Opinión

Netiqueta colombiana

Natalia Gnecco

28/03/2014 - 11:10

 

Hoy más que nunca todos interactuamos de forma digital, las imágenes o textos que compartimos pueden ser vistas por todo el mundo, gracias al auge de Internet, la creación de una red de fibra óptica global y el rápido desarrollo de las tecnologías de la comunicación de larga distancia.

Prácticamente todo está dado para mantener un entorno que facilite la conversación, sin embargo, ante la ausencia de reglas simples, el desconocimiento de la netiqueta, lo que está predominando en los foros y redes sociales de Colombia son los ataques personales, las obscenidades, los insultos, las peleas entre periodistas,  las amenazas  y el bullying verbal.

Se supone que cuando se participa en un foro virtual está totalmente prohibido incitar a la violencia, o discutir por cualquier cosa que no estemos de acuerdo, pues el foro no es el sitio adecuado. Es más, la plataforma global se concibió para el plug and play, colaborar, compartir conocimiento y abrir espacios de participación, pero los foristas colombianos se han pasado todas estas normas por la faja, lejos de emplear el foro virtual como una herramienta que les permita encontrar con quien entablar conversaciones de interés e intercambiar ideas y creencias sobre diferentes aspectos de la vida diaria, los han convertido en verdaderos campos de batalla.

Cuando lanzamos un trino o interactuamos en una discusión virtual, debemos estar abiertos para escuchar y aceptar las demás opiniones, así sean diferentes a las nuestras, después de todo, las personas con las que estamos interactuando son reales, viven en alguna parte del planeta. ¿A qué se debe entonces que en Colombia los foristas agresivos sigan ganando terreno ante quienes sí hacen aportes significativos?

El contenido de noticias amarillistas, sumado a la falta de imparcialidad de muchos periodistas puede ser apenas una de las fichas de este ajedrez, pues la influencia es palpable en los comentaristas virtuales. Si quienes forjamos la opinión no manejamos un código de ética, ¿qué le podemos exigir a la audiencia virtual?

Vemos columnistas de importantes revistas como Semana, poniéndole apodos a Raimundo y todo el mundo, burlándose de la desgracia ajena, irrespetando la dignidad humana y generando discusiones virtuales poco sanas. Esto sin mencionar a otros que de un momento a otro se cambian el sombrero del periodismo, por el de la  política;  saltan  de generar opinión, a publicitarse con sus propios colegas; de poner entre las cuerdas a personajes públicos por corruptos a conquistar espacios  políticos  para agitar las banderas de sus respectivos partidos.

Si a esto le sumamos el comportamiento virtual de última moda, es decir los hijos de mandatarios y ex mandatarios disparándose dardos letales en el twitter para defender las posturas políticas de sus progenitores; o la de colegas agrediéndose en las redes, no es extraño ver el pésimo comportamiento de quienes opinan en  las redes y foros virtuales. Lo  más triste es que nadie se detiene a pensar en la imagen de violencia e intolerancia que proyectamos cada vez que un internauta se tropieza con el rosario de vulgaridades de los foristas colombianos.

Estamos en un círculo vicioso donde quienes abren los espacios para discusión están parcializados,  no se imponen claramente las reglas de juego, no hay controles para bloquear usuarios con agresiones verbales, por eso podemos leer  el mismo comentario insultante  en mayúsculas, por varios días, meses y años. Cuando el forista ya no encuentra cómo destruir lo que está leyendo, entonces enfila su puntería y termina insultando al  autor del artículo, al medio de comunicación, porque la meta  es no  dejar títere con cabeza.

Hasta las noticias positivas en Colombia generan comentarios destructivos, ni siquiera negativos, sino destructivos, es el caso del tan sonado video de Shakira y Rhianna. Para poder ver el enlace tenemos que  leer la cantidad de insultos de los foristas  que no la bajan de “loba, perra, prostituta”, etc, etc. ¿Esos son los comentarios que se merece  una artista de talla internacional que vino a inaugurar su colegio “Pies Descalzos”, para beneficiar a 700 mil niños colombianos en situación de pobreza?

Mientras los autores de los contenidos no se esmeren por educar a su propia audiencia, mientras no propiciemos un diálogo con respeto, es muy difícil que se abran verdaderos espacios de reflexión e intercambio cultural, social, político y económico.

Nos queda pues la tarea a los mismos periodistas de aprender a hacer mejor uso de las redes sociales, de dar verdadero ejemplo de imparcialidad, objetividad y respeto en el tratamiento de las noticias, de impregnarle altura a las discusiones virtuales.

Nada más chocante que un colega que  ventile sus  traiciones, pasiones y odios en las redes sociales, pues convierten  las palabras en “balas” generando  más intolerancia y violencia.

 

Natalia Gnecco

@NataliaGnecco

Sobre el autor

Natalia Gnecco

Natalia Gnecco

Natalia Gnecco Blog

Natalia Gnecco es una periodista y comunicadora social independiente. Ganadora del Premio Literario y Periodístico Cesar Vallejo 2011 (Caracas, Venezuela). Su columna “Natalia Gnecco Blog” contiene su trabajo periodístico producido en Canadá y en Colombia sobre personajes interesantes, temas culturales, sociales y turísticos.

@NataliaGnecco

0 Comentarios


Escriba aquí su comentario Autorizo el tratamiento de mis datos según el siguiente Aviso de Privacidad.

Le puede interesar

La mochila

La mochila

No voy a referirme a la bolsa de lona u otro material que se carga a la espalda, como lo describe la Real Academia de la lengua españo...

Tercer aniversario de la muerte de Diomedes

Tercer aniversario de la muerte de Diomedes

Todo va tan de prisa, que parece que fue ayer. Aquella tarde del 22 de diciembre de 2013, en las invisibles campanas del viento se escu...

Nuestra cultura en los Juegos Bolivarianos

Nuestra cultura en los Juegos Bolivarianos

  Valledupar por fin conoció y disfrutó de un evento deportivo internacional de alto nivel. Con un balance positivo y exitoso se cl...

Desde el lenguaje nos acribillan

Desde el lenguaje nos acribillan

  Cierto lenguaje, como los fleteros y atracadores a diario nos acorralan, pone al pueblo negro con las manos en alto y contra la p...

Editorial: La Semana Santa como espacio de concordia y superación

Editorial: La Semana Santa como espacio de concordia y superación

El espíritu de la Semana Santa abre cada año una puerta al diálogo interno, a la reflexión y el perdón.  Es un paso enorme, cruci...

Lo más leído

¿Qué es la oralidad?

Javier Zamudio | Patrimonio

Vida y trayectoria de Rafael Pombo

Redacción | Literatura

La Cultura y el laberinto del poder

Omar Castillo | Pensamiento

La parranda vallenata como un ritual de amistad

María Ruth Mosquera | Música y folclor

Vallenato clásico

Luis Carlos Ramirez Lascarro | Música y folclor

La parranda y el parrandero en la música vallenata

María Emilia Aponte Mantilla | Música y folclor

Síguenos

facebook twitter youtube

Enlaces recomendados