Artes plásticas

Arte y curaduría se encuentran en la ciudad de Valledupar

Geográfica y culturalmente el Caribe es una región de contrastes, pero identificada por ritmos, sabores, formas y colores que trascienden las barreras idiomáticas y permiten a cualquiera que explore sus tierras, encontrar una clara identidad dentro de la rica diversidad.

Colombia como parte inseparable de esta cuenca no escapa a la dinámica, encontrándose en ella una población que toma de sus raíces el influjo necesario para mostrarse siempre creativa, vigente y original. Una ventana para observar este maravilloso caudal de expresiones es sin duda el arte.

Éste fue precisamente el punto de partida en el II Encuentro de Arte y Curaduría del Caribe, cuya meta fue descifrar hacia dónde se dirigen las manifestaciones artísticas de la región y cómo la figura del curador se posiciona en este contexto.

Eduardo Márceles Daconte, máster en Estudios Latinoamericanos de la Universidad de California y curador independiente, dio apertura al evento con su conferencia “Problemática e idiosincrasia de nuestras artes visuales”, a través de ella planteó que “en el Caribe la curaduría no ha sido suficientemente entendida, hay muy pocos curadores para una necesidad tan apremiante como lo es conocer nuestro acervo artístico”.

Añadió además “generalmente se cree que sólo se trata de montar obras y en realidad, el curador es el responsable de mostrar el desarrollo del arte a través de la historia y diferenciar los museos de las galerías de exposición”.

Por último, señaló con preocupación que los museos del Caribe generalmente se enfocan en el folclor, el arte moderno y las manifestaciones de origen reciente, pero que hay un gran vacío acerca de lo sucedido en el siglo XIX y las primeras décadas del siglo XX, “rescatar esas creaciones del olvido es precisamente la función del curador”, puntualizó.

Seguidamente, hizo intervención el artista visual y profesor de la Universidad del Atlántico Néstor Martínez Celis con su conferencia “Curar la curaduría”. En ella expuso la necesidad de una mejor preparación por parte de los curadores, pues “ellos tienen la responsabilidad de lograr que el público aprecie, interprete y comprenda en contexto lo que el artista quiso transmitir”.

A su juicio, la curaduría es producto de la complejidad artística contemporánea, donde a los artes y estilos clásicos se han sumado manifestaciones como la fotografía, el cine, el performance y, más recientemente, los aportes de las herramientas informáticas que se reflejan claramente en la corriente del web art.

La nota empresarial fue puesta por la artista visual de la Universidad Javeriana Paula Díaz Delgadillo, al resaltar la necesidad de escuchar los procesos artísticos emergentes y comprender el mundo del arte “dentro de un circuito que inicia con la creación y la investigación, continúa con la gestión de apoyos para la exposición y finaliza con la comercialización”;  pues el artista realiza una muy bella labor y por tanto debe proyectarse para vivir a la altura de su talento. Terminó su intervención con una exhortación a la organización, pues ve en los colectivos una gran oportunidad para crear sinergias y que los nuevos creadores se den a conocer.

Las conclusiones del encuentro estuvieron a cargo de los curadores Javier Mejía y Jayder Orsini, quienes señalaron que el arte refleja los conceptos y las circunstancias sociales, por lo que el curador necesita un conocimiento integral de la cultura y estar atento a los cambios, sin olvidar el pasado.

Finalmente se dio clausura al 14º Salón de Artistas que durante un mes tuvo como epicentro a Valledupar y que se despide dejando en la ciudad un gran aporte a la construcción de una cosmovisión más humanista.