Bienestar

Todos los sueños se pueden hacer realidad

Quiero compartirles la importancia de plantearse unas metas claras y precisas en sus vidas.

Somos seres integrales que buscamos el equilibrio en aquello que hacemos. En toda nuestra vida nos estamos planteando conseguir objetivos, desde que nacemos consciente o inconscientemente lo estamos intentando.

Por ejemplo: tengo hambre y quiero aprender a comer, quiero caminar y tengo que hacerlo, quiero graduarme y voy a conseguirlo, quiero estudiar tal carrera y quiero pasar en la universidad, quiero tal carro y lo voy a comprar, quiero esta casa y la voy a tener…

SI reflexionamos sobre esto, somos unos expertos en plantearnos metas. Sin embargo, en algunas ocasiones abandonamos, no cumplimos lo que nos proponemos. Nos saboteamos a nosotros mismos aunque lo deseemos con todas las fuerzas de nuestro corazón.

Detrás de no cumplir las metas podemos encontrar un objetivo mal formulado, por ejemplo: si me planteo hacer una dieta y no la cumplo, si me planteo ir al gimnasio y no lo cumplo, si me planteo dejar de fumar y no lo cumplo… Inconscientemente yo elijo hacerlo o no hacerlo y prefiero dejar mi proyecto por la mitad o no empezarlo.

Hoy quiero enseñarles una técnica que les asegurará que todo lo que se proponen lo puedan conseguir. Adicionalmente al planteamiento de objetivos, es importante hacerlo para que nuestro cerebro lo entienda y lo pueda procesar.

Los objetivos que nos planteamos deben ser concretos, medibles y con una definición clara, así como lo hacen las empresas. Y para tener la suficiente certeza de que eso es lo que queremos, hay que hacerse las siguientes preguntas:

¿Qué quiero conseguir?, ¿Puedo detallar aún más lo que quiero alcanzar?, ¿Qué sentiré si lo consigo? ¿Qué oleré?, ¿Qué veré?, ¿Qué necesidad voy a cubrir? …

¿Está meta u objetivo depende solo de mí? ¿Aquello que no depende de mí, de quién depende?

¿Por qué quiero conseguirlo?, ¿Qué espero que cambie en mi vida? ¿Cómo espero sentirme? ¿Me ayuda a ser más feliz?

¿Es este objetivo coherente con mi misión de vida, con lo que realmente quiero hacer? ¿Qué cambios voy a tener que hacer, estoy de acuerdo con ello?

¿Cómo sabré que lo he conseguido?, ¿Cómo podré medir el nivel de logro que haya alcanzado? ¿Qué metas intermedias voy a ponerme, para lograr ese gran objetivo? ¿Por qué frases voy a tener que pasar? ¿Qué fechas voy a poner para cada fase o meta intermedia? ¿Cuándo pretendo haber alcanzado mi meta final? …

Los objetivos siempre deben ser realistas, motivadores y que honren los valores personales.

Un ejemplo de plan de trabajo para tener el peso ideal es el siguiente:

Hoy estoy pesando 94 kilos. Quiero pesar 72 kilos en diciembre del 2012. Para llegar a conseguirlo durante estos seis meses, mensualmente tengo que bajar 3.6 kilos. Mi plan de trabajo para lograrlo es el siguiente… y crear los compromisos que te haces contigo mismo para poder alcanzarlo.

Les reitero que es de vital importancia responderse a las preguntas que se plantearon anteriormente, de lo contrario podemos abandonar aunque tengamos un plan de trabajo al detalle. Para mí, para mi consciente y para mi inconsciente, tiene que ser un objetivo que sí quiera cumplir.

Es importante que te respondas a estas preguntas por escrito y que generes tu plan de trabajo con fechas específicas y metas puntuales para hacer seguimiento de qué tanto te estás acercando a cumplirlo.

Y por último, no olvides la importancia de visualizarlos, imaginarte esos momentos, e incluso preguntarte qué problemas solucionarías en tu vida al alcanzar esa meta. Imaginarte que ya lo has conseguido y qué impacto tienes en el entorno.

Maira Ropero

www.mairaropero.com