Medio ambiente

22 de marzo, Día internacional del Agua”, pero ¿Qué agua?

Los campesinos colombianos se enfrentan a otra sequía / Foto: Contexto Ganadero

“Pero el que beba del agua que yo le daré no volverá a tener sed jamás, sino que dentro de él esa agua se convertirá en un manantial del que brotará vida eterna” (Juan 4,14).

Aún tenemos una gran despensa hídrica que lucha por mantener su equilibrio, sin embargo, la mano del hombre es su peor enemigo y la destruye día a día. La Sierra Nevada de Santa Marta es la mayor fábrica de agua del Caribe colombiano, pero observamos el deterioro inminente de sus nieves debido a la tala de árboles y la minería irresponsable del ser humano.

El hombre utiliza los materiales que nos proporciona la tierra para fabricar muchos de los objetos que diariamente usamos, pero no reparamos el daño que le hacemos; las políticas del Estado ante esta situación son débiles. Nos enfrentamos a la mayor debacle ecológica para la supervivencia del ser humano; las tierras cada vez más áridas y los ríos más secos, es como si ignoramos que el hombre en su estado natural posee un setenta por ciento del preciado líquido (dos terceras partes de nuestro peso corporal), está conformado por agua; más de la mitad de la cual se encuentra en el interior de las células (agua intracelular), mientras que el resto (agua extracelular) circula en la sangre y baña los tejidos."

Pero el cuerpo humano necesita proveerse de agua dulce, la cual proviene de los ríos y las lluvias, aunque en menor escala debido al cambio climático, que ya es una realidad.

La segunda fábrica de agua de la costa es la Serranía del Perijá. Allí nacen muchos ríos afluentes del río Cesar y el Magdalena, los cuales surten los acueductos ubicados a la orilla de la sierra, desde La Guajira hasta el sur del departamento del Cesar. Todos se encuentran en estado crítico, tirando a grave. Solo es necesario observar durante dicho recorrido sus canales áridos o secos.

Nuestra realidad es la falta de inversión en la conservación de estos recursos naturales y la negligencia de los gobiernos de turno para implementar políticas serias y luchar contra el flagelo de la tala indiscriminada de árboles y los desvíos del cauce de los ríos para el uso o interés de particulares, dejando desprotegida a la población que necesita de este vital líquido.

Estamos llenos de normas, decretos, leyes sin ninguna aplicación adecuada los organismos o entes creados no utilizan la jurisprudencia y se hacen de la vista gorda (desidia gubernamental).

Es evidente la grave situación que enfrentamos en cuanto a la conservación y el uso responsable de nuestros recursos naturales, especialmente del agua. La deforestación, la contaminación y la falta de políticas efectivas están llevando a una crisis ambiental que afecta directamente a nuestra calidad de vida y la de las generaciones futuras. Es imperativo que tomemos medidas urgentes y responsables para proteger nuestros ecosistemas y garantizar el acceso equitativo al agua, evitando escenarios extremos del posterior consumo. La conciencia ambiental y la acción colectiva son fundamentales para revertir esta situación y asegurar un futuro sostenible para todos.

En el peor de los casos, no puedo imaginar la vida de mis nietos en la década de los años cuarenta, cuando el hombre, en su afán por buscar agua, haya fabricado un laboratorio para extraerla del cuerpo de los seres humanos. Y a finales de los treinta, estemos firmando un documento que diga: “Dono mi cuerpo para la extracción de agua y su consumo humano”:

Próxima entrega: "Problemática ambiental: El río Magiriaimo y la Serranía del Perijá"

Luis Carlos Guerra Avila

Tachi Guerra