Música y folclor

Crónica del hombre parrandero

Peigly Rojas

04/05/2022 - 04:55

 

Crónica del hombre parrandero
La estatua de Francisco El Hombre en Riohacha / Foto: archivo PanoramaCultural.com.co

 

Un indio e’ sancocho, una botella de Robbie Burns a medio enterrar en el hielo de una vasija curtida y destartalada, un acordeón, mis amigos, la nota del vallenato y el dulce olor veraniego de mi Valle. Así comienza la parranda, la felicidad, el culto donde el hombre vallenato es inmortalizado. En esos momentos le canta a la muerte, se mofa de ella, es invencible.

“Cuando estoy en la parranda no me acuerdo de la muerte”

“Si hago mis parrandas es porqué la vida es bien corta”

El desafío al sepulcro recorre la historia del folclor vallenato, su esencia, sus letras. Muchos autores han escrito al respecto, entre lo más destacados, Alberto Salcedo Ramos, en su libro “Botellas de náufrago”.  Y por supuesto, toda esa teoría ontológica del vallenato tuvo sus albores con la gran leyenda de Francisco el Hombre, uno de los bastiones de nuestro concurso y Festival de la Leyenda Vallenata, donde los mejores acordeoneros, se enfrentan en la tarima homónima, ubicada en la plaza Alfonso López en el centro de la ciudad. Un hombre, pero no uno cualquiera, un hombre parrandero, peleaba contra el diablo, y en sus manos solo tenía su acordeón, un amuleto majestuoso cuyas notas descienden al seol y regresan. Cuentan, que Francisco Antonio Moscote Guerra, logró vencerlo entonado y ejecutando el credo al revés.

Composiciones como “Soy parrandero y qué” del riohachero Lenin Alfonso Bueno Suárez ‘Leabus’, interpretada por Emiliano y Poncho Zuleta en 1977. “Encuentro con el diablo” de Camilo Namen Rapalino, oriundo de Chimichagua (Cesar) grabada también por los hermanos Zuleta en la misma anualidad, e impajaritablemente “El amor amor” el himno del parrandero, ‘la génesis del canto vallenato’ como lo afirmó el escritor Julio Oñate, son la praxis de la vallenatologia, el testimonio cantado de la convicción de vivir que se siente en una parranda.

“Viajan juntos sin tener destino,
Van eternamente parrandeando”

Cuando el hombre parrandero, se encuentra ya peao en su trono -un asiento de madera con el espaldar y sentadero de cuero de chivo-, y retumba “arroyito de mi valle” de Gustavo Gutiérrez Ritmo, “el cordobés” de Adolfo Pacheco, “alas de mil colores” por Luis Egurrola Hinojosa, “no intentes” en la voz mágica del Cacique, “palabras de amor ” de Aurelio Núñez,  con la cabeza agachá, y sus brazos extendidos al cielo, hace una alabanza a la noche parrandera, su alma quisiera petrificarse en esas canciones eternamente, y que el amanecer con sus pesares no lo alcance.

“En el San Juan de Dios desperté con ganas de bebe y seguir gozando”

“Yo quiero vivir mi vida sin penas y sin tormentos”

 

Peigly Rojas

Abogada vallenata

1 Comentarios


Edwin Vladimir Peralta 05-05-2022 04:53 PM

Bello

Escriba aquí su comentario Autorizo el tratamiento de mis datos según el siguiente Aviso de Privacidad.

Le puede interesar

2015: ¿año de José Barros?

2015: ¿año de José Barros?

Este 2015 se cumplirá el centenario del nacimiento del maestro José Benito Barros Palomino y, de la misma manera que el 2012 fue de...

La leña y el fogón: rezagos literarios vallenatos

La leña y el fogón: rezagos literarios vallenatos

  Una vez, me encontraba visitando mi pueblo natal Codazzi, tomándome unas cervezas con Héctor Bolaños y Alejo Durán Junior en un...

Los Reyes interpretan al Rey, nueva producción de Germán Villa

Los Reyes interpretan al Rey, nueva producción de Germán Villa

Como respuesta directa al triunfo obtenido en el concurso de la canción inédita vallenata del 45 Festival de la Leyenda Vallenata, el...

A cantarle al río Guatapurí

A cantarle al río Guatapurí

  “Nace en la nevada el río cesar, pasa por San Juan la tierra mía, y en su cause de agua cristalina donde una sanjuanerita to´ ...

Diáspora y génesis afrocaribeñas: el merengue dominicano

Diáspora y génesis afrocaribeñas: el merengue dominicano

Es la época dorada de la habanera en el estilo llamado Upa y la Calenda Antillana por 1844, cuando surge el Merengue dominicano desd...

Lo más leído

Síguenos

facebook twitter youtube

Enlaces recomendados