Opinión

Old Parr y gasolina

Rodolfo Quintero Romero

24/07/2013 - 11:00

 

No es ganas de molestar pero, cada vez que se publican estadísticas nacionales de cualquier índole, el Cesar y Valledupar ocupan los últimos lugares de las valoradas positivamente y los primeros en las negativas. Es decir, estamos casi siempre en el lugar equivocado: somos los primeros en lo que deberíamos ser los últimos y viceversa.

El turno ahora es para las muertes causadas por conductores borrachos. En lo que va corrido del 2013 somos subcampeones, a lo Nairo Quintana. Solo nos supera Casanare. No está mal. Con un poco de esfuerzo, de aquí a diciembre, podemos alcanzarlos y superarlos.

Hay en el Cesar y la Guajira un culto desmedido al consumo de alcohol. Los adolescentes se gradúan de hombres el día de su primera borrachera. Es el acto de iniciación de la tribu vallenata. Después, la botella se convierte en una especie de poporo. Algunos ingenuos se alegran cuando otros llaman a Valledupar el ¨valle de Old Parr¨, ya entenderán que más que un elogio es un insulto.

No se trata, por supuesto, de convertirnos en abstemios e ingresar en masa a los alcohólicos anónimos. El alcohol suele alegrar el espíritu y activar el ingenio. Es un buen lubricante de las relaciones sociales, tanto que hasta el hijo de un dios no dudó en hacer su primer milagro cuando escaseó en un convite.

El problema es la mezcla de alcohol con gasolina. Es conducir en estado de embriaguez. Un estado poco aceptado por nuestra cultura machista que llega solo a considerar cosa de hombres el estar en ¨temple¨, -con unos tragos encima-. Por eso nadie entrega las llaves porque nadie acepta estar borracho. Sería una muestra de debilidad femenina.

Son innumerables las personas que en nuestra región han fallecido por culpa de esta mezcla letal. Una muerte que suele ser muy democrática: no distingue entre estratos sociales ni entiende de profesiones, raza, religión o sexo. Pero lamentablemente tiene preferencia por los más jóvenes y, nada es más triste que morir en primavera.

Las muertes por accidentes de tránsito en el Cesar han venido en aumento desde el 2007. Muchas de ellas causadas por exceso de velocidad o irrespeto a las normas de tránsito por culpa del alcohol. Por ello necesitamos más controles policivos a todas horas y sanciones más severas que incluyan la perdida de por vida de la licencia de conducción.

Tenemos que ser intolerantes con estas conductas antisociales que deben ser tipificadas como delito. Se requiere un cambio cultural profundo para modificar estos hábitos irresponsables convirtiendo en tabú el hecho de conducir ebrio. Repudiemos sin vacilaciones a los conductores borrachos. Los muertos por su culpa son nuestros muertos.

 

Rodolfo Quintero Romero

@rodoquinteromer

Sobre el autor

Rodolfo Quintero Romero

Rodolfo Quintero Romero

Causa común

Rodolfo Quintero Romero. Agrónomo. Máster en Economía, especialista en Derecho del Medio Ambiente y Profesor Universitario. Su columna nos invita a conectar con la actualidad cesarense y entender los retos a enfrentar para lograr un crecimiento sostenible y duradero en el departamento.

@Rodoquinteromer

0 Comentarios


Escriba aquí su comentario Autorizo el tratamiento de mis datos según el siguiente Aviso de Privacidad.

Le puede interesar

A Silvestre, buen viento y buena mar

A Silvestre, buen viento y buena mar

En todo momento, la música vallenata ha vivido de luto, bien sea por la partida prematura de algún grande de nuestra cultura, o por...

¿La Globalización como mal menor?

¿La Globalización como mal menor?

  En nuestro anterior artículo, titulado “¿Comienza una “nueva era?” reflexionábamos sobre el shock que para buena parte d...

Las opiniones más impactantes del 2013

Las opiniones más impactantes del 2013

En 2013, el debate siempre estuvo presente en PanoramaCultural.com.co. Tuvimos, gracias al aporte de los columnistas y el canal de las ...

El infierno de María Fernanda Cabal

El infierno de María Fernanda Cabal

Yo nunca he podido entender a los ricos de Colombia. Viven muy bien, se dan la gran vida en paseos, mansiones, carros lujosos, hacienda...

La Dirección de Tránsito y Transporte de la policía, un negocio multimillonario

La Dirección de Tránsito y Transporte de la policía, un negocio multimillonario

En Colombia las ollas podridas se están destapando solitas y cada vez más nos desengañamos de algunas instituciones que para mucho...

Lo más leído

¿Qué es la oralidad?

Javier Zamudio | Patrimonio

Vida y trayectoria de Rafael Pombo

Redacción | Literatura

La Cultura y el laberinto del poder

Omar Castillo | Pensamiento

La parranda vallenata como un ritual de amistad

María Ruth Mosquera | Música y folclor

Vallenato clásico

Luis Carlos Ramirez Lascarro | Música y folclor

La Parranda vallenata

Carolina Rosa Guerra Ariza | Patrimonio

Síguenos

facebook twitter youtube

Enlaces recomendados