Música y folclor

Alejandro Durán, un hombre convertido en leyenda

 

Con el fallecimiento de Alejandro Durán murió un humano, pero nació una leyenda llamada cariñosamente “El Negro Alejo”, lo que se escriba de él puede ser realidad o imaginación, todo producto de la fascinación que causó su existencia en los amantes del folclor vallenato.

El 15 de noviembre de 2023 se cumplieron 34 años del fallecimiento del Primer Rey Vallenato, uno de los más grandes juglares nacionales, Primer Medallista Olímpico de Colombia y precursor de la música vallenata a nivel internacional, se trata de Gilberto Alejandro Durán Díaz.

Alejandro nació en el municipio de El Paso, cuando todavía pertenecía al departamento del Magdalena, ahora por decreto hace parte del Cesar. Su natalicio fue un 9 de febrero de 1919 y su fallecimiento el 15 de noviembre de 1989. Velado y sepultado en el Cementerio Jardines de la Esperanza de Planeta Rica, pueblo donde vivió su época de gloria y últimos años.

"Yo soy el hombre de las tres sedes:  magdalenense de nacimiento, cesarense por decreto y cordobés de corazón” (Alejandro Durán)

A la edad de 25 años decide viajar en chalupa por el río Magdalena hasta la ciudad de Barranquilla donde hizo amistad con Luis Enrique Martínez, que además de ser su amigo personal y musical fue su compadre.

En 1962 llega a Planeta Rica, después de vivir en algunos municipios de Córdoba, Sucre y Bolívar; pero es estando en suelo planetarricense cuando se corona Primer Rey en Valledupar en 1968. Venía de Sahagún, separado de una mujer que le decían “La Maury” y cuyo nombre real era Calixta María Maury Maldonado de Barranquilla.

En la capital del Atlántico graba su primera producción discográfica con el sello Atlantic en 1950, este disco llevaría el nombre de “La Trampa” o “Guepajé”, claro que su primera composición se tituló “Las Cocas” y fue creada en 1948, apelativo dado a las labores en las cocinas de las fincas de esa época, siendo un tributo a las mujeres que hacían la comida en la Hacienda Santa Bárbara de las Cabezas.

En el año de su fallecimiento 1989 graba sus dos últimas producciones discográficas: "El maestro" con Discos Victoria, y para mitad del año lanza "Siempre" con Sonolux.

En sus 39 años de trayectoria musical conquista los escenarios de más de 500 pueblos de Colombia, teniendo que viajar a varios departamentos como Magdalena, La Guajira, Cesar, Córdoba, Antioquia, Bolívar, Sucre, Atlántico, entre otros.

El juglar vallenato es el artista colombiano que dio a conocer el sombrero vueltiao a nivel internacional; esta prenda de la cultura Zenú la lució con orgullo por las calles de México, Venezuela y los Estados Unidos de América.

Al ganar en el Festival Vallenato le dieron $5.000 de premio y el tiquete para viajar a México a representar al país en la parte cultural, fue acompañado de sus músicos y los deportistas a los juegos Olímpicos de 1968. Del país azteca trajo la primera medalla de Colombia en unas Olimpiadas.

El juglar en su trayectoria artística logró lo que difícilmente podrá hacer otro vallenato, componer 656 canciones, grabar y participar en alrededor de 259 discos con 15 casas disqueras diferentes; todo esto en sus 39 años en el escenario discográfico (1950 -1989).

Entre sus hazañas se relata que, en una de sus primeras grabaciones oficiales para la industria musical en 1961, con la casa disquera Discos Fuentes Stereo, saca el álbum "La ola del vallenato" y todas las 12 canciones eran de su autoría, un hecho difícil de superar en la historia del vallenato. Es bueno aclarar que fue frecuente grabar 12 canciones de su autoría en sus álbumes.

Un récord musical lo logra en 1968, grabando 4 discos el mismo año; 3 largas producciones: "Pedazo de Acordeón" con Discos Philips, "Primer Premio Festival Vallenato 1968" y "Triunfador del Festival Vallenato" con Discos Tropical; además, un sencillo con su compadre Luis Enrique Martínez titulado "Los campeones del Festival Vallenato" con Discos Fuentes.

Otro dato sorprendente, del cual se tiene evidencias, tiene que ver con la cantidad de álbumes grabados oficialmente, clasificados así: 74 con su conjunto, 26 con otros artistas, 22 inéditas, 137 recopilaciones y variados. Para un total de 259 discos grabados en la vida artística del Negro Alejo.

La obra artística musical del juglar Gilberto Alejandro Durán Díaz abarcó no solamente los 4 aires tradicionales vallenatos (son, paseo, merengue y puya), sino un conjunto de ritmos caribeños en los que se destacan gaitas, cumbias, porros y tamboras.

Para el año 1989, los médicos le habían prohibido ejecutar su acordeón. Tenía serios problemas cardíacos. Va como jurado al Festival de Chinú, Alejo le explicó al público que no podía tocar, pero con tanto ruego de sus fanáticos interpretó "Pedazo de acordeón". Enseguida su salud empeoró, esa fue su última aparición en un escenario.

Durán Díaz llegó al centro médico y expresó: "Atiéndame doctor que se está muriendo el Negro Alejo". Falleció en la habitación 204, de la clínica Unión de Montería, a las 8:55 A.M. el 15 de noviembre de 1989, se apagó el autor del "Apa, Oa, Sabroso".

En Planeta Rica se le hizo una despedida multitudinaria. Sus restos fueron llevados en el carro de bomberos hasta suelo pitalero, los seguidores prefirieron llevarlo en hombros; detrás del féretro iban sus amigos los hermanos Lozano con su pedazo de acordeón.

Para honrar su memoria se construyó en su pueblo adoptivo el museo al aire libre llamado “Ruta 039”, constituido por diferentes esculturas: la estatua de Alejandro Durán, una replica del carro 039 y los monumentos Pedazo de Acordeón, El Sombrero de Alejo, La Bicicleta de Alejo y El Perro Negro; además de varios murales en diferentes barrios del municipio de Planeta Rica.

¡Alejo no ha muerto, él sigue vivo en la mente y el corazón de los amantes del vallenato real!

 

Jorge Eliécer Otero Fernández