Opinión

Se perdió la capacidad de asombro

Alfonso Suárez Arias

27/04/2018 - 06:30

 

 

El problema de esta sociedad es que la gente inteligente tiene muchas dudas, mientras que la gente estúpida cree tener la certeza.”

¡Asombrémonos! Aunque los acontecimientos de la vida social y política conciernen a todos, indiferente de la actividad o participación en ella misma, no todo el mundo, se detiene por un momento siquiera y observa con detalle, las razones y consecuencias de las diferentes circunstancias, que rodean un evento, que es de relativa importancia en el desarrollo cotidiano y que por sí, debería causar asombro y no quedar relegado, tal como está pasando, destinándole a un segundo plano, una vez otro acontecimiento se presenta con intencionalidad también, de llamar la atención. Pero: ¡Ya no nos asombramos!  

No se está descubriendo la bondad o la maldad de los actos humanos, mucho menos los atributos de las cosas, las personas o de la irrefutable verdad. El éxito de líderes o funcionarios sobresalientes, está en asombrarse de lo que ocurre en el día a día, para asimilar con propiedad el conocimiento del entorno y, por tanto, corresponder con las actuaciones, que frustren o agencien las justificaciones y produzca los resultados convenientes para la sociedad.

La pérdida del asombro establece un nuevo modo de vivir de manera enteramente superficial, contemplando, pero no tomando parte activa, al punto que se pierde consecuentemente la creatividad y la elaboración de patrones, que pudiera dar a la comunidad más y mejores oportunidades, para trazar incluso el propio derrotero y no caer en la mediocridad, como valor agregado del desarrollo integral de todo un pueblo.

Cómo no asombrarse, por la muerte de un ciudadano causado por robarle su teléfono celular, tanto como de enterarse que ciertos políticos, atacan con sus prácticas corruptas el presupuesto nacional y que aparecen los casos de Odebrecht, Reficar, Programas de alimentación escolar, La Guajira, Interbolsa, el cartel de los pañales, de la hemofilia, de los locos, el ‘carrusel’ de la contratación, de descubrir la capacidad mentirosa y deshonesta del Ñoño, Mussa, Gustavito el fiscal anticorrupción  y del otro Gustavo, el más malo, que de todos se burló.

De la aftosa, el sarampión importados y por la gran cantidad de hermanos venezolanos, deambulando desde su tierra en búsqueda de un mendrugo, para alimentar su cuerpo y la esperanza de un mejor mañana. Si acaso hubo un relativo asombro porque la selección clasificó al mundial de futbol, por los triunfos de Nairo, Rigoberto u otro de los escarabajos, en las carreteras extranjeras, pedaleando como locos para ponerse un maillot, nada comparable cuando el premio Nobel de la paz se anunció y que por deducción, se supo era una buena negociación favorable a los pelirrojos, concesionados para el petróleo, usufructuar.

Cuando se firmó la paz y los combatientes entregaron las armas –casi nadie se asombró–, como tampoco por el reclutamiento y las denuncias sobre abusos sexuales, pero, saber ahora que un exguerrillero en condición de invidente, tuvo la visual clara para concertar inversiones con un cartel mundial y poderoso del narcotráfico, en proyectos agrícolas productivos e invitarlos a participar, aun sacrificándose en su jubilación ya alcanzada, después de décadas correteando clandestinamente, por el monte y no para volverse él y la familia de millonarios, es lo más asombroso del momento, que puede causar el cuestionamiento del programa de una nueva Colombia en paz, reiterando a muchos colombianos, que aún creen que tales reinsertados no han dejado sus turbios negocios y que, por tanto, la voluntad real de paz, nunca tuvieron.

 

Alfonso Suárez Arias

@SUAREZALFONSO

Sobre el autor

Alfonso Suárez Arias

Alfonso Suárez Arias

Aguijón social

Alfonso Suárez Arias (Charalá, 1956). Abogado en formación (Fundación Universitaria del Área Andina en Valledupar). Suscrito a la investigación y análisis de problemas sociológicos y jurídicos. Sus escritos pretenden generar crítica y análisis en el lector sobre temas muy habituales relacionados con la dinámica social, el entendimiento del Derecho y la participación del individuo en la Política como condicionamiento para el desarrollo integral.

@SUAREZALFONSO

0 Comentarios


Escriba aquí su comentario Autorizo el tratamiento de mis datos según el siguiente Aviso de Privacidad.

Le puede interesar

Perdedor de elección y ganador de convicciones

Perdedor de elección y ganador de convicciones

Soy un amante de la democracia, como modelo de gobierno, donde existe la dictadura de las ideas y donde los golpes de Estado se dan por...

Don Catalino salió triste de El Contento

Don Catalino salió triste de El Contento

Se puede comenzar este escrito diciendo que don Catalino Estrada salió muy triste de El Contento. Él vivía en ese corregimiento de G...

El tal Garzón

El tal Garzón

Por los que tenemos memoria… 24 de Octubre de 2014: Conmemoración de los 54 años del natalicio de Jaime Garzón Forero. En quint...

Editorial: La hora de la danza

Editorial: La hora de la danza

  El posconflicto nos abre nuevos horizontes y en ellos caben manifestaciones culturales hasta entonces casi desconocidas. La Danza...

La paz es un derecho

La paz es un derecho

El tira y afloja entre los defensores de la paz y los amantes de la guerra ha pasado por muchos capítulos, tantos que ya se asemeja ...

Lo más leído

Síguenos

facebook twitter youtube

Enlaces recomendados