Opinión
Diáspora y génesis afrocaribeñas (III)
En todo el ámbito geográfico caribeño, extensión de mar calculada en 1.400.000 km2, se comparte la herencia cultural africana con sus prácticas y mitos religiosos, al tiempo que simulaban el culto católico delante de los altares con imágenes y láminas de santos.
El neocolonialismo europeo sólo viene a proporcionar al indígena mayores libertades condicionadas a aceptar el credo cristiano, sin valorizar sus propias costumbres y tradiciones; llevándoles a negar su verdadera identidad, a la vez que, con la escasez de mujeres españolas, emerge un vertiginoso proceso de mulatización debido al incesante amancebamiento entre blancos y negras.
De ahí la conformación de la inicial cultura sincrética afrocaribeña, hasta la cultura tri-étnica actual bien argumentada en las obras de T.D. Gutiérrez H., y Simón Martínez, entre otros, y caracterizada, según Pierre Vilar, por la “primacía de lo económico en las relaciones de dependencia internacional; auge de lo social en las tomas de conciencia populares en la solidaridad y reivindicación nacional , y del papel de la libertad nacional en el problema del desarrollo”.
En el conglomerado del Caribe y las Antillas, confrontamos, en palabras de Alejo Carpentier, “lo que nos une y lo que nos distingue, lo que nos hace semejantes y a la vez nos singulariza, lo particular y lo general, lo que es genuinamente de unos y lo que es patrimonio de todos”.
El mundo entero no pierde su fascinación con la trayectoria histórica, geopolítica y musical del Caribe y sus bellas islas antillanas; en una de las cuales, Martinica, nació Josefina de Bonaparte, emperatriz de los franceses; “¡Ah, Josefina, Josefina…!”
Esposa de Napoleón, en épocas del 13 Vendimiario, cuando sale para ocupar el mando del ejército de Italia aquel que dijera que , “los monjes y la inquisición habían embrutecido al pueblo español ”; el mismo de quien Goethe escribiera que era uno de los hombres más fecundos, y a quien Pío VI, atemorizado, envía una carta a “su querido hijo”, otorgándole su bendición “al hombre de la Revolución”.
Cuba fue la primera isla descubierta, y a través de ella se introdujo el paisaje de América en la historia universal de la literatura, así como de la política en las épocas anteriores de las gestas de independencia, cuando Bolívar nos recordaba en La Carta de Jamaica, la condición de subalternos que ostentaban los criollos, que, de acuerdo con J.C. Mariátegui, habían oscilado entre encomenderos y terratenientes ambiguos que, ora fungían de patriotas, y ora de realistas, después de fundada la República, surgen como sus férreos gobernantes conservadores, con un régimen económico-social de espíritu neocolonial que paulatinamente se ha convertido en neoliberal.
Rabelais, en el Renacimiento, había denominado en su obra de “las islas sonantes”, y por denominador común, muchos identifican la música como esa propiedad característica plasmada en el sonido en el gran Caribe.
Escenario caribeño donde encontramos la inmensidad de los sonidos de la música cubana, con tan larga evolución, al tiempo que otras similares y tan diversas como la cumbia, el vallenato y el bambuco colombianos, la vertiginosa riqueza cromática del calipso y el reggae, las orquestas Steel bands. con las “biguines” de las etnias de Fort-de-France y de Pointe-a-Pitre, la bomba y plena dominicana y Puerto Rico, y tantas otras que se diversifican en la inmensidad del folklore vivo afrocaribeño que nos es extraño y familiar, piedra primigenia del encuentro y simbiosis de tres razas con aportaciones culturales trascendentales para el desarrollo artístico de nuestra civilización, donde surge el son cubano, que será objeto de estudio en nuestra próxima entrega.
Jairo Tapia Tietjen
Para PanoramaCultural.com.co
Sobre el autor
Jairo Tapia Tietjen
WikiLetras - In Memoriam
Codazzi, Cesar (1950-2018). Columna en memoria de quien fue un destacado colaborador de PanoramaCultural.com.co. Bachiller Colegio Nacional A. Codazzi, 1970. Licenciado en Filología Española e Idiomas, UPTC, Tunja, 1976; Docente en Colegio Nacional Loperena, 1977-2012. Catedrático Literatura e Idiomas, UPC, Valledupar, 1977-2013. Director Revista 'Integración', Aprocoda-Codazzi, 1983-2014; columnista: Diario del Caribe, Barranquilla, El Tiempo, Bogotá, El Universal, Cartagena, El Pilón, Vanguardia Valledupar: 1968-2012. Tel: 095 5736623, Clle. 6C N° 19B 119, Los Músicos, Valledupar- Cesar.
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