Opinión

El vallenato y la pirotecnia

Jorge Nain Ruiz

30/09/2022 - 04:30

 

El vallenato y la pirotecnia
La incorporación de fuegos artificiales en los conciertos de vallenato aleja el público de las composiciones, según Jorge Nain Ruiz / Foto: unsplash

 

Nuestra música popular conocida en Colombia y ya en otras partes del mundo con el nombre de Vallenato se ha caracterizado históricamente por ser narrativa, descriptiva, costumbrista y poética, en la cual han predominado las letras ante las melodías. Algunos estudiosos han ido hasta afirmar que “el vallenato es para escuchar y analizar sus letras”.

Hay también quienes afirman que entre las razones del éxito duradero de este género musical se encuentra el hecho de combinar armónicamente las letras con la música y ser apetecida para escucharla, pero también para bailarla.

Sin duda, en el vallenato se han dado varios virajes y tendencias dominantes en diversas épocas, el descriptivo, el narrativo, el lirico, el bailable, entre otros. En estos tiempos en los que la tradición oral se ha dejado avasallar por la cultura de lo visual, nuestros intérpretes han ido implementando en sus presentaciones en vivo formatos mucho más atractivos para las nuevas generaciones y entre ellos se encuentra el empleo de efectos especiales o juegos pirotécnicos en tarima.

Debo confesar que, cuando yo asisto a un espectáculo musical vallenato en vivo, llevo la expectativa de escuchar una agrupación acoplada, un acordeonero creativo, una voz melodiosa y afinada, unas canciones que me lleguen al alma y, porque no, otras que me inviten a bailar. Pero nunca se me había pasado por la cabeza que los cortes o pases musicales debían acompasarse con efectos especiales pirotécnicos y de sonido.

Ahora, al tiempo que un grupo de músicos salta en la tarima suena el estruendo de una explosión o petardo, con decibeles que se salen de cualquier limite y que, si bien pueden producir emoción a algunas personas, también pueden conducir a enfermedades o accidentes auditivos, tanto a los mismos músicos como al público.

En un evento en plaza pública si se presentan 4 o 5 agrupaciones vallenatas en una noche, cuántas explosiones hay que soportar, cuántos truenos, humos, candelas, antorchas, bengalas, serpentinas y demás pendejadas, que entre otras cosas impiden que el público pueda apreciar y calificar la verdadera calidad de los artistas.

Cuando uno sale ahora de un concierto o espectáculo musical, ya no se comenta cual artista tocó y cantó mejor, sino cuales fueron los mejores juegos pirotécnicos. Supongo que el costo de las agrupaciones vallenatas ha aumentado o le han reducido la tarifa a los músicos para costear este nuevo rubro.

Ojo que nuestros cantantes ahora viven mas preocupados porque suene el petardo cuando ellos saltan que de la letra de la canción, de la afinación, timbre y vocalización. Como un adagio popular de músicos, esto se está pareciendo cada día más al nido de la paloma, pura paja y demás.

Colofón: En contraste con lo escrito en esta columna, debo felicitar de manera especial al rey vallenato Alberto “Beto” Villa Payares, quien hace ya varios años de manera persistente y quijotesca avanza en su proyecto denominado Sinfónica Vallenata, el cual cada día se reinventa y consolida. Este viernes 30 de septiembre el formato Parrandas Inolvidables se presentará en el bar Discolo de la ciudad de Barranquilla en el que 6 grandes acordeoneros y 4 damas del acordeón acompañarán a los compositores Rafa Manjarrez, Roberto Calderón e Iván Ovalle Poveda. Sin duda, un espectáculo de esos de antología. 

 

Jorge Nain Ruiz Ditta

@jorgenainruiz     

Sobre el autor

Jorge Nain Ruiz

Jorge Nain Ruiz

Vallenateando

Jorge Nain Ruíz. Abogado. Especializado en derecho Administrativo, enamorado del folclor Vallenato, cantautor del mismo. Esta columna busca acercarnos a una visión didáctica sobre la cultura, el folclore y especialmente la música vallenata. Ponemos un granito de arena para que la música más hermosa del mundo pueda ser analizada, estudiada y comprendida.

@jorgenainruiz

0 Comentarios


Escriba aquí su comentario Autorizo el tratamiento de mis datos según el siguiente Aviso de Privacidad.

Le puede interesar

Traigan oro,  que de incienso estoy hasta la mirra…

Traigan oro, que de incienso estoy hasta la mirra…

Extraña fascinación produjo el mes de diciembre, desde los primeros días hasta su final el cúmulo de sensaciones que despertó, f...

Editorial: Leer es mi cuento en vacaciones

Editorial: Leer es mi cuento en vacaciones

Para el que ha descubierto las virtudes de la lectura, todo momento en presencia de un libro es maravilloso. En la madrugada, antes d...

Los abusos de Electricaribe y las admoniciones de liquidación

Los abusos de Electricaribe y las admoniciones de liquidación

  “Nadie está seguro si lo peor está por terminar o lo que vendrá lo supera” La Constitución de 1991 implantó en la desce...

Editorial: El espíritu navideño como nuevo inicio

Editorial: El espíritu navideño como nuevo inicio

Tras un año colmado de retos y acontecimientos, el mes de diciembre representa el fin de un ciclo. Un momento de celebración en famil...

La dicotomía en busca de la paz

La dicotomía en busca de la paz

Después de más de 50 años de guerra fratricida, violenta y cruel que ha dejado a miles de hogares colombianos una estela de muerte...

Lo más leído

¿Qué es la oralidad?

Javier Zamudio | Patrimonio

Vida y trayectoria de Rafael Pombo

Redacción | Literatura

La Cultura y el laberinto del poder

Omar Castillo | Pensamiento

La magia de Escalona

Alberto Muñoz Peñaloza | Música y folclor

Vallenato clásico

Luis Carlos Ramirez Lascarro | Música y folclor

El Vallenato de Rafael Escalona

Darío Blanco Arboleda | Música y folclor

Síguenos

facebook twitter youtube

Enlaces recomendados