblioteca El Tintal, debida al Acuerdo 224 del Concejo de Bogotá, identificación que en 2006, bajo la alcaldía del burgomaestre Luis Garzón, se rebautizó consecuente y acertadamente como Biblioteca Pública Manuel Zapata Olivella. Hoy, en lo corrido del tiempo, el sector donde ella asienta sus raíces culturales, atestigua la transformación de su anterior fisonomía, ya sembrado de tantos edificios de apartamentos para estratos poblacionales diferentes, hallándose, además, muy cerca de ella, la sede principal de la nueva Universidad Agustiniana.

El hermoso edificio de la biblioteca, construido para “la transformación, la apropiación e interacción entre usuarios”, según lo proclama la página de internet, si bien es un poco reacio a las ventanas, le ofrece a sus visitantes, merced a su inusual y fantástico diseño un novedoso y muy efectivo confort luminoso y acústico valido de sus claraboyas y de un ingenioso y “espacioso piso techo”  que lo ornamenta, y alberga hasta ahora 90.319 volúmenes, 28 suscripciones a publicaciones seriadas, 5 suscripciones a periódicos locales, 237 materiales en Braille y macrotipo, tiene acceso a 773 libros digitales y a 15 bases de datos suscritas por Biblio Red. Cuenta, además, con 12.000 préstamos mensuales y desarrolla alrededor de 120 actividades mensuales en línea de lectura, escritura y oralidad, espacios creativos de ciencia, arte y cultura.

Fiel a la filosofía estética y socio-cultural del gobierno distrital de Bogotá, que inspiró la construcción y al espíritu de la biblioteca (gestores culturales y arquitectos), así como a la escogencia del nombre del polifacético escritor Manuel Zapata Olivella, ejemplar humano siempre aliado de las carencias, necesidades y aspiraciones culturales de los sectores populares, para distinguir ese llamativo edificio de trazos futuristas, ella aloja entre su seno un valioso haber cultural y artístico que debía explayarse a la comunidad aledaña y a los usuarios que la frecuentaran, y que, en tiempos normales, sumaron diariamente 3600, brindándoles un espacio atractivo para gratificar la adquisición del saber, la diversión y la estimulación de la creatividad tanto en los niños como en los jóvenes y en los adultos.

Es así como la política de apertura socio-cultural de la biblioteca Manuel Zapata Olivella, hacia la comunidad lindante (localidades de Kennedy, Patio Bonito y El Tintal), se cumple mediante programas de extensión, destinados a niños y adultos mayores, como el de lecturas vitales, la hora del cuento, leer en familia, el rincón de los abuelos, talleres de escritura, club de lectura infantil, leo con mi bebé y con programas dirigidos a la población de 17 años con discapacidad visual: oigo, siento y me comunico, a fuer de otras actividades y realizaciones tendientes a la “integración de la sociedad mediante la utilización del quehacer cultural y artístico para el reconocimiento de las diferencias y ayudar a buscar caminos para transitar, de a pocos, hacia un futuro distinto”, principio y tarea en la que ha estado empeñada, desde hace más de dos años, la actual coordinadora de esta Biblioteca Mayor de Bogotá, doña Soledad Prieto de Franco.

Sería oportuno en esto momentos del homenaje oficial al escritor Manuel Zapata Olivella, notable figura de la vida cultural del Caribe Colombiano, del país y de la literatura universal, que las instancias gubernamentales relacionadas con la vida espiritual del país, pensaran en el nombre de nuestro escritor para estamparlo también en la sede de la Universidad Nacional en La Paz, El Cesar, o en una dependencia de la misma (Facultad, auditorio, biblioteca, etcétera), que sea honroso para su memoria).

 

Álvaro Morales Aguilar

Escritor nacido en Tamalameque. Cofundador del Magazín del Caribe y autor, entre otros libros, de: Vida y asombros de don Ruma, El señor Secretero y Los peces de octubre.

Nota del autor: Quiero destacar el trabajo que la Universidad del Valle, a través del decano Darío Henao Restrepo, ha realizado en la recuperación de la memoria de Manuel Zapata Olivella y al reeditar veintisiete títulos de su obra. También, reconocer el aporte del libro Tras los pasos de un médico rural, de Luis Mario Araújo, fundamental para conocer la estadía del maestro Zapata, en nuestras tierras.

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