Opinión
¿Nadie se llama género vallenato?
En esta columna hemos hablado de la desidia por parte de muchas autoridades nacionales y locales, que tienen que ver con la cultura, respecto de lo que la Unesco y el Plan Especial de Salvaguardia para la Música Vallenata Tradicional del Caribe colombiano–PES han reconocido, gracias a la lucha titánica de algunos gestores culturales y amantes de este subgénero musical popular.
¿Será que la responsabilidad de esa salvaguarda sólo la tienen los músicos, los gestores culturales y las autoridades gubernamentales? O es la sociedad en general, y en ella la empresa privada y personas naturales y jurídicas, que directa o indirectamente usufructúan esta área del arte.
En esta época decembrina, que muchos hacemos coincidir con vacaciones, nos sentamos frente a la pantalla chica y difícilmente en canales nacionales podemos ver, como en otras épocas, una agrupación vallenata. ¿Qué pasó con la fiebre de telenovelas sobre los artistas, las costumbres y la música del Caribe?
El programa musical que todos los días en horario estelar nos pone a ver el Canal Caracol, en el que se supone debe existir una representación de la historia musical reciente de nuestro país, brilla por su ausencia el vallenato, y no me digan ahora que la razón consiste en que los participantes que se inscribieron no dieron la talla.
‘Yo me llamo’ es un programa-concurso para imitadores de cantantes o agrupaciones musicales, y en nuestra música vallenata es tal vez donde más encontramos lo que algunos llaman dobles o imitadores de los grandes cantantes de vallenato, que ya no solo se encuentran en la costa Caribe, sino en todo el territorio nacional.
Luego, entonces, el motivo para que el vallenato haya sido excluido y discriminado totalmente por el Canal Caracol, y especialmente por el programa ‘Yo me llamo’, no puede ser otro que las políticas de la empresa, de los productores y hasta programadores del concurso.
Ahora que el actual gobierno ha volcado sus políticas públicas en favor de los pudientes y conglomerados económicos, es hora que los colombianos nos pellizquemos, y de alguna manera, el trato de quinta que recibimos de algunos grandes medios se lo cobremos así sea con el látigo de la indiferencia, apagando la pantallita por medio de la cual nos embuten todo lo que quieren meternos por los ojos.
El abogado cartagenero Eduardo Matzon, hombre inquieto y preocupado por la vida jurídica y cultural del país, me llamó en estos días no solo para desearme Feliz Navidad y Venturoso 2019, sino para pedirme que me uniera a su protesta silenciosa de no ver el tal ‘Yo me llamo’.
Colofón: Creo que ustedes y yo nos merecemos unas vacaciones, así que a finales de enero de 2019 volveremos a conversar, Dios mediante, por este mismo medio y con el augurio de que la paz, la prosperidad y la salud nos atropellen en lo poquito que queda del 2018 y durante todo el año venidero.
Jorge Nain Ruiz
@jorgenainruiz
Sobre el autor
Jorge Nain Ruiz
Vallenateando
Jorge Nain Ruíz. Abogado. Especializado en derecho Administrativo, enamorado del folclor Vallenato, cantautor del mismo. Esta columna busca acercarnos a una visión didáctica sobre la cultura, el folclore y especialmente la música vallenata. Ponemos un granito de arena para que la música más hermosa del mundo pueda ser analizada, estudiada y comprendida.
0 Comentarios
Le puede interesar
No tengo con qué pagar la entrada al lanzamiento
Ustedes recordarán los masivos eventos de lanzamiento de los trabajos discográficos de Diomedes, del Binomio de Oro, de los Hermano...
Inmigrantes, entre el destierro y la gloria
Despertar bajo el sonido de las olas del mar, es una de las sensaciones más agradables en la vida. Recuerdo que desde muy joven tuv...
Colombia y el reto de consolidar la democracia
El pasado 7 de agosto del 2022 tomó posesión como presidente de la república Gustavo Petro Urrego y su fórmula vicepresidencial Fra...
Identidad y sentido de pertenencia
A propósito del Foro Educativo Nacional que desde la semana pasada se ha dado en las diferentes Instituciones educativas del pa...
Editorial: El Festival Vallenato y su poder transformador
No deja de sorprender los cambios que pueden operarse de un día para otro y por el simple advenimiento de un evento de sólo 5 días...