Opinión
Los 46 años del Cesar y el reto de la pobreza
La celebración de los 46 años del departamento del Cesar obliga a reflexionar sobre el avance relativo de nuestro territorio durante ese periodo. Tomando algunos indicadores sociales y económicos, existe un mensaje contradictorio de avances y retrocesos.
En 1967, el Cesar surgió en medio del auge del algodón con unas cifras de producto interno bruto (PIB) por habitante e indicadores de pobreza que se ubicaban muy cercanos al promedio del país. Se podría resumir diciendo que en aquel entonces éramos muy parecidos al resto del país en desarrollo económico y social.
Muchas cosas han pasado en estos 46 años. Luego de llegar a cultivar un poco más de 100 mil hectáreas de algodón a comienzos de los años setenta, la producción algodonera se vino abajo y con ella se produjo una caída en el PIB per cápita. Luego de iniciar con un nivel superior al promedio del país, en los ochentas y noventas anduvimos por debajo hasta en un 40%. El despegar de carbón en los 2000, ha permitido recuperar el terreno perdido y nuevamente alcanzar un PIB por habitante similar al promedio nacional en 2012.
Cuando una revisa los indicadores de pobreza, nos encontramos que, aunque hemos mejorado, nos alejamos del promedio de pobreza nacional. Es decir, la pobreza en El Cesar ha caído pero no al mismo ritmo que ha descendido en el país. Como resultado, mientras el índice de necesidades básicas insatisfechas (NBI) del Cesar era similar al promedio nacional en 1973, la proyección para 2012 indica que el departamento se encuentra 1,6 veces por encima. Es más, la mitad de los municipios cesarences tienen hoy una pobreza que es el doble del promedio observado en Colombia. Ni siquiera Valledupar tiene una pobreza cercana al nivel medio del país y algunos municipios registran valores semejantes a los observados en Chocó o Sucre, departamentos considerados tradicionalmente como pobres.
Estos indicadores invitan a una reflexión sobre el futuro del departamento. El retroceso relativo en pobreza se ha dado en las últimas dos décadas, periodo en el cual se han recibido importantes recursos provenientes de las regalías. En 2012, le fueron asignados 265 mil millones de pesos, lo que indica que el problema actual no es la escasez de recursos.
El Cesar cuenta con los fondos necesarios para superar el rezago en cobertura de servicios básicos que le permitiría alcanzar un nivel de pobreza similar al promedio nacional. Se requiere de políticas públicas adecuadas para alcanzar esta meta y es ahí donde el gobierno departamental y las administraciones municipales tienen un papel fundamental.
Jaime Bonet
Sobre el autor
Jaime Bonet
La tucutaca
Jaime Bonet es un economista vallenato que desde el 2 de julio de 2013, se desempeña como Gerente de la Sucursal de Cartagena del Banco de la República, en donde ejerce como director del Centro de Estudios Económicos Regionales (CEER).
0 Comentarios
Le puede interesar
Hablar de paz
Hablar de paz es muy complejo en un país o continente que, después de pasar por el sometimiento histórico por parte de los europeos,...
Diáspora y génesis afrocaribeñas (IV): El son cubano
Algunos impacientes me piden que trate, lo más pronto, sobre la música actual que les fascina y, después de todo, pertenece a la gra...
Yo te engaño, tú me engañas
Ha hecho carrera la creencia popular de que el político es un hombre astuto y sagaz y que su razonamiento y cálculo estratégico es...
Total, la mayoría no les cree
El periodismo es una de las profesiones más nobles que existe, su labor de informar, de presentar los hechos o sucesos noticiosos ...
Los ángeles hoy comen paletas, las de Mamaicha
Hoy mi alma se fue a caminar por las calles que rodean el Alma Mater que nos convoca. Me acompañaron en la caminata Leandro y la m...