Artes plásticas

El Body Paint, entre arte espectacular y espectáculo artístico

Redacción

07/10/2013 - 10:50

 

Desde finales de los años 80 y principios de los años 90, el Body Paint (o pintura corporal) se ha difundido en los espacios artísticos y académicos como una de las artes efímeras más atractivas, no solamente por el juego que implica entre el artista y quien se presta a ello sino por la forma de embellecer el cuerpo y las creaciones inesperadas que nacen en esos encuentros.

Prestigiosas estrellas de la música o del cine se han dejado pintar el cuerpo por artistas reconocidos. En los desfiles de Carnaval, en inauguraciones e incluso en etapas especiales de la vida (como el embarazo), el Body Paint se ha afianzado como una fuente de expresión y de entretenimiento.

Es innegable que la mescolanza de colores, las formas del cuerpo, la fuerza del instante y la combinación de materiales generan  creaciones inesperadas, por muy planeadas que sean. Y ése es uno de los puntos interesantes de esta práctica artística.

No obstante, vale la pena recalcar que el Body Paint tiene su origen mucho más allá de los años 80-90. Muchos historiadores consideran que es una de las expresiones plásticas más antiguas de la Humanidad.  Antes de que naciera la Escritura y en muchas etnias de la actualidad que mantienen un contacto directo con la naturaleza, se utilizan pigmentos como la tierra coloreada, el carbón, la tiza, la sangre de animales para camuflarse o realizar sus ritos mágicos.

El auge del Body Paint en las últimas décadas es,  en realidad, el resultado directo del ascenso del arte conceptual y de la búsqueda de nuevas criterios estéticos que se adapten a estos tiempos modernos.

En la Escuela de Bellas Artes de Valledupar, y bajo la iniciativa del grupo de artistas Dibujo Valledupar, tuvimos un perfecto ejemplo de lo que el Body Paint representa tanto para el artista, como para el objeto de la obra y el espectador.

El Body Paint es un “juego de creación” entre dos o más personas que requiere, por encima de todo, la aceptación y el atrevimiento de la persona que será el objeto de la pintura. Exponerse es el primer paso para que la obra se dé y, en la Escuela de Bellas Artes, cuatro personas (tres mujeres y un hombre) accedieron a ello.

Cada una de ellas entró en un orden cronológico a la sala, dando así espacio y tiempo al artista para elaborar su obra. Luego, vimos cómo el bosquejo y la pintura creada por la mano de un hábil artista iban variando en función de los colores seleccionados, la pose, la actitud y morfología del cuerpo receptor.

La actividad en sí fue un bello espectáculo que nos invita reflexionar sobre la relación que se instaura entre creador y el receptor de la obra. Pero también sobre cómo hacer que esa obra perdure en el tiempo y el pensamiento. ¿Acaso la fotografía y el dibujo son la única forma de rescatar ese instante?

0 Comentarios


Escriba aquí su comentario Autorizo el tratamiento de mis datos según el siguiente Aviso de Privacidad.

Le puede interesar

Arnulfo Luna y el fulgor del arte caribe

Arnulfo Luna y el fulgor del arte caribe

Seis años han pasado desde su última exposición en Valledupar. Durante este tiempo Arnulfo Luna ha seguido explorando el arte que ho...

“El Grito” para ver en el Festival Vallenato

“El Grito” para ver en el Festival Vallenato

Trabajar por la cultura en Valledupar es encontrar un terreno árido, espinoso y donde reina no sólo la música de acordeón como elem...

‘El carnaval’, la inspiración inagotable de Elsa Palmera

‘El carnaval’, la inspiración inagotable de Elsa Palmera

Al igual que en cualquier carnaval del mundo, la obra artística de la diseñadora textil Elsa Palmera, es una combinación de colore...

“Trato  de jugar con las imágenes y crear un cuestionamiento”

“Trato de jugar con las imágenes y crear un cuestionamiento”

El nacimiento de sus dos hijos le mantuvo alejado de las salas de exposiciones por un tiempo, pero su mente seguía ahí.  “Ser padr...

Inauguración de la exposición “Miradas e instantes” en Valledupar

Inauguración de la exposición “Miradas e instantes” en Valledupar

La Escuela de Bellas Artes de Valledupar representa un hervidero de grandes creadores. El lugar de encuentro para almas inquietas que h...

Lo más leído

Débora Arango, la huella de una gran artista colombiana

Marta Elena Bravo de Hermelin | Artes plásticas

Luís Magín Díaz, una vida para componer

Redacción | Música y folclor

La estancia de Altos del Rosario

Álvaro Rojano Osorio | Pueblos

¡Gracias por esta bonita Combinación!

Nicolás Fernando Ceballos Galvis | Música y folclor

Omar Geles, el homenajeado

Jorge Nain Ruiz | Música y folclor

Síguenos

facebook twitter youtube

Enlaces recomendados