Opinión

Palestina o el derecho a resistir

 

Las tecnologías de la información: Prensa, radio y televisión (cuarto poder); las redes sociales, medios alternativos y movilización ciudadanas (quinto poder) permiten a las nuevas generaciones, especialmente a los jóvenes, comprender, valorar, comparar, acercarse y explicar mejor los grandes conflictos de la geopolítica mundial en estos tiempos de instantaneidad y globalización. En vivo y en directo hemos podido observar el desencadenamiento de los recientes conflictos planetarios: Rusia contra Ucrania, y actualmente, Israel contra Palestina.

Jóvenes, adultos y personas de todas las edades cuentan hoy con dispositivos tecnológicos, variedad de fuentes de información con multiplicidad de acceso en tiempo real, contrastar distintas interpretaciones y percepciones, formarse su propio criterio, a partir de la aprehensión de imágenes, explicaciones y justificaciones distintas a las que puedan formular los analistas, la gran prensa, la academia, o, las pasturas y relatos adoptados por las grandes potencias mundiales. En el caso de los conflictos anteriormente citados, se vislumbran imágenes, relatos, justificaciones e interpretaciones que deben invitar a cada persona a preguntarse y responderse a conciencia:

¿Es posible que un conflicto despierte odios despiadados al punto de declarar una limpieza étnica que ponen en riesgo la existencia de todo un pueblo o nación considerada contraria o enemiga, y por lo tanto justificar un diluvio de misiles y gases hasta provocar su exterminio?

¿Es el infierno un lugar del más allá? La realidad muestra que probablemente es un lugar y condición producida fundamentalmente por los seres humanos, descritos en los relatos bíblicos como un lugar del más allá, al que se llega por castigo divino. Podemos apreciar que el infierno es una desgracia humana, objetiva, padecida también  en vida, en este mundo, en muchos lugares de la tierra, como Gaza, por ejemplo.

¿Es posible que, en otras partes del planeta, la Humanidad pueda conciliar el sueño o atesorar siquiera la tranquilidad de la paz mientras en otras esquinas del globo se masacra de manera inerme a un pueblo entero?

¿Se respeta la dignidad de los combatientes en la guerra?, debe respetarse, no todo se vale en la guerra, la humanidad ha elaborado una serie de protocolos para humanizarla, hacerla menos dañina, éticamente aceptable, se le llama a esto Derecho Internacional Humanitario, hechos añicos en ambos conflictos al atacar de manera inclemente población civil, niños, mujeres, ancianos, hospitales o escuelas.

¿Por qué la guerra tiene más defensores que la paz?, la paz es menos costosa y dolorosa que la guerra, es mejor invertir en la paz, el diálogo, la coexistencia pacífica, la defensa de la vida y los derechos humanos que destinar incuantificables sumas de dinero para la guerra representadas hoy en la construcción de obras como las barreras de protección, escudos antimisiles, domos de hierro, búnkeres, misiles y todo tipo de armamentos letales.

¿Es explicable que un pueblo viva enjaulado como pájaros en cautiverio, en una cárcel a cielo abierto, sin libertad plena, dependiendo del suministro de los servicios básicos cómo el agua, luz, gas, alimentos, medicinas, asistencia humanitaria y que en medio de semejante calamidad no se le permita la ayuda humanitaria entregada desde el resto del mundo?

¿Podrá congraciar a Dios, reclamado por cada una de las partes, estos procedimientos criminales, de ajuste de cuentas incubando en el alma de sus hijos enfrentados, excusa o pretexto para todas sus atrocidades? Algo anda mal, Dios es amor, aquí, Gaza y en todas partes. Buena parte del mundo se pregunta ¿Dios dónde está tú amor?, el mundo te lo suplica, palestina lo necesita.

Una de las aristas del conflicto palestino-israelí es la religiosa, en el teatro de los acontecimientos se encuentra la ciudad sagrada de Jerusalén, cuna de las tres grandes religiones del mundo (Cristiana, Judía e Islámica). ¿A qué se debe el silencio de los grandes jerarcas de estas y demás religiones del mundo frente ante este conflicto?

De igual manera, ¿Por qué es inoperante la arquitectura de la diplomacia mundial frente a los conflictos de la geopolítica mundial, en particular las Naciones Unidas? Urge una nueva diplomacia de paz efectiva, legitima, justa, más humana.

¿Merece llamarse civilizado el mundo de hoy? Lo que se aprecia es una sociedad global tacaña de empatía, inmensamente insolidaria, desigual, injusta, desprovista de humanidad y desconocedora del valor de la solidaridad-ternura de los pueblos -en palabras del Che Guevara-.

Es innegable, los últimos conflictos son de gran envergadura, Ucrania y Palestina, tienen repercusiones planetarias, involucra los intereses de las grandes potencias mundiales, son parte de su agenda de poder, razón para corroborar una vez más la globalización del mundo. En ese sentido ¿Por qué no globalizar la paz en lugar globalizar la guerra?

¿Hay buenos y malos muertos? Otra manera de falsear la verdad, una de las grandes damnificadas en toda guerra, justificando que fenómenos complejos del ajedrez político se simplifiquen, reduciéndolos a una mera disputa entre el bien y el mal. Vemos, cuando Rusia invadió a Ucrania, Europa y sus siempre aliada, Estados Unidos, rechazaron, apoyaron y siguen apoyando a Ucrania, implementando todo tipo de sanciones contra Rusia, en teoría  Goliat. Mientras que Ucrania, la más débil se asemeja a la figura de David.

Evidentemente, Rusia actuó como un imperio invasor, terrorista. ¿No es eso mismo lo que hace hoy Israel con Palestina? Eso también es terrorismo puro y duro, los palestinos no tienen ejército legalmente constituido, en cambio Israel cuenta con uno de los ejércitos mejores adiestrados, dotado en armas y tecnologías de última generación. En este caso Estados Unidos, Europa y Japón-quien sufrió en carne propia los estragos de la guerra con la desaparición de Hiroshima y Nagasaki durante la II guerra mundial- apoyan, el procedimiento del gobierno israelí pues aquí no hay terrorismo, por lo tanto, cero sanciones para Goliat o Israel. ¿No es Palestina en este caso la más débil y vulnerable?

El terrorismo se debe rechazar venga de donde venga. Condenar el gobierno israelí no es ser antisemita, mucho menos anticristiano como quieren hacer creer, se condena a un gobierno, no al pueblo judío, que dicho sea de paso en buena parte no está de acuerdo con el gobierno de Netanyahu. De igual modo, se rechaza el proceder criminal de Hamás, grupo terrorista palestino, que tampoco representa al pueblo de Palestina.  

Finalmente, desde el campo de las ciencias sociales los maestros enseñamos la prevalencia de una cultura de convivencia y paz, la negociación y resolución pacífica de los conflictos; el reconocimiento de las diferencias entre las naciones; la necesidad de humanizar la convivencia entre los pueblos; el derecho de las naciones a ser reconocidas como tal, con fronteras definidas, autoridades, leyes e instituciones plenas, en consecuencia, vivir dignamente, en libertad, en paz, soñar y resistir es un principio de vida legítimo, aplicable para el Israel como para Palestina.

De igual manera, exhortamos de lo nefasto que fueron las guerras mundiales, enseñamos que la mejor guerra es la que no se hace, una paz imperfecta será mil veces mejor que una guerra perfecta, porque una vez desatado un conflicto, no se sabe cuándo, cómo y qué consecuencias desencadenará entre las naciones involucradas y en el resto del mundo.

 

Gustavo A. Carreño