Opinión
Maturana, emancipador mental del futbolista colombiano
Maturana es uno de los mayores intérpretes del futbol colombiano, asà la afición no lo reconozca. El profesor Francisco Maturana, ha sido quizás el arquitecto de los primeros trazos de lo que será una Colombia llena de futbol y gloria, ese paÃs ajeno al futbol y cercano al ciclismo y al deporte de las narices chatas, a la que el futbol solo le habÃa dado tristezas, cuyos máximos logros los habÃa conseguido el América de Cali en aquellas tres finales esquivas de copa libertadores.
También se integraban en el palmarés futbolÃstico colombiano la clasificación al mundial de Chile, el gol olÃmpico de Mario Alberto Coll en aquel empate histórico ante la Rusia de la Araña Negra, el segundo lugar de Copa América en 1975, y del resto: solo penas y desilusiones. Eran los tiempos en que los técnicos extranjeros dirigÃan los clubes y las selecciones Colombia y donde nuestros futbolistas y nuestros técnicos se reservaban para el escenario doméstico.
En ese escenario, un exfutbolista, odontólogo de profesión quien venÃa de clasificar al Once Caldas a los cuartos de final del rentado colombiano, fue contratado para un sueño imposible, armar un equipo competitivo con puros criollos y que fuese capaz de enfrentar a nóminas de grandes estrellas como la de Millonarios y América.
En Nacional, Francisco Maturana dio sus primeras pinceladas de transformación del futbol, le dijo a sus muchachos trasfiguremos el futbol en poesÃa, leamos a Mario Benedetti, poesÃa que interpretó Alexis Garcia y Chonto Herrera a la perfección bajo el verso del gol de Albeiro Usurriaga, René se la tomó más en serio y fue un bohemio que rompió los esquemas de lo que era hasta entonces la recatada posición del portero.
Asà empezó Francisco Maturana a darle identidad futbolÃstica a una nueva camada de futbolistas colombianos que nacieron bajo el seno del atlético Nacional de MedellÃn. Concomitantemente a este reto, emprendió el de la selección Colombia, llevándola a un honroso tercer lugar en la Copa América de Argentina en 1987, derrotando a la Argentina de Maradona, dejando al guajiro Iguarán como botÃn de oro de América y a Carlos Valderrama como mejor jugador del continente.
Posterior al logro del subcampeonato colombiano con los puros criollos, Francisco Maturana logra la copa Libertadores de 1989 haciendo olvidar los segundos lugares del América de Cali. Con el levantamiento de este tÃtulo internacional por parte de Atlético Nacional, Colombia entra en grandes ligas del buen futbol de América.
Teniendo como base a los artÃfices del logro más grande del futbol colombiano hasta entonces, Maturana logra clasificar al mundial de Italia 90, logrando clasificar a la selección Colombia por primera vez a la segunda ronda de un mundial, nada más y nada menos que con un empate a un gol con la poderosa Alemania Federal, equipo que resultarÃa campeón del mundo en aquel entonces, el gol de Fredy Rincón y el empate a Alemania hizo olvidar el olÃmpico de Coll y el empate a Rusia en chile 62.
Desde entonces, Colombia encabezó las eliminatorias a los mundiales, logrando un histórico 5 a 0 sobre Argentina en el Monumental de Núñez aquel 5 de septiembre de 1993, luego lo eliminó de la copa América de 1999 con un contundente 3 a 0.
De esta forma, Francisco Maturana y la escuela del toque-toque y del futbol bonito, fueron fraguando nuestro último gran triunfo a nivel de selecciones, la copa América del 2001, Colombia venció a México y, por primera y única vez, levantó la Copa América.
Maturana no solo le dio dos tÃtulos internacionales al paÃs (Copa libertadores y copa América), sino que le dio identidad al futbol colombiano, valoró nuestro talento, hasta el punto que nuestros futbolistas salieron a jugar al exterior en equipos grandes como Real Madrid, Parma, Nápoles, entre otros, el resultado que hoy los nuestros sean protagonistas en las mejores ligas del mundo.
En su condición de técnico dirigió al Atlético Madrid y Valladolid en España, al Colón y Gimnasia en Argentina, selecciones de Ecuador, Perú, Trinidad y Tobago y Costa Rica. Maturana nos enseñó a ganar, por ello es válido el remoquete que le escuché a un periodista, al decir que él es el gran emancipador de la mente del futbolista colombiano; porque, si no fuera por Maturana, todavÃa los futbolistas colombianos estarÃan rindiendo pleitesÃas a futbolistas argentinos, brasileros o uruguayos y no enfrentándolos de tú a tú como en la actualidad y ganándoles.
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Wladimir Pino Sanjur
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