Opinión
Democracia amenazada
Â
El siglo XX estuvo marcado por el dominio de la forma polÃtica conocida como democracia liberal, pero desde finales de éste y comienzos del siglo XXI, ha estado amenazada por los movimientos populistas que proliferan en el mundo y que socavan las libertades individuales que tanto ha costado sostener a la humanidad.
Parece estar llegando a su fin la época en que las democracias liberales occidentales eran las principales potencias culturales y económicas del mundo, en razón a que el populismo está empezando a desarrollar una alternativa ideológica en forma de democracia iliberal, que está ofreciendo a sus ciudadanos un nivel de vida que rivaliza cada vez más con el de los paÃses llamados democráticos.
Para empeorar las cosas, las democracias emergentes, entre las que se encuentra Colombia, históricamente han sido mucho menos estables que las democracias supuestamente consolidadas de América del Norte, Europa occidental y partes de Asia oriental. De hecho, el reciente retroceso democrático en Venezuela y Nicaragua, asà como los signos de un deslizamiento democrático en Argentina, México y Filipinas, plantean la posibilidad de que algunos de estos paÃses puedan convertirse en democracias defectuosas, o volver a un gobierno autoritario absoluto en la próxima década. En lugar de apuntalar las reducidas fuerzas de la democracia, estos paÃses pueden optar por alinearse con los poderes autocráticos.
Se hace necesario generar iniciativas en defensa de esta forma de gobierno, que, si bien no es perfecta, como dijo Winston Churchill, es la menos mala:  "De hecho, se ha dicho que la democracia es la peor forma de gobierno, excepto por todas las otras formas que han sido probadas de vez en cuando". Entonces, la invitación es a conocerla, porque se corre el riesgo de banalizarla y entrar en arenas movedizas populistas y autoritarias.
A sabiendas que hay muchas definiciones de Democracia, y fácilmente se adjetiva como democracia liberal, democracia popular, y hasta democracia islámica, según Ludwig von Mises, economista y filósofo austrÃaco, la Democracia es un medio, no un fin, para resolver de forma pacÃfica problemas que existen en determinadas sociedades y que tiene elementos liberales, republicanos y por supuesto democráticos.
No se trata tampoco de sacralizar la democracia, ésta tiene muchos peligros, sabemos que puede desembocar en una tiranÃa de las mayorÃas anti individualista y liberticida, donde la mayorÃa decide, aunque lo que se haya decidido sea una estupidez. De otro lado, es injusta, en el sentido que coloca el destino de gente inocente en las manos de polÃticos desinformados, irracionales, parcializados y muchas veces inmorales.
En la narrativa populista, la mayorÃa decide y las minorÃas tienen que acatar y estas últimas han sido altamente perjudicadas; porque no es una cuestión de mayorÃas, se trata de respeto a la minorÃa representada por el individuo, por lo tanto, si el sistema institucional, el estado, no es capaz de proteger los derechos individuales de las personas fracasará cualquier régimen democrático; donde no hay libertad difÃcilmente habrá prosperidad.
Colombia es un paÃs parcialmente libre, y con una débil democracia que tiene serios problemas para defender los principios antes citados; enfrenta serios inconvenientes causados por la violencia ocasionada por la delincuencia organizada y las guerrillas del ELN y las disidencias de las FARC, la corrupción rampante de funcionarios del gobierno, abusos contra los derechos humanos y una impunidad judicial desenfrenada.
Entonces, para no arriesgarnos a aventuras mesiánicas y populistas de izquierda y derecha, que terminen de socavar las estructuras de esta acosada democracia, el gran reto de la sociedad colombiana en estos momentos difÃciles de polarización y desencanto es empezar a fortalecer los ideales democrático liberales, plasmados en las libertades individuales, la economÃa de mercado y los lÃmites al poder del gobierno, empoderando a una sociedad civil activa y emprendedora que le quite funciones a un estado grande, paquidérmico y corrupto.
Â
Julio A. Franco Orozco
@Jafrancoz1
Sobre el autor
Julio A. Franco Orozco
Cleóbulo
Docente Universitario, que le gusta la política cuando se vuelve historia, y que busca a través de las ideas de la libertad recrear en la columna, conceptos políticos y económicos que nos ayuden a entender la realidad actual.
2 Comentarios
Excelente analÃsis de una democracia que es decadente ante un mundo sin freno a la demencial iniquidad de los estados. Felicitaciones muy apropiado este artÃculo.
Se vuelve historia cuando nos salen conque el primer presidente de COlombia ( Nueva granada ) es Juan Nepomuseno Moreno del 18 de diciembre de 1818 al 10 de septiembre de 1819
Le puede interesar
Marchas, ¿apoteósicas o apostólicas?
Llevamos ocho dÃas escuchando una encendida discusión nacional sobre las cartillas del Ministerio de Educación, discusión ésta c...
¿Quiere repetir el señor?
 El expresidente López Michelsen hizo famosas muchas frases, entre ellas aquella que “nadie se queda en la mitad de un besoâ€...
La emancipación de los tibios
Convierten la deliberación pública en una cloaca de improperios y saboteos. Atacan en gavilla, se ponen de acuerdo para deslegitimar ...
Mejor, imposible
No tengo la menor duda de que el propósito de internacionalizar la música vallenata y de llevarla no sólo a los paÃses vecinos, sin...
¿Nuevo monumento en Valledupar?
En meses pasados, un anuncio agitó las redes sociales y a algunos medios de comunicación locales. Dicho anuncio, que fue proclamado...