Opinión
Todos a sus pies
Y ella nos tiene a sus pies. No hay que negarlo. Caemos rendidos. No hay cargo, sexo, o edad, que nos mantenga alejados. Es toda una región, es todo el Caribe, es la misma voz cuando a ella nos dirigimos. Se llama Electricaribe y cada mes que a casa su notificación llega, -entiéndase esto como recibos-, salimos corriendo como niños regañados a hacer el mandado que tanto nos han pedido.
Preguntamos en qué pensará cuando el servicio que presta no es el más querido, cuando por ella comprobamos que no solo se suben y bajan las escaleras, pues el servicio que ella presta también es muy parecido; aunque hay que reconocerle que no hace distinción de clases puesto que le cobra lo mismo al que tiene mucho o al que nada tiene.
Ella se da ciertos lujos como el no cumplir con ciertas citas, si ha dejado plantados a congresistas que se puede decir de los mortales. Ella llega y se instala en tu casa y desinstala cuando así lo requiere, sean estos los tan sonados medidores y aquellos dueños de mundos que llegan cuando tú no los esperas.
Ella incumple sus citas, pero ¡ay! donde le incumplas a ella; ella por fallas paga millonarias multas así de fácil como nosotros pagamos un dulce en la tienda. Ella se cree irresistible tanto como el calor que produce cuando no hay ventilador encendido, aunque el calor incrementa cuando pagas por algo que te quitan cuando menos lo esperas. Ella se viste de niña inocente y considera que de ese traje no hay talla para los demás seres.
Por ella se han dado fogatas pero no bajo la luna, más bien bajo el inclemente sol de la región donde presta sus servicios. Fogatas no de leña fresca, más bien originadas por la quema de sus facturas. Por ella se han dado protestas, por ella hay múltiples quejas, por ella hay peleas, por ella el desorden y el desborde de la parte poco amable de un ser humano se pone de relieve.
A ella no hay quien la controle, ella permanece ahí, no fluctuante como el servicio que presta, más bien con la carcajada constante de quien sabe que en un trono está y que se necesita mucho para vencerla.
Herlency Gutiérrez
@HerlencyG
0 Comentarios
Le puede interesar
La bruja de mi pueblo
En mi pueblo a la edad de ocho años comencé a tenerle miedo a las brujas, eran normal los corrillos y tertulias que se formaban e...
El vallenato del interior del país
El pasado fin de semana se realizó con rotundo éxito la cuarta edición del Festival Panche de Acordeones en el Municipio de No...
Álvaro Uribe cava su propia tumba
Creo que la mayoría de colombianos consideramos al ex presidente y actual senador Álvaro Uribe Vélez como un hombre inteligente o ...
Editorial: Las perspectivas que ofrece el Clúster vallenato
En los últimos días se han divulgado varias noticias sobre la formalización del Clúster de la Música y Cultura Vallenata. La úl...
En Bogotá, un festival con proyección
En la capital del país, el vallenato sigue dando de qué hablar, hace apenas una semana el Instituto Distrital de las Artes IDARTES ...