Opinión

La imposibilidad del socialismo

Julio A. Franco Orozco

08/07/2019 - 05:45

 

La imposibilidad del socialismo

 

Lo que nos caracteriza a los seres humanos son nuestras acciones, tenemos una creatividad ilimitada que usamos para modificar el presente y mejorar el futuro. Tenemos diferentes e infinitos fines y usamos diferentes y finitos medios para llegar a ellos; estas características nos han llevado a crear progresivamente la sociedad en la que vivimos.

En una sociedad de mercado, no socialista, los empresarios actúan, buscan, y descubren servicios y productos, de los cuales son recompensados por los consumidores, que le encuentran valor y utilidad para alcanzar sus fines; este tipo de información, posee una naturaleza subjetiva, dispersa, cambiante, que el proceso del mercado la descubre y, luego, la plasma en señales que se transforman en precios, los cuales revelan relaciones históricas de intercambio. Al respecto dice el economista austriaco Ludwig Von Mises, “donde falta el mercado no pueden formarse precios y sin formación de precios no hay cálculo económico”.  Sin función empresarial, sin libres intercambios entre seres humanos, esta información no se puede crear y transmitir.

El socialismo por creencias o suposiciones sobre la justicia social, propone la existencia de un órgano director, que organiza y coordina las sociedades desde arriba, pensando que éste, mediante la fuerza actuará de manera más efectiva. El socialismo, se define como toda coacción sistemática o institucional, que restringe el libre ejercicio de la función empresarial, que es ejercida por un único órgano director, que se encarga de las necesarias tareas de coordinación social. La cantidad de información que es capaz de manejar este órgano director, resulta en extremo reducida, como quiera que, solo tiene en cuenta, aquella que los planificadores al mando sean capaces de crear, es decir, muy poco dado el tipo y volumen de los datos requeridos para coordinar segundo a segundo a millones de personas. Por esta razón, le es imposible a la llamada economía planificada, averiguar cuáles, entre los múltiples medios, son los más idóneos para alcanzar los deseados objetivos.

Por más que las políticas socialistas estén bien intencionadas o las personas que lo dirijan tengan una virtud heroica, el sistema no funciona y dificulta o imposibilita los procesos de coordinación social.  Y no es que en una sociedad de mercado no se planifique, por el contrario, ésta se basa en los planes de millones de individuos, cada uno con su propio conocimiento especializado; un entramado humano tan complejo, que ningún organismo de planificación puede llegar a comprender dada la cantidad de conocimiento individual disperso.

Con ese error histórico, el socialismo ha causado grandes crisis sin precedentes históricos, que acabaron con millones de vidas, como en la llamada gran hambruna rusa de 1921; el fracaso fue tan grande, que el propio Lenin decidió dar marcha atrás y volver a un sistema más capitalista, llamado nueva política económica, (NEP), esto le originó la oposición y enfrentamientos de camaradas como Trotsky que se negaban a abandonar el sistema, sobre lo que Hayek llamó “la fatal arrogancia”:  la soberbia y el dogmatismo que busca crear un sistema y dirigirlo desde arriba como si fuera un Dios.

El socialismo no funciona, y la intervención estatal sólo se mantiene en la medida que esté delimitada hasta un cierto punto, como en el caso de la socialdemocracia, que solo se mantiene como rémora del capitalismo sin llegar a matarlo. Los hechos son tozudos, y nos lo muestran, los casos del socialismo de Venezuela, Cuba y Nicaragua por citar ejemplos cercanos. Las alternativas son el capitalismo, la sociedad de mercado, las democracias liberales, pero este será tema de otro artículo.

 

Julio A. Franco Orozco

@jafrancoz1

Sobre el autor

Julio A. Franco Orozco

Julio A. Franco Orozco

Cleóbulo

Docente Universitario, que le gusta la política cuando se vuelve historia, y que busca a través de las ideas de la libertad recrear en la columna, conceptos políticos y económicos que nos ayuden a entender la realidad actual.

@Jafrancoz1

1 Comentarios


Rosalvina Alvis Barranco 14-07-2019 06:49 PM

Hola, profe julio. Permítame felicitarlo por tan acertado artículo. Los que hemos tenido oportunidad de vivir compartir y sopesar las sociedades socialista; sabemos y hemos comprendido el fracaso de ese intento económico. Por eso ahora en pleno siglo XXI, podemos afirmar sin titubear(fracaso rotundo en lo económico); no han encontrado ni encontrarán respuesta. Atte. Rosalvina Alvis Barranco.Docente UPC y ESAP.

Escriba aquí su comentario Autorizo el tratamiento de mis datos según el siguiente Aviso de Privacidad.

Le puede interesar

Siento orgullo por Silvestre Dangond

Siento orgullo por Silvestre Dangond

Quiero comenzar aclarando que no soy Silvestrista, y que si alguno quiere catalogarme en una de las corrientes de fanáticos generada...

El viejo traje del alcalde

El viejo traje del alcalde

  En el famoso cuento corto de Hans Christian Andersen “El nuevo traje del emperador”, unos estafadores venden la idea de hacer u...

La  biofilia en contra de la necrofilia

La biofilia en contra de la necrofilia

La biofilia es la victoria de la vida contra las actitudes violentas; es la vitalidad concomitante del crecimiento ético y estético e...

Algo anda mal en Colombia

Algo anda mal en Colombia

  El asesinato de un fiscal antimafia de la república de Paraguay, Marcelo Pecci, en una reconocida playa de la ciudad de Cartagena ...

Diálogos

Diálogos

Un grito lanzado en el desierto sin que nadie oiga, ¿es acaso un grito? El llanto del niño a media noche, en la oscuridad, sin una ...

Lo más leído

Síguenos

facebook twitter youtube

Enlaces recomendados