Opinión
Princesa Meque
Recorrer Zazare, ese nombre de uno de los tres territorios que componen el extenso y delgado Macondo, es adentrarse en sus 25 aldeas, cada una tiene una mágica historia que contar que los hace heterogéneos y distintos, pero extrañamente homogéneos y comunes.
Pensaba en eso: ¿Qué nos hace comunes y semejantes? ¿Algo tan sencillo como la magia de lo cotidiano, algo tan nostálgico como la música, los cuentos y las leyendas?!
Vienen cuentos y leyendas a mi mente, llega aquella Llorona que no siendo tan loca hoy gobierna haciendo su mejor esfuerzo la antigua tierra de Tamalameque. Llegan más personajes de ese mítico lugar y pienso en ella: la gloriosa Princesa Meque, la del mechón plateado que insistentemente pedía que todos nos subiéramos a ese tren, el tren de mariposas amarillas, el Tren del turismo como garantía firme para salir del ocaso aquel que se sumerge todo los atardeceres en el majestuoso Rio de la Magdalena.
La sensación de estar en ese tren fue de contagio masivo. No obstante, al igual que las semillas, su proceso de gestación demanda de tiempos que no están en el control de nuestros tiempos, no obstante la semilla se sembró y aquel tren su ruta emprendió, en esos vagones vamos todos, vas tú, voy yo, va Meque, vamos todos nosotros...
Transita aquel tren por la carrilera de Macondo y veo a Meque asomarse a la ventana, su mechón plateado toma la forma de olas, las olas de la Ciénaga, aquella Zapatosa... ¿Quién es Meque? ¿Acaso una princesa hija del más grande entre los grandes? ¿Quién es Meque? Acaso una mujer de sueños y esperanzas incomprendidos por algunos que en su paso quieren cerrarle el paso a sus visiones y sentires? La observo en aquel vagón de aquel tren, inició en un puesto y ahora se encuentra en otro, pero continúa allí en aquel vagón de sueños, de amor, de fe y esperanzas.
Cuando flaquea, Meche se levanta de aquella silla, pero contrario a erguirse se dobla, se dobla de rodillas y pone su mirada en el infinito cielo que se divisa a través de esa ventana del colorido tren. Cuanto admiro, valoro y pondero los talentos de esta mujer que ahora en silencio observa todo aquello que con determinación emprendió en aquel primer puesto donde inició su trayecto en ese tren.
¡Un abrazo Meque eterna! Que el Universo infinito que mora tu ser te siga resguardando y preparando para el paso siguiente en el vagón de aquel tren.
Yarime Lobo Baute
@YarimeLobo
Sobre el autor
Yarime Lobo Baute
Obras son amores
Soy la que soy: Mujer, Artista desde mi esencia, Arquitecta de profesión, Fotógrafa aficionada, Escritora desde el corazón y Emprendedora por convicción. Una convencida de que la OBRA está más allá de los cementos, son cimientos que se estructuran desde el SER, se traducen en el HACER y traen como consecuencia un mejor TENER.
Las OBRAS son esos AMORES intangibles y tangibles que están por encima de las mil y una razones.
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