Bienestar
El colchón y la almohada: dos aliados para tu descanso
El efecto que un buen descanso tiene sobre la salud de las personas ha sido probado ampliamente. Lograr un buen sueño es vital para recuperarnos, tanto física como mentalmente, y poder así encarar las actividades de cada día.
Hasta cierta edad es bastante común que la mayoría de las personas puedan descansar sin mayores problemas. Sin embargo, se estima que a partir de los 30 años para algunas personas pueden aparecer problemas para dormir.
A veces el estrés asociado al trabajo, los estudios, a ciertos vínculos o la vida familiar hacen que el descanso no sea satisfactorio. En otros casos, sin embargo, la pérdida de sueño se debe a la falta de camas y colchones o de una almohada adecuada para que el cuerpo pueda descansar correctamente.
En este sentido, es importante tener en cuenta que al comprar una base cama y colchón estamos adquiriendo un producto que va a tener un impacto muy grande en nuestra vida.
Identificar qué es lo que necesitamos para poder lograr un buen descanso es fundamental para elegir entre los miles de productos existentes en el mercado aquel que mejor se adapte a nuestras necesidades.
¿Por qué dormir es tan importante?
Cuando dormimos suceden muchas cosas. Por una parte, nuestro cuerpo reposa y los músculos reponen energía para afrontar las exigencias físicas diarias de cada persona. Un buen descanso, con una almohada cervical, base cama y colchón de buena calidad permiten que el cuerpo vuelva a tener coordinación y velocidad en los movimientos, para dar respuesta a las actividades específicas del día.
De hecho, se suele recomendar a las y los atletas descansos de hasta 10 horas para que sus músculos logren el nivel de reposición necesaria para afrontar las exigencias físicas del deporte.
Por otra parte, descansar es esencial para nuestro cerebro. Cuando dormimos, nuestro cerebro trabaja procesando la información de la vida diurna y logra así reponerse para un nuevo día.
Un buen descanso impacta directamente en la capacidad de concentrarse, en el humor y las estrategias para vincularse con pares u otras personas de su entorno.
¿Cuántas horas se recomienda dormir?
Si bien cada persona es diferente, existen algunos parámetros en cuanto a la cantidad de horas de sueño que son óptimas para mantener una buena salud. El tiempo que pasamos durmiendo puede variar de acuerdo al tipo de actividad que desarrollemos y a la edad que tengamos.
Los bebés recién nacidos suelen descansar alrededor de 15 horas por día y eso es completamente normal y esperable hasta los 3 meses de vida, aproximadamente. A medida que van creciendo, el tiempo que dedican a dormir los bebés va disminuyendo, ya que empiezan a interactuar más con el mundo que los rodea.
Entre los 3 y los 12 años, el tiempo de sueño saludable suele ser de aproximadamente de 12 horas, distribuidas entre unas 10 horas de sueño nocturno y dos horas de siesta. En la adolescencia, un descanso de entre 8 y 10 horas es suficiente la mayoría de las veces, mientras que las y los adultos de hasta 60 años pueden reponerse con 8 horas diarias.
Para las personas adultas mayores, lo ideal es que el descanso alcance las 9 horas diarias.
Calidad del sueño
La cantidad de horas que dedicamos a dormir es uno de los indicadores del sueño que debe complementarse con otros aspectos que puedan dar cuenta de la calidad del descanso.
Los despertares en medio de la noche o levantarnos cansados son algunas de las señales de que debemos mejorar la calidad del sueño.
Uno de los factores que influye en la calidad del sueño es la rutina. Nuestro cuerpo responde más fácil cuando se trata de pautas que ya tiene incorporadas, por lo que acostarnos a dormir siempre a la misma hora puede ayudar mucho que tengamos un sueño de buena calidad.
Por otro lado, el ambiente en el que descansamos es también importante. Idealmente, tenemos que buscar un espacio silencioso, aireado y limpio, en el que tengamos la posibilidad de apagar la luz y quedar completamente a oscuras.
Por último, un detalle no menor son la cama y la almohada sobre la que descansamos. Encontrar la cama que mejor se ajusta a nuestras necesidades es imprescindible. Si bien se trata de un producto costoso, invertir en una buena cama doble con colchón que resulte adecuada para nuestra columna cambiará nuestra vida radicalmente.
Tipos de colchón y almohadas
Para que la enorme cantidad de colchones disponibles en el mercado no resulte abrumadora, es importante conocer algunos detalles que serán de mucha utilidad para clasificarlos.
Los colchones con resorte son los más populares. Suelen estar compuestos por una malla de resortes cubiertos de distintos materiales para brindar confort.
Por otra parte, los colchones de espuma tienen una estructura basada en este componente que, dependiendo de su densidad, brindará mayor o menor firmeza.
Por lo general, quienes prefieren los colchones firmes, que no se alteran con el accionar del cuerpo, deben optar por los colchones de espuma de alta densidad. Mientras que, para quienes prefieran que el colchón se amolde al cuerpo, la opción de los resortes será la más indicada.
Con respecto a las almohadas, a las tradicionales almohadas de espuma se sumaron diseños de almohada viscoelástica, que tiene la capacidad de adaptarse a la forma de la cabeza, y la almohada ortopédica que es la que suelen sugerir los profesionales cuando existen dificultades a nivel cervical.
Con esta información básica, nos resultará más fácil navegar por los extensos catálogos de productos de las tiendas para dar con el elegido. Ya sea que se trate de elegir una nueva almohada o un nuevo colchón, la experiencia de otras personas, aunque puede ser de utilidad, no siempre es transferible. Lamentablemente, el descanso es algo muy personal y es difícil garantizar a alguien que dormirá bien con tal almohada o colchón.
En conclusión, descansar bien es fundamental para la salud y el sistema inmunológico. Frente a un problema en la calidad del sueño, lo más recomendable es no dejar pasar el tiempo y actuar para identificar la causa y lograr mejorar el descanso para evitar problemas futuros.
Andrés Morales
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