Opinión
La zulimba simultánea
Tratándose de una mañana primaveral como aquella, todos estábamos contentos, dispuestos a proseguir la senda del disfrute, iniciada desde bien temprano con las dos arepuelas, el jugo de naranja, unas arepas de queso y el decímetro de carne asada, como desayuno mañanero, antes de partir al glorioso Ateneo el Rosario|ciencia y virtud.
Nada más fue pisar los predios del matracazo, enseguida apareció Castro Daza Juan Manuel, "mi primo que tanto quiero", con una invitación poco habitual, hagámonos la leva hoy, de inmediato sacó unos billetes, pagó cinco bolsas de caramelos domador, 10 cartillas, sendos potecitos de leche condensada, cheetos, cocadas, pingüinos a tutiplén, los infaltables bolones de todos los colores, esos que dejaban la lengua colorada según el bolón, huevos rellenos de chocolate, sin omitir el aprovisionamiento donde la Ino, de lenguas, tostadas, dulces de maduro y los exquisitos panderitos.
Nos fuimos, todos los integrantes de la barra'e la Pepa, y otro combito que, como condición previa para ir, exigió 2 docenas de "alegrías" que Castro Daza le compró a Pipe, el alma de los palenqueros, en el núcleo del callejón de la Purrututú. Fuimos felices, pudimos ver de nuevo al gran Enrique Borrego, trepado en el burro hechor cenizo, su caravana mular y siete novillos adelante, con precisión vaqueril.
Arribamos a la "ceiba", luego pasamos al "triángulo", sintiéndonos amos y señores del Guatapuri, llenamos las cartillas, pegamos la caramelera con uvita y piñiqui piñiqui. Pasamos una mañana fenomenal, nadamos, reímos, consumimos lo que llevamos, regalándoles también a lavanderas, uno que otro marihuanero que encontramos y a "Minga", quien en este tiempo sería reina todel. Retornamos sobre el medio día, asistimos a clases puntualmente por la tarde, como si nada hubiera pasado.
Al siguiente día, los integrantes de la barra'e la Pepa, en un momento de debilidad, de pereza estudiantil, decidimos volver a las aguas frescas del río guatapuri, de manera que nos hicimos la leva por la tarde, no fuimos al colegio sino a "la ceiba", al "triángulo". Que tarde, espléndida, gratificante, emotiva, nos chupamos 4 bolsas de mamón de las grandes, de esos que vendía el "Pata'e palo", en la calle del Cesar frente al rey de los bares. Con tristeza, por la terminación del paseo, regresamos, pero, desde cuando llegamos a cinco esquinas, nos siguió un mariposón negro, por lo que Efrain Quiroz "Camperucho", vaticinó entre dientes, "no me gusta mucho este visaje". Preciso, él se quedó donde la vieja Pepa Baquero, cruzamos a la izquierda, el viejo Luis García, estaba sentado en la puerta, saludó con cordialidad a su hijo Jorge; una casa después la señora María Diaz, acogió a su querido Alvarito Céspedes Diaz, por mi parte, entré luego a la mía. Cuando mi papá me pegó el primer pretinazo, escuché con precisión los alaridos de Jorge y Alvarito, "la muenda", fue colectiva, simultánea. El llorao' era sostenido, porque a los tres nos penquearon en la espalda, ése es el pencazo que más duele, muchísimo más cuando se propina en diagonal, como nos occurrio aquella tarde. El licenciado César Mendoza Hinojosa, coordinó con nuestros padres. Nunca más faltamos al colegio, nunca más la leva.
Alberto Muñoz Peñaloza
Sobre el autor
Alberto Muñoz Peñaloza
Cosas del Valle
Alberto Muñoz Peñaloza (Valledupar). Es periodista y abogado. Desempeñó el cargo de director de la Casa de la Cultura de Valledupar y su columna “Cosas del Valle” nos abre una ventana sobre todas esas anécdotas que hacen de Valledupar una ciudad única.
2 Comentarios
Caramba, hacerse la leba pegando caramelo , primera vez que oigo ese caso, el del río, si es viejo, lo hice y también me fajonearon. Gracias por recordarme la niñez.
Alberto que bellos recuerdos de mi Valle y de mi Barra porque nosotros también nos volábamos del colegio de las Monjas a coger mangos en Kamel barrio El Carmen que eran dulces y al rio a bañarnos y bastantes muerdas que nos daban nuestros Papás y castigos Las Monjas.Nos bañábamos en los aguaceros y llegábamos empapadas a las casas.Yo se que Mi Mamá a Ti te quería mucho.Que lindos recuerdos de mi Valledupar del alma.
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