Opinión

Las guerras terminan

Rodolfo Quintero Romero

04/08/2016 - 08:10

 

Sí, las guerras terminan, no son eternas. Acaban, concluyen. Unas con acuerdos entre los contendores otras por rendición de una de las partes. Pero cesan, finalizan. No son indefinidas. Los enemigos se reconcilian.

En 1820, Morillo se reunió con Bolívar en Santa Ana de Trujillo, Venezuela. No importó que el criollo les hubiera declarado la guerra a muerte y el otro fuera el asesino de la intelectualidad granadina y el terror de Cartagena. Hablaron, se pusieron de acuerdo, firmaron un armisticio y la regularización de la guerra.

Antiguos contendientes acérrimos suelen construir confianza, hacer negocios y acuerdos políticos. Francia y Alemania libraron dos guerras mundiales y hoy son aliadas a pesar del uso de armas químicas, bombardeos inmisericordes y crímenes atroces que sazonaron sus batallas.

Aunque en 1945 Japón no representaba ningún peligro militar para los Aliados, los gringos le tiraron no una sino dos bombas atómicas. Después firmaron la paz y hoy son socios confiables.

En casi 15 años de guerra cayeron sobre territorio vietnamita más bombas que las lanzadas en la segunda guerra mundial. No obstante, Estados Unidos y Vietnam comparten embajadas e inversiones, intentan una relación pacífica.

Mandela fue catalogado como terrorista y encarcelado 28 años. Su pueblo padeció el apartheid. Esto no impidió que blancos y negros se reconciliaran. El IRA firmó la paz con Inglaterra. Hoy sus líderes hacen parte del gobierno de Irlanda del Norte y son invitados a Buckingham Palace por la reina.

Incluso en Colombia las guerras civiles terminaron en la mesa de negociación. La última, después de 300 mil muertos, cortes de franela, violaciones y machetazos terminó con un acuerdo: el Frente Nacional y desde entonces godos y liberales comen mermelada en paz.

Nuestras confrontaciones armadas han culminado con altos grados de impunidad. ¿Cuántos años de cárcel pagó Uribe Uribe y los generales conservadores? ¿Cuántos Laureano y su hijo Álvaro Gómez, López Pumarejo y Carlos Lleras, instigadores y promotores de “La Violencia”? Ni un solo día.

No nos dividen pugnas religiosas, étnicas, raciales o separatistas. Y es claro que las causas que originaron el conflicto armado hubieran podido superarse con voluntad reformista sin necesidad de que corriera tanta sangre entre hermanos durante seis largas décadas.

Aquí Uribe y Santos no pueden reunirse porque sus mezquinos intereses están por encima del interés nacional. Y, cuando en Valledupar familiares de Simón Trinidad y Jorge 40 toman distancia de su hermano y padre, no faltan quienes minimicen el acto simbólico. Qué pequeñez. Qué mezquindad. Ya dijo Gaitán: el pueblo es superior a sus dirigentes.

Por supuesto que todos tenemos un motivo para cobrar una cuenta pendiente en esta larga guerra, pero hay que renunciar a ello. Abrámosle un espacio a la paz. Hagamos un segundo tiempo con juego limpio. ¿Sin conflictos? No. Con conflictos, pero solucionándolos de manera pacífica, civilizada.

 

Rodolfo Quintero Romero

@Rodoquinteromer  

Sobre el autor

Rodolfo Quintero Romero

Rodolfo Quintero Romero

Causa común

Rodolfo Quintero Romero. Agrónomo. Máster en Economía, especialista en Derecho del Medio Ambiente y Profesor Universitario. Su columna nos invita a conectar con la actualidad cesarense y entender los retos a enfrentar para lograr un crecimiento sostenible y duradero en el departamento.

@Rodoquinteromer

0 Comentarios


Escriba aquí su comentario Autorizo el tratamiento de mis datos según el siguiente Aviso de Privacidad.

Le puede interesar

Al éxito ahora se llega de otra manera

Al éxito ahora se llega de otra manera

  A comienzos de esta semana, me llama desde Barranquilla el abogado guajiro Euro Amaya, uno de mis buenos amigos, que a la vez hace ...

El documental de Diomedes no es sobre su vida

El documental de Diomedes no es sobre su vida

  Cuando uno va a ver un documental sobre la vida y obra de una persona, lo mínimo que espera es que cubran desde su nacimiento hast...

Entre la vida y la muerte

Entre la vida y la muerte

  "No hay que temer nada en la vida, solo hay que entenderla. Ahora es el momento de entender más, para que podamos temer menos". Ma...

¿Habrá un legado en la Revolución cubana?

¿Habrá un legado en la Revolución cubana?

Una respuesta certera es difícil para un mundo global que se debate en el fracaso, una y otra vez, de sus incontables ensayos econó...

Las mujeres como actoras emergentes de la política en Colombia

Las mujeres como actoras emergentes de la política en Colombia

  La lucha de las mujeres por ser actoras políticas en Colombia inició hace muchos años y lo cierto es que no existe democracia ...

Lo más leído

¿Qué es la oralidad?

Javier Zamudio | Patrimonio

Vida y trayectoria de Rafael Pombo

Redacción | Literatura

La Cultura y el laberinto del poder

Omar Castillo | Pensamiento

La parranda vallenata como un ritual de amistad

María Ruth Mosquera | Música y folclor

Vallenato clásico

Luis Carlos Ramirez Lascarro | Música y folclor

Sanar con árboles

Rosa Cintas | Medio ambiente

La feria de Magangué

Álvaro Rojano Osorio | Patrimonio

Síguenos

facebook twitter youtube

Enlaces recomendados