Literatura
La poesía negra de Ricardo Antonio Arias Ortíz
En su mirada profunda brilla una luz viva. El amor por la vida, quizás. Y de su garganta brota la música de sus rimas. Una melodía que se alimenta de todas sus experiencias. Ricardo Antonio Arias Ortiz es un poeta de 75 años. Nació en una familia humilde en Barrancavieja del Rey, en el departamento de Bolivar, y desde muy temprano mostró una inclinación por el arte.
Su libro de poemas “Los cángueras tocan tambó” (Casa Editorial Caribe), publicado el año 2005, es la muestra de esa sensibilidad que ha ido desarrollando durante todos estos años. Hijo de una cantadora de bullerengue y nieto de un abuelo decimero, Ricardo Antonio cultivó desde muy temprano una facilidad para escribir cuentos y poemas que le sirvieron para expresar su orgullo por la raza negra.
El poeta se entrega a la contemplación. Observa cada detalle con ojos escrutadores. Se interroga sobre el origen del mundo y ve poesía en todo:
“¿Dónde está la poesía?
La poesía es la esencia de la vida
Está en el trinar de un pajarito,
En la quietud de un santuario,
En la esperanza perdida
Del moribundo,
En la tristeza de un solitario […]”.
[DONDE ESTÁ LA POESÍA]
0 Comentarios
Le puede interesar
Tres siglos románticos [I]
Aristóteles se ocupaba de la “mimesis” (imitación o simulación), donde el artista copia la realidad y la refleja mejor de ...
Doce consejos de Gabriel García Márquez para escritores
A la hora de escribir, el mejor consejo posible es seguir las recomendaciones de quienes lo han dado todo por la escritura. Aquello...
De los gozos del cuerpo, de Harold Alvarado Tenorio
Una vez oí decir a Harold Alvarado Tenorio que las corridas de toros eran un espectáculo terrible, que era horrible ver cómo se fest...
Ernesto Cardenal: poesía necesaria
Si la poesía es siempre necesaria “como el pan de cada día” -que dijera el poeta español Gabriel Celaya, cuyos versos han ma...
El maestro del soneto erótico
La primera poesía que me aprendí con muchísimo entusiasmo, porque era obligatorio recitarla en el aula, fue “El colibrí”, un be...