Artes plásticas
Santos y personajes de Valledupar, pintados por Luis Garay Rodríguez
En la entrada de la Casa de la Cultura, los retratos de grandes figuras que marcaron la historia de Valledupar atrapan la mirada del visitante. Alfonso López Michelsen, Jaime Molina, Consuelo Araujo, Monseñor Roig, Victor Cohen Salazar y el Padre Vicente son algunos de los protagonistas destacados que dan vida a esta exposición en los que también intervienen Jesucristo, la Virgen y otros personajes claves de la Biblia.
La Semana Santa influye inevitablemente en la temática de esta muestra muy especial. Su autor, Luis Garay Rodríguez, nació en el Banco Magdalena en 1937 y se vino a estudiar a Valledupar en el colegio Loperena desde muy jovencito. Nos explica que el objetivo de la exposición es recordar a las personas que han hecho de Valledupar lo que es hoy: una ciudad grande e influyente, reconocida por su folclor y su cultura.
“Todas estas personas fueron amigas mías”, comenta el artista. “Son difuntos que siguen en la memoria de todos los vallenatos. El último [de los expuestos] en morir fue Rafael Escalona”.
Las obras expresionistas de Luis Garay se centran en lugares emblemáticos de Valledupar: el Colegio Loperena, las cinco esquinas, el Balneario Hurtado o el Coliseo y, por encima de cada uno, resalta en muchas ocasiones la figura de quien ha cambiado especialmente ese lugar. Es una forma de rendirle un homenaje.
Entre todas las obras, el artista nos señala la que más le gusta. Es un cuadro en el que aparece Jaime Molina frente al café La Bolsa, hoy cerrado. Para él, esta pintura alude a una época muy especial en la cual el café era considerado como punto de encuentro por los ganaderos.
En términos generales, la nostalgia está muy presente en la obra de Luis Garay. Sus pinceladas reconstruyen un pasado lleno de camaradería, compadrazgo y amistad. Valores que se han ido diluyendo a lo largo de las últimas décadas, con el crecimiento de la ciudad.
El Santo Ecce Homo -el patrono de la ciudad- también aparece en la exposición y consolida este aspecto celestial que la caracteriza. Todo lo que se expone acá tiene algo divino, algo que demuestra que Valledupar es un paraíso terrestre.
[La exposición sigue abierta al público hasta el 15 de abril del 2012]
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