Cine
Exodo: una nueva película de Ridley Scott basada en la Biblia
Ridley Scott es muy conocido por sus películas de Ciencia ficción (Alien, Blade Runner, o Prometheus), y quizás menos por las que se basan en hechos históricos.
Exodus: Dioses y reyes, su más reciente película, se centra en la historia del Antiguo Testamento sobre la liberación de la población hebrea que fue sometida a la esclavitud durante poco más de 4 siglos por el Imperio egipcio.
Ambientada en el año 1300 a.C., la película nos acerca rápidamente a los protagonistas de la historia. Moisés (Christian Bale), ya adulto y perteneciente a la corte real, es hijo adoptivo del faraón Seti (John Turturro) y hermanastro del heredero al trono, Ramsés (Joel Edgerton).
La preferencia del faraón por Moisés (y su consecuente negligencia de Ramsés), permite esbozar una temprana rivalidad entre ambos que se manifiesta mediante miradas agresivas y despectivas. En la batalla inicial, la que sostiene el ejército egipcio contra los hititas, Moisés es mostrado como un héroe de acción; un hombre determinado y valiente que le salva la vida a Ramsés.
Luego de ser enviado a Pitón, una ciudad egipcia controlada por el cínico regente Hegep (Ben Mendelsohn)–un hombre corrupto y desdeñoso que sólo busca su interés propio–, Moisés sostiene un encuentro con Nun (Ben Kignsley), un veterano esclavo judío que le narra su origen hebreo y cómo fue que le salvaron la vida para ser educado como hijo adoptivo del faraón. Además, Nun le habla sobre una profecía que dicta que él será el salvador del pueblo judío que vive oprimido por los egipcios.
La originalidad de Exodus es que Dios aparece como un niño de 11 años: pequeño, inteligente, pero truculento. Esta decisión puede llegar a ser controversial para las posturas de los más fervientes creyentes. Sin embargo, el recurso es creativo y audaz. El niño se muestra molesto y vengativo, tiene un carácter congruente con el Dios iracundo del Antiguo Testamento. Por eso envía una serie de plagas contra los egipcios.
Éxodo… mantiene el tono ya acostumbrado del cine hollywoodense: la deformación de la realidad histórica. El filme se refugia constantemente en situaciones o expresiones que son lugares comunes del cine de aventuras, como el montaje en el que Moisés entrena a los judíos en el arte de la guerra y el manejo de armas.
No debe extrañarnos que el filme pretenda crear la imagen del pueblo hebreo como mártir. Los hechos históricos que han dejado huella en el imaginario de la humanidad son retomados para proponer una nueva puesta en escena. El superpoder norteamericano ha creado un imperio basado en la proyección de la fuerza militar hacia cada esquina del globo terráqueo, pero también hay una expansión de su ideología mediante su cine, así como la necesidad del resto del planeta de integrarse a la economía global y a los mercados impuestos y manejados por Estados Unidos, la nación que hoy representa el imperio del capitalismo global.
Alberto Campos
Sobre el autor
Alberto Campos
Cinescrúpulos
Alberto Campos, Valledupar (1976). Sociólogo y Abogado de la Universidad Popular del Cesar. En Cinescrúpulos expone su faceta de crítico y amante del Cine, pero con total independencia. Su fin es alabar las buenas películas y señalar las malas producciones.
0 Comentarios
Le puede interesar
La ciencia ficción nos advirtió
Como cinéfilo, a menudo me pasa que siento que estoy viviendo en el futuro. No se trata, por supuesto, de haber conducido el Delorea...
El escape, un síntoma temático del cine colombiano
Las épocas que vivimos son la materia prima para los creadores de artefactos mediáticos así como para los artistas en general. A...
Un loco suelto en Nueva York: ¿el mejor recuerdo de Robin Williams?
No hay nada más difícil que criticar la película de un artista que acaba de fallecer. Y más cuando se trata de un actor tan complet...
En la cartelera de este fin de semana
Para todos aquellos que deseen ver una película este fin de semana, les adelantamos la cartelera de Cinemark en el centro Guatapurí. ...
El sueño de Walt Disney: ¿Una pesadilla de película?
Antes de iniciar esta crítica, debo ser honesto. Quien escribe estas líneas es amante de los relatos emocionantes, realistas e impact...