Opinión
El Heredero de la grandeza de Leandro DÃaz
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A juicio de Simón MartÃnez Ubarnez, que tiene todo el derecho para opinar sobre qué debo y no debo hacer, por lo determinante que ha sido en mi vida y quien conoce mi formación y campo de desempeño, yo no estoy para andar de animador de Conjunto. Por la credibilidad y el respeto que me merece el Dr. Simón si lo que hago desde hace 17 años al lado de Ivo DÃaz equivale a ser un animador de Conjunto hace rato no estarÃa a su lado, pues cuando su esposa, Dra. Ruby López RodrÃguez, me lo propuso ya estaba retirado de esa actividad con la que se me relaciona.Â
Sin embargo, esa afirmación es objetiva y es subjetiva. Objetiva porque, visto desde el punto de vista académico, las personas con mi formación deben aspirar a otra cosa mejor, distinta a estar en una tarima anunciando a un cantante de Música Vallenata, además porque Dios me ha dado la oportunidad de ejercer en otros campos. Pero es subjetiva, porque si bien es cierto que en mis inicios me desempeñé como simple animador de conjuntos vallenatos, desde hace 17 años, acompaño a un Icono de la Cultura Vallenata: Ivo Luis DÃaz Ramos, que no es un cantante de vallenatos común y corriente, ni los escenarios en los que se presentan son comunes y corrientes.
Ivo DÃaz no es un cantante común y corriente porque representa la esencia pura de la cultura vallenata en sus matices vocales, el dejo y la tesitura del vallenato auténtico, tiene alma de parrandero curtido en los célebres encuentros en que fueron protagonistas los personajes que edificaron éste folclor. Además, como compositor es auténtico heredero de la poética de Leandro DÃaz, que en circunstancias un tanto distinta maneja la misma estructura, con la misma función del lenguaje y la misma forma de narrar y describir; de la que han brotado celebres cantos como Dame Tu Alma, Señor Colacho, Volvà y ahora El Rey de los Cajeros, entre otros; que son cantos que se mantienen en la tradición narrativa y descriptiva del Canto Vallenato.
Su campo de desempeño dejó de ser el de un cantante común y corriente del vallenato desde cuando Colacho Mendoza le permitió rozarse con lo más granado de la sociedad colombiana en donde los asistentes no van con el interés de olvidar al lado de una botella de ron sino de recordar sus mejores tiempos y dialogar sobre los rasgos caracterÃsticos de la cultura vallenata, espacio que ha sabido conservar, porque ese mismo sector social se dio cuenta que cuando se trata de interpretar los clásicos del vallenato ninguna voz es tan auténtica como la de Ivo DÃaz. Son esos espacios los que me interesan y aprovecho para hablar del fenómeno cultural vallenato. Que además justifican porque tenÃa que ser Él quien en la inauguración de la versión No. 50 del Festival de la Leyenda Vallenata quien cantara la clásica Leyenda Vallenata, de la autorÃa de VÃctor Camarillo. Â
Las condiciones particulares de Ivo DÃaz le han merecido el respeto y admiración de sus colegas, que se refleja en tantas participaciones especiales en grabaciones celebres que se han realizado en el campo del vallenato, entre ellas, las recientes con Jorge Celedon y la Producida por Nicolás Tovar. Además de múltiples homenajes que se le ha tributado en discos a las más celebres figuras del vallenato como TobÃas Enrique Pumarejo, Rafael Escalona, Leandro DÃaz y Los Hermanos Zuleta, etc.  Entre otras razones por lo que expresa Jorge Celedon en DÃgalo Cantando:
Venga un abrazo mi hermano
Con usted querÃa cantar
Usted sabe interpretar
Los cuatro aires vallenatos.
No es un cantante común y corriente porque su voz evoca el recuerdo de las faenas que se desarrollaron en el ambiente de pastos y corrales, caminos polvorientos y caserÃos; las memorables reuniones de patios y callejones del Viejo Valledupar, como quien conoce el origen de dichos cantos y se nutrió del sentimiento que le sirvió de inspiración a los juglares.
Ahora que Ivo DÃaz es coronado Rey de Reyes del Festival de la Leyenda Vallenata, Primera Versión para la modalidad de Canciones Inéditas y en los 50 años de historia del evento, del que también fue Rey de La Piqueria, es justo reconocer que aunque no se levantó en los mismos avatares de su padre, ni ha producido las obras antológicas que produjo aquel, con lo que ha hecho es justo reconocerle que es Grande como Leandro DÃaz y un seguro para la vigencia de ese legado, como heredero natural de esa genética y exponente indiscutible de la más alta expresión de nuestra cultura.
Gracias porque Dios, al lado de Ivo DÃaz, me ha ratificado lo inmensamente misericordioso que ha sido conmigo y siempre me ha permitido estar donde me gusta estar y de las que no me retirarÃa jamás. Â
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Juan Cataño BrachoÂ
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