Bienestar

El poder del pensamiento positivo

Nuestra calidad de vida es proporcional a la calidad de nuestros pensamientos. Somos la imagen de lo que pensamos.

Pensar de forma positiva no implica negar la existencia de los problemas ni esconder la cabeza bajo tierra ante su aparición. Todo lo contrario. Pensar positivamente lleva consigo aceptar la presencia de dificultades o la existencia de situaciones dolorosas. Las personas no se esconden del sufrimiento sino que lo aceptan.

Utilizamos el pensamiento positivo cuando decidimos ver el lado bueno de las cosas en cualquier situación. Es decir cuando vemos el vaso medio lleno en lugar de verlo medio vacío; cuando no permitimos que el fatalismo irrumpa en nuestras vidas y cuando elegimos ser optimistas en lugar de pesimistas.

La gente de espíritu negativo suele ensalzar una serie de comentarios derrotistas, repitiéndolos continuamente. Frases inútiles como las que enumero a continuación:

“Mi vida es un desastre”.
“Nada me sale bien”. 
“Esto siempre me pasa a mí”. 
“Ya lo arruiné todo”. 
“Nada va a resultar”.
“Es inútil esforzarse”.

Aún cuando a la gente negativa le está yendo bien, nunca reciben con positivismo aquello bueno de la vida y terminan diciendo:

“Esta racha de buena suerte durará poco”. 
“La felicidad no es para siempre”. 
“Me gustaría que todo siempre saliera bien, pero es imposible”.

Los seres humano creamos nuestra propia realidad. El pensamiento positivo permite afrontar con éxito situaciones difíciles y nos dota de un poder que facilita superar las pruebas más dolorosas.

Seguramente, has escuchado hablar del Lance Armstrong, el famoso ciclista texano que tiene el record de haber ganado 7 Tours de Francia consecutivos , lo que seguramente no sabes es que en 1996 a la edad de 25 años, le fue diagnosticado cáncer en los testículos con metástasis en los pulmones y el cerebro.

Ahora seguramente tu mente esta clasificando esto como una experiencia negativa para Lance, pero esta experiencia “negativa” le dio la fuerza y el valor que necesitó para lograr ganar 7 Tours de Francia seguidos y no solo eso, sino que a partir de esa experiencia Lance, creó una fundación para ayudar a las personas con cáncer en todo el mundo, se llama LiveStrong.

Bueno, tendremos que replantarnos si la experiencia de cáncer en Lance fue una experiencia “positiva” o “negativa” o si simplemente fue una experiencia que debía experimentar para crecer como ser humano.

No es la situación la que tiene el poder de hacernos sentir como nos sentimos; somos nosotros quienes tenemos ese poder, pero lo cedemos habitualmente y justificamos nuestro estado de ánimo diciendo que es producto de la situación. Según el psicólogo Albert Ellis, tanto las emociones como las conductas de una persona son debidas a su interpretación de la realidad.

Evitar siempre las frases con contenido negativo y sustituirlas por otras de contenido positivo: afirmar y no negar. Hay que pensar en lo que se quiere, no en lo que no se quiere. Sustituir siempre los mensajes negativos por positivos. Por ejemplo, decir “estoy tranquilo y relajado”, en lugar de “no estoy nervioso”.

Tu mente sólo puede pensar en una cosa cada vez. Es imposible pensar dos cosas al mismo tiempo. Si te viene a la mente un pensamiento negativo. Piensa lo opuesto, lo contrario. Tómalo como un ejercicio mental, aunque te parezca absurdo o simplista.

La gente de pensamiento positivo, con metas de triunfar y salir adelante va por la vida con  frases como éstas:

“Todo va a salir bien”. 
“Nada es imposible”. 
“Tengo fe que todo saldrá a mi favor”.
“La buena suerte siempre me acompaña”. 
“Hay que tener confianza”.
“Hay que esforzarse”.

Y si algo malo les sucede, la gente positiva no se derrota por el contrario su discurso es de esperanza y entonces se dicen:

“No hay mal que por bien no venga”. 
“Siempre hay que buscar el lado bueno de las cosas”. 
“La próxima vez todo va a estar mejor”.
“Pase lo que pase hay que salir adelante”.

Gente negativa ve los hechos malos como en una película. Se miran a sí mismos como los perdedores, los derrotados, los últimos, las víctimas mientras que la gente positiva se enfoca, se mira como luchadores, emprendedores, dueños de su destino, creadores continuos de su propia película.

Si acaso estás en el grupo de aquellos que todavía no practican el pensamiento positivo, no te apenes, no te deprimas, empieza ahora, trata de explicarte las cosas de una manera diferente, con mayor optimismo, con más amor propio, con esperanza. Mantén conversaciones positivas contigo mismo e, inmediatamente, verás la diferencia en tu actitud personal, en tus acciones, en tus resultados, en tus relaciones y en toda tu vida.

Maira Ropero