Opinión
Equilibrio de poderes en la cuerda floja
El gobierno del presidente Santos en su segundo mandato tiene dos macro propósitos que son: la firma del proceso de paz con las Farc–Ep y la reforma constitucional denominada “Equilibrio de poderes”; este último se logró cristalizar sin tantas afujías con la coalición aplanadora, denominada unidad nacional y, para algunos analistas, solo a punta de “mermelada”.
Entre las promesas de campaña de la actual cabeza del poder ejecutivo se encontraban dos temas importantísimos para la alicaída justicia colombiana y más concretamente para la rama jurisdiccional del poder público; uno consistente en la eliminación del cuestionado, vilipendiado y desprestigiado Consejo Superior de la Judicatura, creado con la Constitución de 1991 y otro, la creación de la Comisión de Aforados que sustituyera a la mal llamada comisión de acusaciones de la cámara de representantes en las investigaciones contra altos dignatarios estatales que gozan de ciertos fueros.
El Acto Legislativo 02 de 2015, más conocido con el rimbombante nombre de Equilibrio de poderes, cumplió la tarea de eliminar el Consejo Superior de la Judicatura y en su remplazo nacieron instituciones como el Consejo de Gobierno Judicial y la Comisión de Disciplina Judicial, que sustituyen respectivamente a la sala administrativas y disciplinarias del ente gubernamental de la rama judicial.
Han sido muchos los ciudadanos colombianos que consideran esta reforma como una clara sustitución de la Constitución de 1991, es decir, no se hizo una enmienda, sino que el legislador fue más allá de sus atribuciones y cambió aspectos fundamentales de la Constitución de 1991, lo cual indica que no la reforma sino que la reemplaza.
Este miércoles la Corte Constitucional ha proferido el primer pronunciamiento que declara inexequible una parte importante del Acto Legislativo y traza las líneas para darle cristiana sepultura a esa reforma constitucional que es uno de los pocos logros de mostrar del gobierno Santos en su segundo periodo.
Con este pronunciamiento de la Corte que revive la sala administrativa del Consejo Superior de la Judicatura y declara inconstitucional la creación del Consejo de Gobierno Judicial, prácticamente se le otorga la razón al exfiscal Eduardo Montealegre, quien, en su acto de despedida, le anunció al País con bombos y platillos que demandaría la creación de la Comisión de Aforados, la cual queda ahora herida de muerte también.
Lo más grave de todo este barullo es que se abre una de las puertas por las que vienen luchando a brazo partido los negociadores de las Farc–Ep en la Habana, que es una nueva Asamblea Nacional Constituyente para lograr el tan anhelado Equilibrio de Poderes, pero de paso lo que puede ocurrir es que la Constitución de 1991 sea sustituida completamente y Colombia en menos que canta un gallo sea un nuevo país con quién sabe qué orientación.
Jorge Nain Ruiz
@JorgeNainRuiz
Sobre el autor
Jorge Nain Ruiz
Vallenateando
Jorge Nain Ruíz. Abogado. Especializado en derecho Administrativo, enamorado del folclor Vallenato, cantautor del mismo. Esta columna busca acercarnos a una visión didáctica sobre la cultura, el folclore y especialmente la música vallenata. Ponemos un granito de arena para que la música más hermosa del mundo pueda ser analizada, estudiada y comprendida.
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