Turismo

Siete grandes ciudades culturales latinoamericanas que vale la pena visitar

 

Mezcla de exotismo y de culturas, Latinoamérica brilla por su patrimonio histórico en el que tuvo una gran influencia el periodo de oro del imperio español y las grandes civilizaciones indígenas. En la parte hispana de las Américas, se encuentran las ciudades más hermosas del continente (y quizás también del mundo).

En este artículo, te presentamos siete destinos a los que puedes viajar tranquilo con un seguro de viajero, para disfrutar a fondo, pasearte como lo desees, descubrir monumentos y museos, y no preocuparte por las pérdidas de vuelo, o imprevistos durante la estancia.

Cartagena de Indias (Colombia)

La primera ciudad que debe destacarse es Cartagena de Indias (Colombia). Un lugar precioso en el Caribe colombiano, que se ha hecho famoso por su centro colonial. Allí el viajero puede perderse en un fantástico entramado de casas bajitas con puertas de madera, ventanas decoradas con rejas y balcones de madera desbordados de flores. En el interior, los patios con jardines remiten a los diseños andaluces de España. La ciudad amurallada también encierra la Plaza de los Coches, el Bodegón de la Candelaria, la iglesia y convento de la orden jesuítica San Pedro Claver, la Plaza de la Aduana y las casas de los marqueses Domingo de Miranda y Valdehoyos.

Cuenca (Ecuador)

Llamada "Atenas de Ecuador" por su arquitectura, su diversidad cultural, su aporte a las artes, ciencias y letras ecuatorianas, esta ciudad se destaca también por ser el lugar de nacimiento de muchos personajes ilustres de la sociedad ecuatoriana. Su fuerte carácter arquitectónico se debe a sus dos facetas prehispánicas e hispánicas. En la actualidad se pueden apreciar vestigios de su pasado inca, como el palacio de Pumapungo.

Potosí (Bolivia)

En los siglos XVI y XVII, la Villa Imperial del Potosí, al sur de Bolivia, floreció a la sombra del Cerro Rico (“Sumaj Orko”, en quechua), la mina de plata más grande del mundo. Ese tiempo de esplendor, cuando con 160 mil habitantes Potosí era una de las ciudades más grandes y ricas del mundo, revive en el edificio colonial de la Casa de la Moneda -transformado en museo-, el Mercado Minero, el Museo Sacro y de Vida Religiosa de Santa Teresa, el Museo Histórico Minero Diego Huallpa y el circuito de siete miradores del casco urbano y el emblemático cerro.

Antigua (Guatemala)

A 45 km de la ciudad de Guatemala, Antigua conserva parte de la primera fundación de la capital del país centroamericano. Surgió en 1543 y en 1773 fue destruida por un terremoto. Una conmovedora forma de conocer los sitios imperdibles de Antigua (como el Palacio de los Capitanes Generales, la Fuente de las Sirenas de la Plaza Mayor y la sede del Ayuntamiento) y su gente es a través de la procesión popular que cada 25 de julio sigue a la Misa Mayor en la Catedral y Parroquia de San José.

La Habana (Cuba)  

La joya del Caribe seduce por su llamativa mezcla de autos antiguos, melodías de salsa, balcones coloniales y sabores típicos ofrecidos en paladares (comedores para turistas en casas particulares). En el centro se destacan la Catedral, los palacios Marqués de Arcos, de los Condes de Casa Bayona, del Marqués de Aguas Claras, del Segundo Cabo y del Conde de Lombillo, los museos con entrada gratuita de la calle Mercaderes y la iglesia y convento San Francisco de Asís. Además, está el Malecón con vista al mar Caribe que nos lleva al Castillo de la Real Fuerza. En La Habana no hay tiempo que perder.

San Juan (Puerto Rico)

La capital de Puerto Rico se divide en dos ciudades claramente diferenciadas, la ciudad antigua y la nueva que es el resto de la capital, fruto de las dos grandes influencias culturales la española y la norteamericana de la isla. Aquí se vive la música con pasión, desde la Salsa del Gran Combo hasta las últimas estrellas reggaetoneras. Puerto Rico es mucho ritmo y mucho sabor.

Buenos Aires (Argentina)

Por sus aires de gran urbe moderna, por sus avenidas que recuerdan a París y Madrid, Buenos Aires (Argentina) se ha ganado la fama de ciudad europea en el corazón latinoamericano. La influencia es innegable, y, sin embargo, Buenos Aires es única. Allí cada paseo es una gran experiencia, y más todavía si suena en el fondo uno de esos tangos nostálgicos que la caracterizan. Las antiguas construcciones que se levantan de la Manzana de las Luces -entre las calles Perú, Alsina, Moreno y Bolívar, a una cuadra de Plaza de Mayo- revelan la actividad que desarrollaron los sacerdotes jesuitas arribados a la costa del Río de la Plata en 1608. Construyeron una iglesia, el Colegio de San Ignacio, casas virreinales y túneles.

 

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